El resumen podría ser el siguiente: 'O yo, o yo con el PSOE. O el PSOE. O el caos', siendo "yo" el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Los promotores de la gran coalición vieron este viernes cómo su teoría levantaba el vuelo en la rueda de prensa que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofreció como balance de 2014. El jefe del Ejecutivo no quiso ir muy allá cuando se le preguntó directamente sobre una "posible colaboración" entre su partido, el Partido Popular, y el PSOE tras las generales del año que viene –"Eso es dentro de un año", dijo– pero fue muy insistente en la idea de que, a su juicio, aquellos países del mundo que funcionan bien tienen algo en común: la alternancia en el poder de dos grandes partidos.
Con Podemos pisando los talones –y en algunos territorios, superando– a los grandes partidos y con el PP en caída libre en las encuestas, el presidente fue cuestionado sobre la "estrategia" que pretende desplegar en lo que resta de legislatura para invertir la tendencia. De estrategia no dio pistas. Dijo que esas cosas no se cuentan. Pero aprovechó la pregunta para hacer una clara defensa del bipartidismo.
"La estabilidad es un valor. Y todos los sabemos. España, desde que aprobamos la Constitución en el año 1978 es una nación en la que han gobernado grandes fuerzas políticas [...] algunas veces se gobernó con mayoría, otras se gobernó en coalición... Y durante toda esa etapa en la historia pues España fue, lo he dicho ya en algunas ocasiones, uno de los cuatro países del mundo donde más aumentó el bienestar de los ciudadanos. Otra etapa de estabilidad con cambios políticos. Y creo que fue muy positiva para los españoles. La mejor", sostuvo. Acto seguido, tiró de ejemplos en otros países: "Eso, por otra parte, es lo que ocurre en la inmensa mayoría de los países del mundo donde la gente vive mejor, donde hay más bienestar. En Estados Unidos, una vez ganan los demócratas; otra, los republicanos. En Alemania, los socialemócratas o los democristianos y en Francia la derecha moderada, centrada y democrática o el centro izquierda. Esto es lo que pasa en los grandes países del mundo".
A su juicio, cuando el escenario descrito anteriormente "deja de pasar", "surgen otras cosas que lo único que generan es inestabilidad y sobre todo falta de progreso, retroceso y pérdida de bienestar". El presidente del Gobierno coronó esta respuesta asegurando a la periodista que le había preguntado lo siguiente: "Comprenderá usted, que yo para mí país quiera lo mejor".
infoLibre viene informando desde hace meses de la trastienda de la que podría ser una gran coalición, una operación política que está en marcha desde el otoño pasado con el impulso del Gobierno, de sectores del Partido Popular, de la denominada vieja guardia socialista –con el protagonismo del expresidente Felipe González, como él mismo reconoció–, animados por las empresas más representativas del Ibex 35 y por la influencia mediática de Prisa, editora del diario El País.
Mucho se ha hablado en los últimos días, sobre todo motivado por el propio Rajoy, de un distanciamiento PP-PSOE desde que Alfredo Pérez Rubalcaba no está al frente de los socialistas. "No tengo ningún problema con el Partido Socialista. Pero creo que es bueno que, en los asuntos de Estado, haya un acuerdo entre los dos grandes partidos. Es bueno el acuerdo en política exterior, en política de defensa, en las normas que rigen la convivencia entre españoles", añadió.
Insiste: será candidato
"Sí". Con ese monosílabo respondió Rajoy cuando los periodistas le preguntaron si quería ser el candidato del PP en las próximas elecciones generales. Además, afirmó que no tenía ninguna intención de adelantar las elecciones, ni de retrasarlas hasta enero de 2016, de forma que los comicios se celebrarán en el último trimestre del próximo año.
Es la tercera vez que el presidente del Gobierno responde a estas preguntas en menos de un mes. Ya respondió, y de igual forma, en las conversaciones informales que mantuvo con los periodistas con motivo del 36 aniversario de la Constitución en el Congreso de los Diputados. Lo mismo dijo en la tradicional copa de Navidad que ofrece Moncloa a los informadores que siguen la actividad del presidente.
La pregunta sobre su futuro tiene un contexto: sectores de su partido llevan semanas alertando de la posibilidad de que un mal resultado en las municipales y autonómicas suma al PP en una crisis tan grave que la solución sea la de que Rajoy se quite del medio convocando un congreso extraordinario.
¿Un portazo a Aguirre?
También en clave electoral, respondió con evidente malestar sobre la presión de Esperanza Aguirre para ser elegida candidata a la Alcaldía de Madrid: "No es algo que esté encima de la mesa en este momento". La presidenta del PP de Madrid sostuvo este mismo martes en rueda de prensa que su intención, si recibía el visto bueno del partido, era la de encabezar la lista al Ayuntamiento de Madrid. Pese a que era un secreto a voces, su confesión fus vista como una "salida de tono" en el entorno de Rajoy. El jefe de los conservadores no quiere hablar de ese asunto hasta la vuelta de las vacaciones de Navidad.
