Albert Rivera se reivindicó este miércoles en la sesión de investidura de Mariano Rajoy como puente entre PP y PSOE, dos partidos que, a su juicio, "aunque no lo sepan, están más unidos de lo que piensan". En su discurso, el líder de Ciudadanos hizo un último intento por atraer para el candidato del PP el voto de los parlamentarios socialistas asegurando que, a veces, "hay que elegir entre lo malo y lo menos malo".
En este sentido, dijo que para él lo "ideal" habría sido "un consenso de 254 escaños" –los que suman PP, PSOE y Ciudadanos– "con un nuevo presidente, con un nuevo Gobierno, con nuevas políticas y con un consenso muy amplio para aplicar las reformas que España necesita". Rivera lamentó que no hubiera podido ser por la negativa del PP a "buscar un presidente de consenso" y por la negativa del PSOE a sentarse con los conservadores y acusó a la "vieja política" de impedir "un gran acuerdo de Estado para gobernar dos o tres años" y hacer las citadas reformas.
Y ahí fue cuando Rivera se refirió al "plan B", el acuerdo que su partido firmó con el PP el pasado domingo y que servirá para que los 32 diputados naranjas voten sí a Rajoy. También le dará su apoyo la representante de Coalición Canaria. No obstante, el candidato conservador suma así 170 votos y le faltan 6 para la mayoría absoluta (176 escaños) en la primera votación, y 11 abstenciones para la mayoría simple (más síes que noes) en la segunda ronda. Por eso Rivera insistió en este punto en su llamamiento al PSOE.
Lo hizo también intentando convencer a los socialistas de la capacidad de influencia que, según su criterio, podrían tener en el nuevo Ejecutivo capitaneado por Rajoy. "Le pido que reflexione sobre el papel que puede jugar el PSOE si hay un Gobierno del PP en minoría (...). No sea un tapón", aseveró. También le reclamó "que ponga condiciones, que negocie, que exija" y que reflexione sobre "qué cambios son necesarios". E insistió en la "potencia" que los socialistas pueden tener los 85 diputados del PSOE frente a un PP "que tendrá que pactar todo con la oposición".
Así, Rivera insistió en varias ocasiones en que de las 150 medidas pactadas con el PP, 100 están en el acuerdo que Ciudadanos suscribió con Sánchez en marzo. Lo cierto es que el análisis de ambos documentos evidencia que son más las medidas incluidas en el acuerdo con el PSOE que ahora han desaparecido que las que se mantienen. [Consultar aquí todas las medidas que C's pactó con el PSOE y ya no están en el acuerdo con el PP]
Rivera, entre dos aguas
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El líder de Ciudadanos bailó entre dos aguas. Por un lado, repitió hasta en tres ocasiones –sólo en su primera intervención– que no se fía de Rajoy y señaló que por eso su partido puso como condición la puesta en marcha de una comisión de investigación parlamentaria sobre la financiación ilegal de su partido. Después, en su segunda intervención, añadió: "No nos fiamos porque sus tesoreros y sus partidos están imputados".
Sin embargo, por otro lado, el líder de la formación naranja insistió en poner en valor el acuerdo suscrito con los conservadores. Así, dedicó buena parte de su intervención a detallar las medidas pactadas con él en materia fiscal, laboral, social, educativa o de reforma institucional. Y citó varias de ellas como la reforma del sistema de autónomos, el pacto de Estado por la educación...
Rivera también aprovechó su discurso para lanzar numerosos dardos contra Podemos y su secretario general, Pablo Iglesias, a los que acusó de haberse limitado a ejercer como "comentaristas del verano". "Ustedes piden el CNI, nosotros la dación en pago", le espetó a Iglesias en alusión a una de las medidas incluidas en el pacto de investidura PP-Ciudadanos. También le dijo mientras Iglesias es "más partidario de hombres de Estado como Otegi", él lo es más de "Suárez o González".
Albert Rivera se reivindicó este miércoles en la sesión de investidura de Mariano Rajoy como puente entre PP y PSOE, dos partidos que, a su juicio, "aunque no lo sepan, están más unidos de lo que piensan". En su discurso, el líder de Ciudadanos hizo un último intento por atraer para el candidato del PP el voto de los parlamentarios socialistas asegurando que, a veces, "hay que elegir entre lo malo y lo menos malo".