La palabra covid ha vuelto a nuestro vocabulario estas navidades. Pero no lo ha hecho sola. Junto a ella han regresado otras como gripe y han cobrado protagonismo otras nuevas como virus respiratorio sincitial, también conocido como VRS. Periódicos e informativos han llenado páginas y minutos con ellas. Y no es para menos. Estos virus, por su parte, ya llenan los centros de salud y las urgencias de los hospitales, según informan los expertos consultados por infoLibre. Los datos hablan por sí solos: la incidencia de las enfermedades respiratorias, según los últimos datos disponibles en el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA) que divulga el Instituto de Salud Carlos III, ha aumentado, en tan sólo una semana, de los 523 casos por 100.000 habitantes a los casi 800.
"Esta situación la están provocando estos tres virus, que ahora mismo están muy activos", explica el exdirector de Sistemas de Salud de la OMS Rafael Bengoa. Entonces, ¿hay qué preocuparse? ¿Es extraño? "Forma parte de la lógica estacional", responde. Todos los inviernos regresa la gripe. Y además los expertos ya aseguraron hace tiempo que el covid nunca se marcharía del todo. Este año, además, a eso se ha sumado un crecimiento de la circulación del VRS, que provoca bronquilitis, sobre todo, en los más pequeños. Según los últimos datos de SIVIRA, en la semana de entre el 11 y el 17 de diciembre las hospitalizaciones por esta enfermedad alcanzaron una tasa aproximada de 4 ingresos por cada 100.000 habitantes. Una semana antes eran 3,2. Quienes la padecen, en su mayoría, tienen menos de 5 años.
Los más mayores, por el contrario, ingresan sobre todo por gripe. Según los mismos datos, la tasa de hospitalizaciones por esta enfermedad alcanza los 2,9 casos por cada 100.000 habitantes, aunque esa cifra, en el caso de los mayores de 80, escala hasta los 15,5. De los pacientes vistos en atención primaria, un 20% da positivo en este virus, sobre todo en el de tipo A, que está presente en el 98,2% de las infecciones. Otro 14,3% es positivo, por su parte, en covid-19.
Todos los porcentajes y todas las cifras aumentan semana a semana. Y se espera que la situación se mantenga así, al menos, hasta el mes de febrero. Así lo vaticina al menos el profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública José Martínez Olmos, que recuerda que, habitualmente, el pico de las infecciones respiratorias —con su "lógica estacional"— se alcanza a mediados del mes de enero. Por tanto, dice, "lo previsible es que haya una saturación en los hospitales y en los centros de salud". "Cuando alguien se contagia de covid o gripe lo más probable es que necesite atención sanitaria, aunque los síntomas sean leves", asegura.
Coincide con él el portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), Lorenzo Armenteros. "El incremento de los casos de covid y gripe está siendo altísimo, pero la incidencia llegará a su máximo el mes que viene, y a finales empezará a descender", explica desde el otro lado del teléfono. Según sus datos, los centros de salud y las urgencias extrahospitalarias ya lo están sufriendo. "Si habitualmente el 70% de las visitas a atención primaria son por patologías respiratorias, imaginemos ahora que la incidencia se ha duplicado", ejemplifica. "Están sobresaturadísimos", lamenta.
Pero no es sólo por el crecimiento exponencial de la presencia de estos virus. Según denuncia CCOO, el pico —previsible— de este tipo de enfermedades lo tiene que afrontar "un sistema sanitario que ya está tensionado de manera permanente por su infrafinanciación y falta de profesionales". Más en atención primaria. "Según el ultimo barómetro sanitario, el 58% de todos los ciudadanos que pidieron una cita para su médico de cabecera esperaron más de una semana, lo que es una verdadera barbaridad. La falta de accesibilidad a este primer nivel asistencial es uno de los factores que incide de manera muy directa en que los pacientes opten por ir a los servicios de urgencias, que se acaban saturando", lamenta la responsable de Acción Sindical de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios del sindicato, Rosa Cuadrado, que destaca la situación de Madrid, donde hay centros de salud con demoras de hasta 15 días.
En la Comunidad, Amyst ha denunciado este miércoles que "los servicios de urgencias hospitalarias, la atención primaria y los servicios de urgencias extrahospitalarias vuelven a estar sobrepasados", algo que han achacado, igual que CCOO, a las plantillas "infradimensionadas", además del "aumento esperable de los virus respiratorios estacionales". "Esta situación se repite cada año, pero aun así los planes de invierno son insuficientes", denuncia la secretaria general del sindicato, Ángela Hernández.
En el mismo sentido, desde UGT en la Comunitat Valenciana aseguran que en muchos lugares también "se han saturado" sus urgencias. "Por poner un ejemplo, en el hospital general de Alicante ha colapsado en las urgencias, con pasillos llenos de camas. Sólo ayer [por este martes] en un urgencias se triaron a más de 500 personas", lamentan. "Desde UGT Serveis Públics llevamos años exigiendo que se amplíen y se cubran las plazas estructurales porque es la única manera de que la atención sanitaria y las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores no queden mermadas en función de las situación epidemiológica", reclaman también.
