"Que no se cuente conmigo para intervenir una federación". Cayo Lara ha trasladado ese mensaje a su círculo de confianza. Que no quiere ni querrá meter la mano en ninguna federación. Y eso va por Madrid, cuya guerra interna no ha menguado aún y a la que le quedan varias batallas por delante, a 93 días de las elecciones municipales y autonómicas de mayo. A su vez, el clamor de una parte de Izquierda Unida –que personifica el candidato a la Moncloa, Alberto Garzón– a favor de la toma del control de Madrid no se ha apagado. Colea y coleará. Una petición que vuelve a situar en el epicentro del conflicto al coordinador, en la medida en que él tiene la principal llave para decir sí o no. Hasta ahora, él se ha negado con toda rotundidad, y la duda es si resistirá la nueva presión.
IU llega este fin de semana a dos citas claves. Hoy viernes, la Presidencia Federal estudiará la instrucción del expediente disciplinario contra los portavoces en la Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid, Gregorio Gordo y Ángel Pérez. Una tramitación que, según anticipan diversos dirigentes consultados, sólo puede acabar con la expulsión de ambos, por haber cometido una "falta muy grave", al haber desobedecido reiteradamente las resoluciones federales que pedían su dimisión. El sábado, turno del Consejo Político Federal, su máximo órgano de dirección entre asambleas, que componen más de 200 miembros. Allí, además de ratificar a Garzón como candidato, volverá a colarse Madrid. En este caso, por el debate central de la convergencia.
Lo previsible es que se dé el visto bueno a la hoja de ruta que se aprobó hace una semana en una reunión de trabajo de diversas áreas. Es decir, que se mantenga la preferencia por el formato de la coalición electoral, pero se permita la confluencia bajo otras soluciones jurídicas, como el partido instrumental, siempre que así lo autorice la militancia en referéndum. Ese era el puente que la dirección federal quiso tender al candidato ganador de las primarias en la capital, Mauricio Valiente –quien hizo tándem con Tania Sánchez para la Comunidad–, que manifestó su voluntad de llegar hasta el final y subirse al carro de Ganemos y Podemos, pesara a quien pesara. Valiente no está solo. Le acompaña el sector que le apoyó en el proceso interno y que, en cambio, decidió quedarse dentro de IU. Un grupo en el que figura, y no es un dato menor, Álvaro Aguilera, el secretario general del Partido Comunista de Madrid (PCM), que ya rompió con la actual dirección de IU-CM.
Quienes controlan los órganos madrileños son los afines a Pérez y Gordo, y lo llevan haciendo desde hace dos décadas. Pero Valiente y Aguilera sostienen que su grupo es "mayoritario" en las bases y que es el aparato el que se ha quedado "fuera" de IU, al no cumplir las resoluciones federales sobre Bankia y resistirse a la convergencia.
Advertencias a Valiente
El conflicto sigue enquistado tras la marcha de Sánchez porque, pese a la puerta que ha dejado abierto el federal a la solución partido, el aparato madrileño rechaza, por ahora, toda opción que no sea la coalición electoral, porque es la que, a su juicio, le permite el mantenimiento de las siglas y no la "disolución" de las mismas. IU-CM ya ha desautorizado al sector de Valiente y Aguilera (Cambiar Madrid) y ha advertido al primero muy seriamente: si sigue "legitimando procesos de supuesta convergencia en los que, consciente y deliberadamente, se excluye la participación de IU-CM", se acerca "cada vez más a la puerta de salida de la organización" y "de seguir actuando al margen y/o contra IU-CM, más pronto que tarde dejará de ser su candidato". Un aviso directo. Le descabalgará si apuesta por Ganemos y Podemos que, como Equo, ya han validado el marco de entendimiento, que contempla la creación de un partido instrumental.
Una expulsión situaría a IU-CM en el escenario de una nueva ruptura. Y muchos dirigentes próximos a Garzón entienden que entonces la dirección federal tendrá que posicionarse. O intervenir Madrid, o desfederar (desligarse) de IU-CM o reconocer como su candidato en la capital a Valiente, en coherencia con la línea de convergencia aprobada. Y para que eso ocurra, Lara debería dar su plácet. Pero el líder rehúye las soluciones traumáticas. En declaraciones públicas, ha subrayado que él es un coordinador "de paz". Tampoco lo facilitan los estatutos, que ni siquiera contemplan la posibilidad de nombrar una gestora, tal y como ha hecho Pedro Sánchez con el PSM.
