El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se sabe bajo los focos. Por eso este miércoles se esforzó en situar a su partido, aupado al centro del escenario por los resultados de las elecciones catalanas y por las encuestas de intención de voto, como el eje de entrada “en una nueva etapa política” que ponga en marcha “España como un proyecto de valores civiles y constitucionales”.
Convocado por el Fórum Europa, ante un auditorio propicio que aborrotaba uno de los salones del lujoso Hotel Ritz de Madrid y presentado por Eduardo Serra, el que fuera ministro con Felipe González y con José María Aznar y hoy presidente del lobby empresarial de las grandes operadoras de telecomunicaciones, Rivera proclamó que el eje izquierda derecha “ya no existe”. “Algunos”, señaló, “quieren que el mundo se defina por eso y yo como liberal me niego a pensar que las preguntas del siglo XXI se respondan con dogmas” que nos mantienen “atrapados en el pasado”. “España está paralizada porque las premisas del siglo XX” en “una legislatura transitoria en la que lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer”.
Lo que le falta al bipartidismo, a PP y PSOE, es valentía para llevar a cabo los cambios que son necesarios y un proyecto para España, indicó. “Hay que ser valiente, no vale el catenaccio, no vale el empate”, porque “cuando sales a empatar acabas perdiendo. Y España se merece una legislatura ambiciosa y valiente”. Se merece, argumentó, un “proyecto de valores civiles y constitucionales” que dé la batalla al nacionalismo, “el mayor adversario de España y de Europa”. Es el momento, según él, de “defender ese modelo en todos los ámbitos, con todos los resortes de una nación”.
“Ese es el motivo por el que hemos ganado en Cataluña, porque no hemos tenido complejos en defender esos valores civiles”, subrayó. Y “ese proyecto de reagrupación en torno es lo que nos toca hacer a Ciudadanos”. Como antes lo hicieron Suárez, Felipe González o José María Aznar, pero no José Luis Rodríguez Zapatero Mariano Rajoy, apuntó. “Yo echo en falta un proyecto nacional, no de partido. Un proyecto de España. Y los españoles premiarán a los que piensen mas en España que en su partido”, pronosticó.
Para conseguir ese objetivo “hemos ganado en Cataluña, pero no es suficiente, hay que ganar en toda España. No podemos perder perdón por ser españoles en ningún rincón de España”, subrayó.
Rivera se apoyó en Felipe de Borbón para defender que “no podemos caer en el conformismo y el inmovilismo y eso significa ser ambiciosos y avanzar. Se abre una nueva era política en el mundo; no podemos seguir en el siglo XX dividiendo a la gente en bandos y en territorios”. Cada vez más españoles, añadió, “apoyan ese proyecto”, peor es a Ciudadanos a quien le toca ahora “generar confianza”, explicar su proyecto y “ser capaces de poner encima de la mesa alternativas”.
Ver másLas dudas sobre la financiación de Ciudadanos: del dinero de los grupos institucionales a las asesorías del partido
Lo más prudente en momentos difíciles, aseguró, “es ser valientes. En Cataluña fue imprudente no hacer nada. Eso apliquémoslo a España: la parálisis se convierte ene imprudencia cuando no aprovechamos las oportunidades”.
Ya en el turno de preguntas, y consciente del coste que supone que su partido sea el principal soporte del Gobierno, Rivera no tuvo inconveniente en denunciar “la chapuza” que protagonizó el Gobierno el 1 de octubre y en criticar su negativa a aplicar el artículo 155 sin esperar al referéndum. Y en reclamar a Mariano Rajoy que respete la palabra dada y cumpla el acuerdo que firmó con Ciudadanos que obliga a los imputados por corrupción a abandonar sus puestos (Cs reclama la dimisión de la senadora del PP Pilar Barreiro, imputada en la trama Púnica). “Le pido al presidente que cumpla el acuerdo. La gente seria tiene palabra”. Lo que no puede hacer el PP es “condicionar con su corrupción el futuro; el ‘caso PP’ está lastrando y paralizando España . Rajoy no puede optar por “embarrar” la legislatura con corrupción e incumplimientos.
Rivera lamento también la actitud del PSOE, que no quiere abstenerse en los presupuestos para evitar que el PP tenga que depender del PNV. “¿Cuándo vamos a dejar de pastelear con los nacionalistas?”, se preguntó. “Estoy harto de que PP y PSOE sean incapaces de llegar a acuerdos por España” pero sí para “taparse la corrupción. Que [Pedrp]Sánchez deje el ‘no es no’ y se siente a negociar”, reclamó, porque los Presupuestos no pueden “depender del 0,6 % de los votantes de España, que votan al PNV”.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se sabe bajo los focos. Por eso este miércoles se esforzó en situar a su partido, aupado al centro del escenario por los resultados de las elecciones catalanas y por las encuestas de intención de voto, como el eje de entrada “en una nueva etapa política” que ponga en marcha “España como un proyecto de valores civiles y constitucionales”.