El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofreció este viernes en el palacio de la Moncloa la tradicional rueda de prensa de balance de fin de año. Una cita en la que huyó de la autocrítica y puso en valor que, después de 10 meses de Gobierno en funciones, se haya logrado "corregir la imagen de inestabilidad" gracias a "los últimos tiempos de acuerdos y pactos". Rajoy citó concretamente al PSOE y a su socio de investidura, Ciudadanos, como partidos con los que ha habido entendimiento y han permitido sacar adelante iniciativas. Y se mostró esperanzado de cara al futuro. El próximo reto importante del Ejecutivo son los Presupuestos Generales del Estado para el año que está a punto de comenzar. Y, pese a las declaraciones públicas desde la gestora socialista en las que se rechaza tajantemente sacar adelante unas cuentas públicas del Partido Popular, el jefe del Ejecutivo se declaró "moderadamente optimista".
A día de hoy, según manifestó, Rajoy no ve "obstáculos insalvables" que le lleven a concluir que no va a sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2017. Es más, dijo que su intención es gobernar cuatro años, la legislatura completa. Él, sostuvo, estaba dispuesto a ceder. Pero también el resto de formaciones tienen que dar pasos similares. "En otras cosas tienen que ceder los demás", sentenció.
En los últimos meses, desde su entorno se ha sostenido que, sin cuentas públicas aprobadas, el presidente se iba a ver obligado a disolver las Cortes en el mes de mayo para convocar unas nuevas elecciones generales. Ahora, Rajoy se muestra optimista. Se ha pasado, subrayó, de un "bloqueo histórico" a una "colaboración histórica"."Páramo estéril de filibusterismo"
"Páramo estéril de filibusterismo"
"Creo que desde mi Gobierno, y desde el grupo parlamentario que le apoya, se han hecho enormes esfuerzos por facilitar el entendimiento con los partidos de oposición para lograr acuerdos en beneficio de los españoles y evitar que este periodo se convierta en un páramo estéril de filibusterismo parlamentario", añadió.
En todo caso, volvió a alertar de los peligros que, a su juicio, supondría echar abajo el paquete legislativo económico que sacó adelante su Gobierno entre 2012 y 2015. "Lo que se cambia es lo que no funciona [...] Hay cosas que sería un enorme error cambiarlas porque sí", dijo.
"Dije en mi sesión de investidura que no pedía un cheque en blanco. Soy muy consciente de las limitaciones que supone esta situación, pero también soy muy consciente de las posibilidades que la coyuntura nos ofrece. Tenemos razones como españoles para sentirnos razonablemente satisfechos de cómo ha acabado este atípico 2016 y esperanzados ante las posibilidades que nos ofrece 2017", añadió el presidente antes de poner en valor la, a su juicio, moderación de la sociedad.
"En este año hemos confirmado que la sociedad española es moderada y responsable, que huye de fanatismos y de radicalidad", sostuvo.
Sin reforma de la Constitución...
Con Cataluña, Rajoy mantuvo que apuesta por la misma receta que para los partidos de la oposición: diálogo. Y dejó muy claro que no piensa que una reforma de la Constitución fuese a solucionar las tensiones entre la Generalitat y el Estado central.
De cara a la Conferencia de Presidentes del próximo enero, Rajoy consideró que los presidentes de Cataluña y País Vasco, que han anunciado que no acudirán, estarían "abdicando" de su responsabilidad si mantienen esta postura. Él, dijo, no dejará vacía una silla "nunca".
Rajoy llegaba a esta rueda de prensa como presidente del Gobierno con plenos poderes después de casi un año como presidente en funciones. Fue el 29 de octubre cuando, gracias a al abstención de 68 diputados del Partido Socialista, lograba ser investido en segunda ronda. Era el segundo pleno de investidura al que se enfrentaba en pocos meses. Ya lo había intentado sin éxito la última semana de agosto.
A nivel interno de partido, Rajoy ha conseguido, siguiendo en la Moncloa, que no se desarrolle un sector crítico. Así, llega al XVIII Congreso Nacional del PPPP con su liderazgo sin fisuras y como único candidato. El segundo fin de semana de febrero los conservadores celebrarán en Madrid un cónclave en el que se intenta mejorar la democracia interna implantando una segunda doble vuelta en la elección del presidente y en el que, pese al pacto con Ciudadanos, se mantiene el régimen disciplinario. Así, un cargo público del partido imputado en un escándalo de corrupción debe apartarse en el momento de la apertura del juicio oral, y no en el momento en el que se le considera formalmente investigado, tal y como establece el acuerdo de investidura firmado con el partido de Albert Rivera.
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Tras meses de tensiones con Ciudadanos por el cumplimiento de la literalidad del pacto, Rajoy premió a la formación naranja asegurando que ellos son su socio "preferente". "Hablaremos con el PSOE de los grandes temas que son importantes para el futuro de la Nación", añadió citando "pensiones", "educación" y asuntos europeos.
Rajoy rechazó entrar en cuestiones internas de partido en la rueda de prensa. Así, evitó precisar si María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP y ministra de Defensa, seguirá siendo la número dos de Génova. Eso, dijo, ya se "verá" en su día.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofreció este viernes en el palacio de la Moncloa la tradicional rueda de prensa de balance de fin de año. Una cita en la que huyó de la autocrítica y puso en valor que, después de 10 meses de Gobierno en funciones, se haya logrado "corregir la imagen de inestabilidad" gracias a "los últimos tiempos de acuerdos y pactos". Rajoy citó concretamente al PSOE y a su socio de investidura, Ciudadanos, como partidos con los que ha habido entendimiento y han permitido sacar adelante iniciativas. Y se mostró esperanzado de cara al futuro. El próximo reto importante del Ejecutivo son los Presupuestos Generales del Estado para el año que está a punto de comenzar. Y, pese a las declaraciones públicas desde la gestora socialista en las que se rechaza tajantemente sacar adelante unas cuentas públicas del Partido Popular, el jefe del Ejecutivo se declaró "moderadamente optimista".