El diputado por Málaga y secretario de Proceso Constituyente y Convergencia va ganando peso dentro de la cúpula federal y Lara le va cediendo más espacio. Será él, por ejemplo, quien represente a IU en el debate del estado de la nación de la próxima semana. Y tiene detrás a federaciones de peso como Andalucía –su conexión con el coordinador regional, Antonio Maíllo, es total–, Valencia o EUiA (Cataluña), más otros territorios como Galicia, Murcia, Baleares o La Rioja. Garzón ya marcó la pauta hace meses cuando exigió "picas y cabezas" por el caso Bankia, que cayeran "los corruptos y los responsables políticos de aupar a esos corruptos". Ahora podría señalar el sendero.
En el entorno del parlamentario calculan que este sábado el Consejo Político validará el giro en la política de convergencia –alianzas sí, sin importar la fórmula jurídica– y que IU-CM no saldrá de su trinchera y se negará a salir del paradigma la coalición electoral. De modo que acabará expulsando a Valiente y nombrando un nuevo cabeza de lista. Una previsión que, por otra parte, también se maneja en la dirección colegiada de IU-CM. En los previsiones de varios dirigentes de la ejecutiva federal está que el aparato madrileño ni siquiera aceptará expulsar a Gordo y Pérez –en caso de que esa sea la resolución que se adopte hoy, a instancias de las instructoras, Amanda Meyer y Henar Moreno–, porque así lo ha anticipado el propio portavoz municipal. Pérez advirtió de que IU federal no tenía potestad para echar a un miembro de IU-CM, un partido con personalidad jurídica propia, con un CIF propio en el Ministerio del Interior.
El papel de Centella
Llegados a ese punto, "Cayo tendrá que elegir con quién se queda, con IU-CM o con Valiente y los suyos, no tendrá otra", señalan desde el círculo de Garzón, que percibe la situación con moderado optimismo, porque siente que el coordinador de la Presidencia, José Luis Centella, también ve que algo hay que hacer. Centella ya defendió, en la reunión del pasado 30 de enero, una solución intermedia entre quienes pedían entonces la intervención y quienes la rechazaban, pero ante la resistencia de Lara se acabó alineando con él. Centella es una pieza clave, pues al ser líder del PCE, tiene detrás toda la estructura del partido, la principal fuerza orgánica de IU. Quienes hablan con él en los últimos días tienen la impresión de que está "más convencido" de que hay que acabar ya con el culebrón de Madrid e intervenir, de alguna forma, en Madrid. Este diario intentó contactar, sin éxito, con Centella. Él siempre rechaza hablar de cuestiones internas en público, pese a su gran ascendente.
Quien sí aceptar hablar es Adolfo Barrena, el nuevo secretario de Organización. "Cayo goza de confianza y apoyo dentro de la organización", advierte primero. El jefe del aparato se niega a "especular" sobre escenarios futuros y a anticipar lo que puedan deliberar los órganos de dirección. Tampoco quiere hacer "declaraciones sobre declaraciones".
En IU han impactado las últimas palabras de Ángel Pérez y su mano derecha, la diputada autonómica Libertad Martínez y miembro de la dirección colegiada de IU-CM. El primero cargó con dureza en rueda de prensa contra Garzón: dijo que "miente como un bellaco, políticamente hablando", cuando asegura que hay que expulsarle por su responsabilidad política en Caja Madrid y añadió que "debería irse" por no enterarse de la situación de la salida a bolsa de Bankia aun estando en la Comisión de Economía del Congreso. Martínez, a su vez, definió en Abc al candidato a la Moncloa como "un señor que se ha erigido en zar y al que todo le da igual", y de cuyo ascensó culpó directamente a Centella, al que etiquetó como "el gran caballo de Troya" que ha decidido "trazar el camino de la disolución" de IU. Barrena rechaza contestar a ambos. Sí reconoce que el conflicto en Madrid no ha mejorado nada. Pero el tiempo apremia, porque las listas se presentan a mediados de abril.