Situación parecida tienen en Andalucía, aunque allí, directamente, culpan "a la política de desorden absoluto de los centros y a la política de privatizaciones". "Es inaudita la falta de sustituciones que hay, son tremendos los bloqueos de las consultas de atención primaria, que o te derivan a cualquier profesional o no tienen cita hasta el 10 de enero", denuncian.
En Galicia, por su parte, desde el sindicato cifran en un aumento desde principios de diciembre del 100% los casos de covid en los hospitales y en uno del 800% los de gripe. La situación, desglosan, ha provocado que en hospitales comarcales y atención primaria haya una "saturación total", con una "escasez de médicos" que alargan las esperas hasta más de cuatro horas, algo de lo que culpan también a la "falta de planificación que, un año tras otro, se traduce en que una situación estacional y completamente previsible se convierta en un completo caos".
Ha vuelto del todo la normalidad
En cualquier caso, no ha sido sólo la "lógica estacional" la que ha hecho que estos virus se sienten con nosotros a la mesa estas navidades. La vuelta a la normalidad, ya completa, también ha colaborado. "La gente ha vuelto a salir como antes", dice Martínez Olmos, y las medidas de protección como mascarillas y ventilación de espacios cerrados han desaparecido, añade Armenteros.
La vacunación, además, ha disminuido. Y sobre todo lo ha hecho en la población más joven. Aun así, como indica Bengoa, algunas comunidades han dedicado esfuerzos en la batalla contra la bronquilitis. Cataluña es un ejemplo. Desde el 2 de octubre y hasta el 16 de diciembre, la comunidad había inmunizado al 83,4% de los bebés menores de seis meses, según informó el conseller de Salud de la Generalitat, Manel Balcells, que celebró que así se había logrado una reducción importante de casos de bronquiolitis, visitas a urgencias y hospitalizaciones por VRS y por otras causas en esta franja de edad, en comparación con el resto de población en edad pediátrica y en los años anteriores. Concretamente, entre octubre y la segunda semana de diciembre, los hospitales del Institut Català de la Salut atendieron en Urgencias 258 casos de bronquiolitis en menores de seis meses, frente a los 1.118 del año anterior en las mismas semanas: 860 bebés menos, un 77%.
A la bajada en la vacunación que indican los expertos, se une también que los virus, igual que la población, han vuelto a esa normalidad que hace tan sólo un par de años parecía que nunca regresaría. "La gripe siempre ha sido una enfermedad estacional, pero ha estado a la sombra del covid durante tres o cuatro años. Ahora ya no compite tanto y los demás están ganando el terreno que habían perdido", informa Bengoa. "El covid estaba desplazando al resto de virus, y estos ahora han vuelto con ganas", insiste.
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¿Y hay forma de saber si la tos, el dolor de cabeza o la congestión nasal es provocada por el virus de la gripe o por el del covid? Sí, pero la única manera es invirtiendo en una prueba. "Los síntomas son más o menos los mismos. Clínicamente apenas hay diferencias, aunque sí matices", responde Bengoa, que concreta que, por ejemplo, el periodo de incubación de una gripe es más corto que el del coronavirus. "Sólo podemos determinar el diagnóstico con exactitud usando un doble test de la farmacia", insiste. Y recomienda hacerlo sobre todo en estas fechas. "Si hay síntomas compatibles con estas enfermedades, hay que realizarse una prueba antes de las cenas y comidas navideñas. Si va a haber gente mayor o vulnerable en ellas, será mejor no ir", explica. Y volver al uso de la mascarilla.
En este sentido, el Ministerio de Sanidad ha recordado esta semana algunos de los consejos que ya dieron en su momento: taparse nariz y boca al estornudar o toser, lavarse las manos o evitar lo posible ir al trabajo cuando haya indicios de enfermedad.
No habría que olvidarlos porque, a partir de ahora esta "convivencia entre virus" será la tónica habitual en cada invierno. "Por eso hay que forzar la maquinaria preventiva, incidir en la vacunación, no olvidar la mascarilla y volver a los mecanismos de ventilación en transporte público, lugares de trabajo o colegios", dice Armenteros.
La palabra covid ha vuelto a nuestro vocabulario estas navidades. Pero no lo ha hecho sola. Junto a ella han regresado otras como gripe y han cobrado protagonismo otras nuevas como virus respiratorio sincitial, también conocido como VRS. Periódicos e informativos han llenado páginas y minutos con ellas. Y no es para menos. Estos virus, por su parte, ya llenan los centros de salud y las urgencias de los hospitales, según informan los expertos consultados por infoLibre. Los datos hablan por sí solos: la incidencia de las enfermedades respiratorias, según los últimos datos disponibles en el Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SIVIRA) que divulga el Instituto de Salud Carlos III, ha aumentado, en tan sólo una semana, de los 523 casos por 100.000 habitantes a los casi 800.