Rajoy reclama a los partidos colaboración para la nueva legislatura

22

"Responsabilidad y compromisos son las palabras que tendremos que conjugar todos en los próximos tiempos". Esta es la máxima que, a juicio del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, tendrá que guiar la legislatura una vez salga investido el sábado. La consigna marca un antes y un después para el PP y su líder, que durante la X Legislatura fueron muy criticados por la oposición por emplear en el Parlamento su mayoría absoluta como un rodillo.

Así se pronunció Rajoy en rueda de prensa en La Moncloa tras reunirse con el rey y cerrar la ronda de contactos del monarca con los grupos parlamentarios que arrancó el lunes. Como ya hizo a finales del pasado julio, el líder del Partido Popular aceptó el encargo de Felipe VI de someterse al criterio de la Cámara baja. La diferencia es que hace dos meses Rajoy acudía al hemiciclo sólo con los apoyos de Ciudadanos (32 escaños) y Coalición Canaria (un diputado) y ahora podrá contar también, en segunda votación, con el apoyo necesario del Partido Socialista después de la decisión del Comité Federal del sábado.

El debate de investidura arrancará el miércoles a las 18.00 horas con la intervención de Rajoy y seguirá el jueves con la del resto de líderes y la votación. Ese día será la primera votación y el sábado, 48 horas después, la segunda. 

Si se cumplen más o menos los plazos de los anteriores plenos de investidura, Rajoy será presidente del Gobierno abandonando la coletilla "en funciones" el sábado sobre las 21.00 horas.

Gobierno "capaz, estable y duradero"

Rajoy reconoció las dificultades del Gobierno en minoría que liderará. Pero mostró su compromiso de trabajarse los apoyos día a día. "Yo les garantizo que si resulto investido trabajaré desde el primer día para que ese Gobierno sea capaz, estable y duradero". Es más, Rajoy, que podrá disolver las Cortes a partir del 3 de mayo para que se convoquen nuevas elecciones si ve que la legislatura se le complica desechó esta idea y señaló que pretende estar los cuatro años al frente del Gobierno.

"Creo que hay que hablar de las pensiones, la educación, en materia territorial hay que abordar la financiación autonómica. Y a partir de ahí se puede hablar de eso y de otras muchas cosas. Las discrepancias en lo sustancial no son tan grandes", sostuvo Rajoy preguntado sobre las cuestiones en las que puede llegar a acuerdos con el Partido Socialista no queriendo entrar en concreto en la reforma de la Constitución.

Rajoy hizo estas declaraciones acompañado, en primera fila por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y su jefe de gabinete, Jorge Moragas. Todos ellos figuran en las quinielas que el PP ha hecho para el futuro Gobierno. Pero tendrán que seguir esperando para conocer el desenlace final porque el jefe del Ejecutivo evitó dar cualquier pista. Dijo que no ha pensado en ello porque hasta la fecha desconocía si iba a ir a la investidura. Y que el primero en enterarse será el rey.

El jefe del Ejecutivo en funciones admitió que había hablado con el socialista Javier Fernández, pero no sobre la resolución ni sobre los Presupuestos. "No hay un acuerdo PP-PSOE. Hay una decisión de abstención. A partir de ahí tengo la obligación de intentar gobernar, necesitaré el mayor número de apoyos posibles, tendré que ganármelos", añadió.

"Yo estoy dispuesto a incidir en los temas que unen y aparcar los temas que nos separan o hacer el doble de esfuerzo para que dejen de separarnos", volvió a insistir.

Respecto a la convocatoria para rodear el Congreso de los Diputados, el presidente recalcó que "el derecho de manifestación está recogido en la Constitución. Todo lo que se haga cumpliendo la Constitución y la ley es algo que se puede hacer".

Actuar "en positivo"

Preguntado sobre si el Gobierno teme que la decisión del PSOE de abstenerse pueda implicar el crecimiento de fuerzas como Podemos, Rajoy sostuvo que eso se verá en función de cómo "actúen todos a partir de las próximas fechas". "En la vida siempre lo mejor es actuar en positivo", subrayó.

"El PSOE ha sido un partido socialdemócrata, ha gobernado en España en muchas ocasiones y España ha mejorado mucho en estos 40 años", dijo.

A su juicio, "todo es mejorable". "Pero creo que desde las posiciones templadas de sensatez y sentido común se construye más que desde otros lugares", añadió haciendo referencia a las críticas que los socialistas están recibiendo por parte de la formación morada.

Un discurso "más resumido"

Quizá en el tono haya más cambios respecto a agosto. Pero en el mensaje todo apunta a que habrá pocas novedades. Así lo llegó a deslizar Rajoy cuando señaló que acude a la investidura con los 150 "compromisos" que adquirió con Ciudadanos, con el acuerdo al que llegó con Coalición Canaria y con el programa electoral del Partido Popular.

Un día antes, el presidente del Gobierno en funciones aprovechó su presentación a Xavier García Albiol, líder del PP en el Parlamento de Cataluña, en un desayuno informativo en Madrid para valorar la decisión tomada el domingo por el Comité Federal del PSOE. A su juicio, se trata de algo "muy razonable". Unas palabras que repitió este martes en La Moncloa.

"Ayer [por el domingo] se tomó una decisión importante, no voy a entrar en los detalles, no me parece oportuno y lo haré en el Parlamento. Sólo decir que la decisión que se tomó en el día de ayer fue una decisión, en mi opinión, muy razonable. Me pongo en el lugar del otro, he leído la resolución, hay cosas que son buenas que se puede hablar en el futuro y si hay voluntad política podemos tener en España un gran futuro", resumió Mariano Rajoy.

La lista que oculta Ferraz: quiénes son los 263 dirigentes del PSOE que deciden sobre Rajoy

Ver más

Con estas palabras, el jefe del Ejecutivo en funciones se mostraba favorable a debatir con los socialistas cuestiones como la reforma laboral, la educativa o la ley de Seguridad Ciudadana, más conocida como ley mordaza, cuestiones que figuraban en el documento [aquí, en PDF] que aboga por la abstención.

Previamente, Rajoy insistió en que "la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles son las piedras angulares e irrenunciables de nuestro sistema democrático". En este contexto, mantuvo que los ciudadanos pueden estar "tranquilos" porque el PP está abierto "al diálogo y al entendimiento". "A cumplir y a hacer cumplir la ley", añadió.

El PP se conjuró para que estas últimas semanas no hubiese ningún gesto hacia los socialistas que pudiese estropear la abstención. Rajoy había dado órdenes a los suyos de no presionar al PSOE y de no poner condiciones a la buscada abstención. La única consigna válida es la de subrayar que la nueva legislatura ha de ser la de la "responsabilidad". Una legislatura "de corte colaborativo", como acuñó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en una de sus ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros.

"Responsabilidad y compromisos son las palabras que tendremos que conjugar todos en los próximos tiempos". Esta es la máxima que, a juicio del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, tendrá que guiar la legislatura una vez salga investido el sábado. La consigna marca un antes y un después para el PP y su líder, que durante la X Legislatura fueron muy criticados por la oposición por emplear en el Parlamento su mayoría absoluta como un rodillo.

Más sobre este tema
>