El PSOE ha puesto toda la carne en el asador contra la Ley del Aborto del Gobierno y ya ha advertido de que no soltará la presa. Menos aún cuando el PP está asfixiándose en la parrilla, chamuscado por la creciente oposición interna. A esas voces críticas ayer miércoles les dijo Mariano Rajoy que dejaran de ventilar en público sus diferencias con el anteproyecto de Alberto Ruiz-Gallardón. Razón por la que este jueves Alfredo Pérez Rubalcaba subrayó que más le valdría al presidente retirar de inmediato la ley más que "prohibir a sus dirigentes que hablen".
El secretario general clausuró el Foro Interparlamentario Socialista, celebrado en la sede federal, en Ferraz, convocado monográficamente para discutir sobre el "recorte de derechos y libertades" operado por los conservadores. Tenía delante a más de 200 dirigentes, diputados, senadores, europarlamentarios, alcaldes y concejales de todos los puntos de España. Como viene describiendo en las últimas semanas, insistió en que el Ejecutivo centró la primera parte de la legislatura en la mutilación de los derechos sociales y laborales, y ahora ha inaugurado el segundo tramo con la amputación de libertades y derechos, con la Ley de Seguridad Ciudadana –todavía un borrador–, la Ley de Seguridad Privada –ya en el Senado– o la contrarreforma del aborto. A todos estos textos les une el interés del PP en "reconciliarse con la extrema derecha". El "hilo conductor" es, pues, la "ideología" de una derecha que pensó que había "muchos derechos y muchas libertades" y que quería poner en marcha "una segunda transición, pero hacia atrás".
La médula espinal de la estrategia de la oposición, sin embargo, se halla en el anteproyecto de Gallardón. Rubalcaba recordó la "importante contestación" que ha desatado la ley fuera de España, ya que Europa se asombra con que "un señor quiera llevar" al país "a la cola" de los derechos civiles. "Europa entera ha mirado hacia aquí y ha dicho 'Esto no puede ser'. Este es un buen momento para decir al señor Rajoy que se aclare con qué derecha europea quiere estar, si con la derecha de la Ley de Plazos, con la derecha alemana, francesa o británica o quiere estar con [Jean-Marie] Le Pen [exlíder del Front National francés], que es el único líder europeo que ha salido a aplaudir entusiásticamente la ley. Este es un buen debate para las elecciones europeas", que se celebrarán el 25 de mayo, que aclare "con qué derecha quiere estar en materia de libertades: con [David] Cameron, con [Angela] Merkel, con [Nicolas] Sarkozy o con Le Pen. Que lo diga", apremió el líder. Ayer, la vicesecretaria general, Elena Valenciano, ya adelantó que el PSOE convertirá el rechazo a la reforma del Ejecutivo y las "libertades de las mujeres" en un eje "central" de su campaña para los comicios a la Eurocámara.
"Dentro y fuera de las instituciones"
Rubalcaba se refirió al "lío considerable" que se ha "montado" en el PP por la contrarreforma de Gallardón, porque no se admiten tan fácilmente "retrocesos" y porque este tema no crea tensiones en la sociedad española. El secretario general volvió a pedir al presidente que retire la ley, que "la meta en el cajón y la guarde bajo siete llaves", que sólo sirve para "satisfacer" los deseos de la extrema derecha, los anhelos de una minoría que quiere "imponer su moral". "Que no haga este canje: me reconcilio con la derecha más radical a cambio de que las mujeres pierdan la libertad de decidir sobre su propia maternidad. Que no haga este canje innoble. Hay una forma más civilizada de acabar con el debate en su partido que la de prohibir a sus dirigentes que hablen: es retirar la ley. Es lo que tenemos que decir".
Los socialistas van a intentar "por todos los medios" que no haya "retrocesos", que no se consume este "paso atrás", para lo que van a trabajar, dijo, "dentro y fuera de las instituciones". Justo antes que Rubalcaba, intervino Marcelino Iglesias, portavoz en el Senado, donde subrayó la "enseñanza útil" que, tras el rosario de recortes del PP, pueden extraer los ciudadanos –sobre todo aquellos que "se quedaron en casa" en las generales de 2011 o que, directamente, votaron a Rajoy–: que los avances en derechos "no son inamovibles".
IU: rechazo a la cesión de los "estamentos más reaccionarios"
No sólo el PSOE considera clave la lucha contra el restrictivo texto del ministro de Justicia. También lo cree Izquierda Plural. La portavoz de la Comisión de Igualdad del grupo parlamentario de IU-ICV-CHA, Ascensión de las Heras, diputada de IU, registró este jueves una proposición no de ley para que el Congreso inste al Gobierno a retirar el borrador de la ley, en la misma línea que la iniciativa socialista presentada la pasada semana.
La propuesta de De las Heras reclama también al Ejecutivo que "no atente contra los derechos fundamentales de las mujeres” y, por lo tanto, que no se modifique “de manera restrictiva la actual Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo sin que esta pueda ser modificada si no es para garantizar y ampliar los derechos reconocidos en el texto vigente”. El decrecho de las mujeres a decidir su maternidad "es un derecho fundamental y, como tal, no puede ser objeto de intercambio con los estamentos religiosos y sociales más reaccionarios".
El PSOE ha puesto toda la carne en el asador contra la Ley del Aborto del Gobierno y ya ha advertido de que no soltará la presa. Menos aún cuando el PP está asfixiándose en la parrilla, chamuscado por la creciente oposición interna. A esas voces críticas ayer miércoles les dijo Mariano Rajoy que dejaran de ventilar en público sus diferencias con el anteproyecto de Alberto Ruiz-Gallardón. Razón por la que este jueves Alfredo Pérez Rubalcaba subrayó que más le valdría al presidente retirar de inmediato la ley más que "prohibir a sus dirigentes que hablen".