Alfredo Pérez Rubalcaba siempre rehúye hablar de encuestas, y más cuando se pone en el disparadero la cuestión interna y la carrera por el liderazgo del PSOE. Por eso se limita, cuando se le pregunta, a hacer una reflexión general, sin ahondar demasiado en interpretaciones. Este lunes repitió ese mismo esquema.
El último fin de semana –y aún hoy, en la Ser– ha sido pródigo en sondeos electorales, todos ellos con la característica en común de la caída del bipartidismo, la bajada meteórica del PP, la no remontada de los socialistas y el ascenso de IU y UPyD. Y también coinciden en la apreciación de los votantes socialistas respecto a las primarias: la mayoría cree que deben adelantarse a este año. Y sobre nombres, los preferidos son Carme Chacón y Eduardo Madina. De todo ello se le inquirió al secretario general de los socialistas. Rubalcaba juzgó que hablar del fin del bipartidismo –augurado también por el CIS– es "prematuro" a estas alturas, cuando quedan más de dos años para las siguientes elecciones generales. Sí reconoció que PSOE y PP están pagando "más duro" las consecuencias de la crisis. Uno porque gobierna y el otro porque gobernó hasta 2011. En cualquier caso, y en línea con lo que ya expresó en su día Óscar López, enfatizó que mientras que los conservadores caen "muchísimo", los socialistas se mantienen o retroceden un poco.
El líder, no obstante, se escudó en la gran disparidad de las encuestas, y en "casi la mitad" de los preguntados no responde o dice no saber a quién votará en las siguientes generales. Lo más significativo de lo que contestan los ciudadanos, afirmó, son dos aspectos: que se encuentran "mal" por la crisis y que quieren "pactos", ariete que le llevó a defender de nuevo la necesidad de un gran acuerdo de todos –con el Gobierno, con las fuerzas políticas, con sindicatos y empresarios y con las comunidades autónomas–. De hecho, la ejecutiva federal del PSOE, que se reunió hoy en Ferraz, estuvo discutiendo casi monográficamente sobre el plan de reactivación económica y la propuesta de acuerdo de Estado ambicionada por Ferraz, focalizado en nueve aspectos (sanidad y educación, refuerzo del pacto de Toledo, vivienda, control de precios y moderación de beneficios empresariales, modelo fiscal, políticas para el crecimiento e industriales, reforma para la competitividad de algunos sectores, reforma de las administraciones públicas y Ley de Transparencia).
El PP encuentra un nuevo enemigo: IU
Nunca dijo a Page que no se presentaría a primarias
Rubalcaba halló "lógica" la desconfianza de los españoles en la política y las instituciones: "Si la gente no ve salida, lógicamente desconfía. Es perfectamente comprensible que una sociedad con desesperanza desconfíe".
En el resto de asuntos –singularmente, primarias–, directamente no se mojó ("Me cuesta opinar"), porque cree que lo mollar es el pesimismo ciudadano y la necesidad de pactos. Una última cosa, también sobre primarias: la insistencia de Emiliano García-Page, alcalde de Toledo y secretario general de los socialistas manchegos, en afirmar que tenía la "sensación" de que Rubalcaba no se presentará a las elecciones internas y que no será un "tapón" para la sucesión. ¿Es así? "Nunca he trasladado esa opinión", zanjó, molesto. Lo que dijo Page es una "opinión personal" suya.
Alfredo Pérez Rubalcaba siempre rehúye hablar de encuestas, y más cuando se pone en el disparadero la cuestión interna y la carrera por el liderazgo del PSOE. Por eso se limita, cuando se le pregunta, a hacer una reflexión general, sin ahondar demasiado en interpretaciones. Este lunes repitió ese mismo esquema.