El rechazo a la separación de Cataluña y España se refuerza en las zonas urbanas. Así lo evidencia el análisis por municipios de las papeletas depositadas en las urnas este jueves 21 de diciembre. El escrutinio refleja que los partidarios de la independencia –Junts per Catalunya, ERC y la CUP– sólo obtuvieron la mayoría absoluta de votos en tres de las 23 ciudades más pobladas de Cataluña, en las que se agrupa más de la mitad de la población.
Las candidaturas que defienden el procés soberanista recibieron el apoyo del 41,01% de los electores que residen en las 23 urbes que tienen más de 50.000 habitantes, en las que viven cuatro millones de habitantes, un 54% del total. Este porcentaje está más de seis puntos por debajo del resultado global conseguido en Cataluña (47,49%) y que servirá al independentismo para sentar a 70 diputados en el nuevo Parlament y mantener la mayoría absoluta en escaños de la última legislatura.
En términos absolutos, Junts per Catalunya, ERC y la CUP obtuvieron este jueves en las 23 ciudades más pobladas 947.065 votos del total de 2.063.361 que se apuntaron este 21D. En consecuencia, más de la mitad de sus respaldos proceden de las localidades de Cataluña que tienen menos de 50.000 habitantes. En comparación con 2015, los soberanistas lograron sumar 45.213 votos más que en esos comicios, en los que la antigua Convergència y ERC concurrieron en coalición.
Ocurre lo contrario con los partidos que están en contra de la independencia de Cataluña. El llamado bloque constitucionalista, formado por Ciudadanos –que hizo historia convirtiéndose el primer partido no nacionalista que gana unas autonómicas en Cataluña en votos y escaños–, PSC y PP, se hizo con el apoyo del 48,56% de los votantes de las principales ciudades catalanas.
Este resultado es mejor que el obtenido por las tres formaciones en el conjunto de Cataluña –sumaron en global el 43,49% de los sufragios–, lo que pone de manifiesto que la resistencia al soberanismo tiene su principal granero de votos en las grandes ciudades. De hecho, estas tres formaciones consiguieron en la Cataluña urbana prácticamente seis de cada diez votos que se apuntaron este 21D. En total, 1.121.333. Su resultado también mejoró respecto a 2015 logrando 163.301 votos más.
La situación es totalmente opuesta si se analizan los resultados de los otros 924 municipios catalanes, donde se agrupa el 46% de la población. La Cataluña interior votó mayoritariamente a favor de los partidarios del procés soberanista, que obtuvieron en estas localidades el 54,84% de los votos, más de siete puntos por encima de la media que lograron en el conjunto de Cataluña (47,49%). En números absolutos fueron 1.116.296 votos, 51.640 más que en 2015. En contraposición, Ciudadanos, PSC y PP obtuvieron fuera de las grandes ciudades 767.843 votos, el 37,72%, un porcentaje que está 5,77 puntos por debajo de la media obtenida en el conjunto de la comunidad autónoma (43,49%).
Configuración de los bloques
No obstante, la configuración interna de ambos bloques tampoco es homogénea. Por ejemplo, dentro del frente soberanista, los datos muestran que Junts per Catalunya –antigua Convergència– es mucho más fuerte en la Cataluña interior, donde obtuvo prácticamente seis de cada diez votos; mientras que ERC tiene algo más de fuerza en las ciudades, si bien obtuvo más votos este 21D fuera de las grandes urbes.
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El tirón del llamado bloque constitucionalista en las grandes ciudades tiene que ver con el empuje del partido naranja, que se posicionó como primera fuerza en 20 de las 23 principales. Allí obtuvo 638.810 de los 1.102.099 votos que logró este jueves. La formación naranja mejoró sus resultados en todas ellas respecto a 2015, aunque lo hizo de manera más significativa en Badalona, donde su porcentaje de voto se incrementó en 14,13 puntos, y en Santa Coloma de Gramenet, donde aumentó en 11,98 puntos.
Estas elecciones también han consolidado una tendencia que ya venían anticipando los últimos ciclos electorales: la hegemonía de Ciudadanos en la zona metropolitana de Barcelona. De los 97 municipios que integran las comarcas del Barcelonès, el Baix Llobregat, el Vallès Occidental y el Vallès Oriental, la candidatura de Inés Arrimadas logró ser primera fuerza en 52 (lo había sido en 18 en 2015). Junts Per Catalunya lideró la suma de votos en 23 y ERC en 22.
El PSC de Miquel Iceta, sin embargo, no consiguió ganar en ninguno de esas 97 localidades que fueron el pulmón de los socialistas catalanes en el pasado. En 2015 logró retener Santa Coloma de Gramenet, Cornellà de Llobregat y Badia del Vallès, pero este jueves las tres ciudades citadas cayeron del lado de Ciudadanos. Catalunya en Comú-Podem, por su parte, no logró superar la barrera del 15% de los votos en ninguna de ellas.
El rechazo a la separación de Cataluña y España se refuerza en las zonas urbanas. Así lo evidencia el análisis por municipios de las papeletas depositadas en las urnas este jueves 21 de diciembre. El escrutinio refleja que los partidarios de la independencia –Junts per Catalunya, ERC y la CUP– sólo obtuvieron la mayoría absoluta de votos en tres de las 23 ciudades más pobladas de Cataluña, en las que se agrupa más de la mitad de la población.