Tampoco está este año encima de la mesa hablar del futuro judicial de la infanta Cristina, que será llevada a juicio por el caso Nóos, a pesar de que cuando hizo balance el año pasado se mostró "convencido de su inocencia".
Sobre Cataluña, ninguna novedad: "Yo no voy a hablar de la soberanía nacional ni de la igualdad entre los españoles, porque en ese caso no sería yo". Y tampoco sobre la reforma constitucional: si el PSOE quiere hacer cambios, que explique exactamente cuáles son. Así se lo transmitió también a la presidenta andaluza, Susana Díaz, cuando la recibió recientemente en Moncloa.
Rajoy justició su decisión de subir el salario mínimo tres euros, después de afirmar que España es el país de la zona euro que más crece: "Lo hemos hecho teniendo en cuenta la inflación, que será cero, y las subidas que están pactando los sindicatos en los convenio". Este gobierno del PP es el que menos ha subido el salario mínimo en democracia.
Datos y estadísticas al servicio de la recuperación
Antes de responder a las preguntas de los periodistas, el presidente del Gobierno hizo durante algo más de 20 minutos un balance de lo que ha sido en su opinión el año 2014. Los diez primeros minutos los dedicó a vender datos económicos. "La filiación ha subido en más de 400.000 personas durante el último año. Después de siete años de crisis y caídas ininterrumpidas del empleo, este año por primera vez desde 2007 se ha creado empleo neto en España. Hemos pasado de destruir empleo a crearlo", empezó el presidente.
"Estas son las primeras Navidades de la recuperación. 2015 será un año mucho mejor que 2014", dijo Rajoy, quien al mismo tiempo aseguró que nunca había "caído en el triunfalismo". "Ahora seguimos siendo prudentes, pero puedo asegurar que España crece con bases sólidas y por encima de la media europea. 2015 será el año del despegue definitivo de nuestra economía", añadió.
El presidente del Gobierno siguió desgranando datos económicos triunfales: "En tan solo tres años, los españoles han dado vuelta a la situación: donde antes se percibía desconfianza hoy apreciamos seguridad. Si el año pasado la economía se contrajo un 1,2, este año crecerá un 1,3 o un 1,4. España es el país que hoy en día crea más empleo de Europa".
Y más: las exportaciones han tenido "un gran comportamiento y ya suponen el 35% del PIB, entre los países del G-7 sólo nos supera Alemania en capacidad exportadora"; España es "uno de los diez países del mundo que más inversión directa recibe y el primero de Europa"...
Tras el optimismo económico, Rajoy dedicó cinco minutos a hablar del componente social de sus políticas. En este terreno destacó que "más de la mitad del gasto, casi el 54%, es gasto social", y aseguró que merecen un "capítulo especial" las pensiones públicas: "Mientras otros países se han visto obligados a recortar sus pensiones entre un 10 y un 15%, en España no ha habido que hacer esos recortes".
El presidente del Gobierno incluyó en esta parte de políticas sociales la bajada de impuestos que entrará en vigor el 1 de enero, que será de media un 12,3%, "pero favorecerá especialmente a los que tienen menos ingresos. Pondrá en los bolsillos de los españoles 9.000 millones de euros".
Dos minutos para la corrupción
Después de 18 minutos de discurso, Rajoy mencionó la corrupción. En ese sentido destacó las medidas presentadas recientemente por su Gobierno en el Congreso, después de llevar dos años anunciándolas y que en su mayoría siguen sin estar en vigor. También citó el Portal de la Transparencia puesto en marcha hace 15 días. Y eso fue todo. Dos minutos escasos para hablar de corrupción, sin mencionar ni uno solo de los escándalos que han indignado a la sociedad española. Ni de su partido, ni de otros.
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Tras hacer una loa a la estabilidad institucional, dedicó unos segundos a reiterar la bondad de la "concordia" en relación con Cataluña y recordó a los sanitarios que lograron superar la crisis del ébola provocada tras el contagio de Teresa Romero.
Su mensaje final
: "Dar marcha atrás en las reformas sería tanto como dar marcha atrás en la senda de la recuperación".
El resumen podría ser el siguiente: 'O yo, o yo con el PSOE. O el PSOE. O el caos', siendo "yo" el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Los promotores de la gran coalición vieron este viernes cómo su teoría levantaba el vuelo en la rueda de prensa que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofreció como balance de 2014. El jefe del Ejecutivo no quiso ir muy allá cuando se le preguntó directamente sobre una "posible colaboración" entre su partido, el Partido Popular, y el PSOE tras las generales del año que viene –"Eso es dentro de un año", dijo– pero fue muy insistente en la idea de que, a su juicio, aquellos países del mundo que funcionan bien tienen algo en común: la alternancia en el poder de dos grandes partidos.