El debate político de fondo
Los dirigentes más cercanos a Lara anticipan que no habrá intervención de IU-CM y que el planteamiento es que la cuestión se intente enterrar hoy en la Presidencia. Añaden que tampoco Olimpo, la sede federal, puede apoyar a un candidato que no respalden los órganos. "Aquí no pueden existir proyectos personalistas. Si los órganos de IU-CM deciden apostar sólo por la coalición y tienen mayoría suficiente para que se imponga, quien haga lo contrario estará nadando contracorriente", observa un responsable muy próximo al coordinador, que sigue viendo objeciones a la fórmula partido y a la confluencia por la confluencia: "Una cosa es perder las elecciones y otra perder la identidad". Ahí es donde reside el quid de la cuestión: el enfrentamiento entre quienes sostienen que hay que converger, también incluso como vía de salvación frente al naufragio, y los que piensan que IU debe mantener sus siglas, aunque se vea golpeada por la pujanza de Podemos.
Son los primeros, en consecuencia, los que consideran que "es inevitable desfederar IU-CMdesfederar " para montar una dirección alineada con la doctrina federal. Porque ya "no hay negociación posible con la gente de Pérez" y porque el conflicto está lastrando al resto de territorios, que ven cómo el incendio les afecta cada día más. "Esto ya es inaguantable", opina un candidato valenciano. "Si no hay una opinión más clara de que hay que intervenir, es que no tenemos dirección. Ya hemos sufrido la marcha de Tania, y ahora podemos perder a Mauricio. Si la dirección no se da cuenta de que ha de tomar partido... IU no puede reconocer a otro candidato que no sea Mauri". Otros opinan que IU-CM se desfederará sola. Es decir, seguirá "yendo a su aire", al margen de la dinámica de Olimpo.
Acto de Valiente y Aguilera este viernes
En la dirección colegiada, en cambio, no contemplan otra alternativa que Olimpo caiga del lado de IU-CM. "Descarto que se posicione del lado de Mauricio", sentencia con rotundidad un miembro de la cúpula. IU-CM, pasado el Consejo Político Federal, podría convocar un referéndum entre sus militantes de la ciudad sobre la convergencia con Ganemos y Podemos. Pero cuenta con que le será desfavorable a Valiente. De modo que si este persiste en sus planes, nombrarían nuevo cabeza de lista. Una opción podría ser Raquel López, la que quedó segunda en las primarias. Pero, si Valiente cae, su sustituto llegaría más adelante. Primero se pondrá el cabeza de lista autonómica, el último fin de semana de febrero. Han sonado nombres como el del exlíder de CCOO Madrid Javier López o el del poeta Luis García Montero, de Izquierda Abierta, aunque este ha rechazado la oferta, según fuentes de su entorno más cercano, aunque las conversaciones para convencerle seguían.
¿Qué ocurriría si IU federal apoyase a Valiente? ¿Qué haría con la lista autonómica? ¿A quién respaldaría? Tampoco se sabe cómo se compondría el puzle. Cambiar Madrid está trabajando en la unidad popular, y no descarta alianzas con Podemos o con el proyecto de Tania Sánchez. Este viernes, Valiente y Aguilera protagonizan un acto en el Círculo de Bellas Artes de la capital con representantes de las luchas sociales. El grupo promete seguir adelante, cueste lo que cueste. Y en él están incluidos no sólo cuadros y militantes madrileños, sino dirigentes federales como Marga Ferré, secretaria de Programa.
Lo que está claro es que IU sigue atrapada en su misma red desde hace casi cinco meses, desde que estallara el caso de las tarjetas black. El detonante de una crisis larvada desde hacía mucho más tiempo y que puede acabar por pulverizar sus expectativas electorales, fagocitada por Podemos. Pero de momento no ha encontrado la tecla para poner el contador a cero y salir de su ratonera.
"Que no se cuente conmigo para intervenir una federación". Cayo Lara ha trasladado ese mensaje a su círculo de confianza. Que no quiere ni querrá meter la mano en ninguna federación. Y eso va por Madrid, cuya guerra interna no ha menguado aún y a la que le quedan varias batallas por delante, a 93 días de las elecciones municipales y autonómicas de mayo. A su vez, el clamor de una parte de Izquierda Unida –que personifica el candidato a la Moncloa, Alberto Garzón– a favor de la toma del control de Madrid no se ha apagado. Colea y coleará. Una petición que vuelve a situar en el epicentro del conflicto al coordinador, en la medida en que él tiene la principal llave para decir sí o no. Hasta ahora, él se ha negado con toda rotundidad, y la duda es si resistirá la nueva presión.