La XII Legislatura
La relación de Rajoy con los nacionalistas: de "romper" España a aprobarle los Presupuestos
Aitor Esteban (PNV): "Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano". Mariano Rajoy (PP): "Si quieres grano, Aitor, te dejo mi tractor". Era 27 de octubre de 2016 y ambos líderes políticos intervenían en el pleno del Congreso que acabaría con la investidura del segundo como presidente del Gobierno tras casi un año en funciones. Por aquellas fechas, hubo dirigentes políticos de todo signo que tras este intercambio de versos vieron el comienzo de una buena relación parlamentaria. De un entendimiento en una legislatura del Partido Popular en minoría. Y, a tenor de lo que ha pasado esta semana en el Congreso de los Diputados, no se equivocaron.
El jueves Rajoy respiraba aliviado después de ver cómo la Cámara baja había vetado las siete enmiendas a la totalidad planteadas a los Presupuestos Generales del Estado. Un trámite que habría sido imposible, porque no daban las cuentas, sin el apoyo de los cinco diputados del Partido Nacionalista Vasco. Y que trasciende los argumentarios, los mítines y los discursos políticos. "Los nacionalistas rompen España cuando dice Rajoy. Pero no siempre", comentaba con ironía este jueves un diputado de la oposición a la salida del pleno sobre las cuentas públicas.
Ahora, está por ver si los Presupuestos superan el debate de las enmiendas parciales, donde ya es necesaria mayoría absoluta. Es algo que algunas fuentes del PP y del Gobierno vinculan directamente con la duración de la legislatura. Y también está por ver si el entendimiento entre Rajoy y el PNV se extiende más allá de las cuentas públicas. En todo caso, la idea del Ejecutivo, tal y como avanzó infoLibre, es la de vincular los Presupuestos de 2017 a los de 2018, algo que dejaría al líder del PP más cerca de su objetivo de agotar legislatura y que ya ha trasladado a las formaciones que no han presentado enmienda a la totalidad.Al margen del auge del independentismo
Al margen del auge del independentismo
Más allá del discurso oficial y del "España se rompe", las hemerotecas están plagadas de momentos en los que los conservadores han pactado con los nacionalistas para lograr sacar adelante iniciativas. No sólo a nivel nacional. También autonómico y local. En esta ocasión, el PNV ha sido clave para dar algo de oxígeno a un Mariano Rajoy fuertemente sacudido por la corrupción. Pero en otras ha habido entendimiento con los nacionalistas catalanes, pese al auge del independentismo.
En ocasiones también ocurre que nacionalistas vascos y catalanes coinciden en su apoyo al PP. De esto hay un ejemplo muy reciente. Fue el pasado julio, cuando el Congreso tuvo que votar a un presidente a partir de los resultados de las generales del 26J.
Un ejemplo: la Presidencia del Congreso
Una de las primeras victorias de Rajoy de la XII Legislatura fue la de conquistar para su partido, el PP, la Presidencia del Congreso. Su amiga Ana Pastor, hasta entonces ministra de Fomento en funciones, se convirtió en la tercera autoridad del Estado.
La candidata del PP y de Ciudadanos logró ganar al aspirante socialista, Patxi López, con el apoyo de 169 diputados: los 137 del PP (incluyendo los dos de UPN y el de Foro Asturias) y los 32 de los de Albert Rivera.
Por su parte, López logró cosechar 155 papeletas, las 85 de sus compañeros socialistas (el diputado de Nueva Canarias incluido) y las 71 de los diputados de Unidos Podemos y sus confluencias territoriales.
Además, se contabilizaron 25 votos en blanco del resto de fuerzas parlamentarias, procedentes de Esquerra Republicana (9 escaños), Convergència, ahora Partit Demòcrata Català, (8) PNV (5), Bildu (2) y Coalición Canaria (1). Este gesto de los nacionalistas vascos y catalanes fue, pues, clave para que el PP se garantizara el control de la Mesa, el órgano de Gobierno del Congreso.
XI Legislatura: más de una decena de acuerdos con los nacionalistas catalanes
Durante la XI Legislatura (2011-2015), el partido de Rajoy fue muy crítico ante cualquier acercamiento del PSOE a los nacionalistas. Lo mismo que ocurrió tras las generales del 20 de diciembre de 2015, cuando temían que Pedro Sánchez lograra los apoyos para ser investido presidente. Esto no fue impedimento para que ellos sí llegasen a acuerdos. En la XI Legislatura y en la actual.
El PP obtuvo en las elecciones generales de hace ya casi cuatro años una holgadísima mayoría absoluta –185 diputados–. Hubo muchas leyes que aprobó en solitario, con el rodillo que tanto criticaron desde la oposición. Pero los conservadores no siempre salieron solos en la foto. El Grupo Parlamentario Catalán de Convergència i Unió (CiU) respaldó al PP en más de una quincena de iniciativas legislativas. Algunas, de gran calado y carga ideológica como la reforma laboral, la ley de transparencia o la amnistía fiscal. Las tensiones entre el Gobierno y los nacionalistas catalanes quedaban, por momentos, al margen.
Los nacionalistas siempre explican estas coincidencias en el marco de la dinámica parlamentaria. Señalan que dan luz verde a aquello que consideran bueno para sus ciudadanos. Y el PP agradece los apoyos en nombre de la "responsabilidad" y el "interés general".
Otro de los ejemplos de esta sintonía pudo verse en las propuestas de resolución posteriores al debate sobre el estado de la Nación de febrero de 2015. A su término, el Congreso aprobó 19 propuestas de resolución. Quince eran del PP, tres de CiU y una de UPN. Por el contrario, los conservadores no aceptaron ni una de las 15 de las iniciativas presentadas por el PSOE, UPyD, Izquierda Plural. PNV o Grupo Mixto.
Las tres propuestas de resolución de CiU a las que los conservadores dieron sus votos tenían que ver con la dependencia, la ley de segunda oportunidad y la regeneración democrática.
La investidura de Aznar
El Gobierno se plantea vetar las enmiendas a los Presupuestos que en su opinión pongan en peligro los compromisos con la UE
Ver más
Si ahora el PNV ha sido clave para sacar a Rajoy del primer asalto de los Presupuestos, más claves fueron todavía los nacionalistas para que José María Aznar fuera presidente en 1996. El expresidente de honor de los conservadores y líder de la fundación FAES recibió en mayo de 1996 los votos de PNV y CiU y, gracias a ellos, fue investido con mayoría absoluta.
El acuerdo sellado con Jordi Pujol (CiU) fue bautizado como pacto del Majestic, en alusión a una cena entre el líder catalán y Aznar celebrada el 28 de abril de 1996 en el Hotel Majestic de Barcelona.
Años después, ya fuera del Gobierno, Aznar ha sido muy crítico con los nacionalistas. "En líneas generales, son malos gobernantes y cuando gobiernan los territorios que dicen que son suyos generan grandes líos", dijo en 2012 en la presentación del primer volumen de sus memorias.