44.200 euros. Esa es la cantidad que el exministro de Economía y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, gastó a través de su tarjeta de crédito opaca durante su etapa como presidente de Caja Madrid y que aún no ha devuelto. Ni él se ha ofrecido a hacerlo ni ninguna de las dos entidades –Bankia y la actual Fundación Caja Madrid– le han reclamado el dinero. infoLibre intentó, sin éxito, conocer la versión de Rato sobre este hecho.
Rodrigo Rato fue presidente de Caja Madrid entre enero y diciembre de 2010 y, tras la fusión de esta entidad con otras seis cajas para crear Bankia, dirigió esta última desde finales de 2010 hasta su dimisión en mayo de 2012. Rato hizo gastos por importe de 44.200 euros con su tarjeta en B durante la primera etapa y 54.837 en la época de Bankia.
El pasado mes de julio, Bankia solicitó a cuatro de sus antiguos directivos (José Manuel Fernández Norniella, Ildefonso José Sánchez Barcoj, Matías Amat y el propio Rato) que devolviesen a la entidad un total de casi 200.000 euros, que habían gastado a través de las tarjetas de crédito opacas sin haber justificado en qué. El que fuera vicepresidente del Gobierno de Jose María Aznar tuvo que reembolsar los citados 54.837 euros.
Sin embargo, Rato no consideró necesario devolver el importe gastado durante los once meses en que fue presidente de Caja Madrid: 42.200 euros. Rato no se ha ofrecido a devolver el dinero, pero ni Bankia ni la Fundación Caja Madrid se lo han reclamado, ya que ninguna de las dos entidades entiende que sea competente para hacerlo, según han explicado a infoLibre. Es decir, de los 97.037 euros que gastó en total Rato, aún no ha devuelto el 43,5%.
Nadie reclama el dinero
En este sentido, una portavoz de Bankia señala que si reclamaron tan sólo 197.459 euros a los cuatro exdirectivos en julio, en lugar de los más de 15 millones que gastaron 82 altos cargos de ambas empresas entre 2003 y 2012, fue porque a esa cantidad ascendieron los cargos a las tarjetas de crédito de Norniella, Barcoj, Amat y Rato mientras eran directivos de Bankia. Todo el resto de la suma, según señala la portavoz del banco nacionalizado, "debería ser reclamado por la Fundación Caja Madrid, que sucedió jurídicamente a la antigua caja madrileña".
Sin embargo, la propia Fundación no lo tiene tan claro. Si bien su portavoz ha asegurado a este diario que se están llevando a cabo "actuaciones de comprobación" antes de tomar una decisión sobre una eventual reclamación, también afirma que la responsabilidad de reclamar correspondería a quien se quedó con la parte del "negocio" de la antigua Caja Madrid –es decir, Bankia– y no a quien gestiona lo que en su día era la obra social. Y, especialmente, el portavoz hace hincapié en que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) ha señalado que es Bankia quien debe exigir que le devuelvan los fondos utilizados irregularmente.
Es cierto que el FROB señala a Bankia como la entidad que podría solicitar el reingreso. El organismo, en un informe enviado a la Fiscalía Anticorrupción, señala que "independientemente de que las disposiciones entre los años 2003 y 2012 se hubieran hecho contra el patrimonio" de Caja Madrid, "la aportación de todo el negocio financiero (en el que se encontraban los 15 millones de euros de gastos registrados por el uso de estas tarjetas) a BFA y posteriormente a Bankia, unido al hecho de que BFA y Bankia han recibido elevados importes de ayuda pública [...] supone que el perjuicio se haya materializado en los accionistas de Bankia y BFA actuales, y en concreto en el FROB y a través del mismo en el contribuyente".
Es decir, que en lo que hace hincapié el fondo es en que Bankia –a través de su matriz BFA– integró el negocio financiero de las siete cajas, entre las que se encontraba Caja Madrid, un negocio que en mayo de 2012 tenía un valor negativo de 13.635 millones de euros y que tuvo que ser rescatado por el Estado. Lo que argumenta el FROB es que ese abultado rescate hubiera sido menor sin los más de 15 millones de euros gastados a través de las tarjetas, por lo que sería en todo caso el propio Fondo quien tuviera derecho a reclamar.
"La diferencia entre esos 15 millones de euros de disposición de tarjetas y los más de 20.000 millones aportados por el FROB es enorme, y por ello de no haber salido de la entidad Caja Madrid el dinero que ahora se va a investigar, el resultado para la caja hubiera sido el mismo (pérdida de toda su participación en BFA y Bankia) y sin embargo la inyección de fondos públicos hubiera podido ser algo menor, lo que legitima al FROB, BFA y en su caso Bankia a reclamar los mismos, sin que pueda ser razonable que una caja que aportó un negocio y que generó unas necesidades enormes de ayuda pública [...] pueda recuperar algo de dinero antes que la autoridad de resolución recupere toda su inyección", remacha el FROB.
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Bankia, sólo responsable desde diciembre de 2010
Por contra, Bankia se apoya en un informe externo realizado por el despacho Herbert Smith Freehills para afirmar que no puede reclamar más que los 200.000 euros ya recuperados porque el resto del dinero habría sido gastado antes de su creación. "Bankia no se encuentra activamente legitimada para el ejercicio de tales acciones [reclamar el dinero gastado indebidamente] respecto de las disposiciones anteriores al mes de diciembre de 2010 (momento de constitución de Bankia)", señala el documento, que hace hincapié en que "el quebranto ya se habría recogido –en su caso– en el balance que asumió Bankia en la indicada fecha".
Y el documento, además, le devuelve la pelota a la Fundación Caja Madrid, que –tal y como recuerda el despacho que asesora a Bankia– heredó la "personalidad jurídica" de la antigua caja de ahorros. Por ello, señala el informe, "la fundación de carácter especial Caja Madrid, subrogada en la personalidad jurídica de Caja Madrid, será la activamente legitimada para estudiar y en su caso plantear el ejercicio de las posibles acciones de reintegración a que pueda dar lugar el uso de las tarjetas que venimos considerando".
44.200 euros. Esa es la cantidad que el exministro de Economía y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, gastó a través de su tarjeta de crédito opaca durante su etapa como presidente de Caja Madrid y que aún no ha devuelto. Ni él se ha ofrecido a hacerlo ni ninguna de las dos entidades –Bankia y la actual Fundación Caja Madrid– le han reclamado el dinero. infoLibre intentó, sin éxito, conocer la versión de Rato sobre este hecho.