Rui Pinto, el rostro de Football Leaks, ha pasado los últimos nueve meses en la cárcel. En esta entrevista con dos redactores del semanario alemán Der Spiegel se pronuncia por primera vez sobre los 147 cargos que se le imputan y el tiempo que ha pasado en prisión preventiva. La cárcel donde se encuentra actualmente el más duro acusador contra la industria del fútbol está situada en el centro de Lisboa. Un camino entre edificios grises de varios pisos termina frente al alto muro que rodea la instalación policial, coronado con alambre de espino. El silencio reina esta mañana de lunes, sólo roto por los anuncios de los guardias que escupen los altavoces.
Desde hace unos nueve meses, esta prisión es el domicilio de Rui Pinto, el hombre que está detrás de Football Leaks. Desde 2016, Pinto ha proporcionado a Der Spiegel más de 70 millones de documentos, que la revista alemana ha analizado junto con sus socios de la red periodística European Investigative Collaborations (EIC), a la que pertenece infoLibre. Los documentos han sido la fuente que ha servido para elaborar más de 1.000 artículos, muchos de los cuales han dado lugar a procedimientos judiciales.
Hasta ahora, sin embargo, Pinto es la única persona que ha sido encarcelada como resultado de las revelaciones. Las autoridades detuvieron al ciudadano portugués de 31 años en Budapest el pasado mes de enero y lo extraditaron a Lisboa en marzo. El fiscal portugués acusa a Pinto de 147 delitos, incluyendo intento de extorsión, crimen informático y violación de las leyes de secreto postal.
Después de negarse durante meses, la justicia portuguesa acaba de concederle permiso para realizar una entrevista. Pinto se pronuncia por primera vez sobre las acusaciones, su estancia en la cárcel y el próximo juicio.
Cuando entraron en la cárcel para realizar la entrevista, los periodistas de Der Spiegel tuvieron que pasar por una puerta de seguridad y guardar bajo llave cualquier objeto metálico, incluidos teléfonos móviles y aparatos de grabación, en una taquilla. Los funcionarios sólo les permitieron llevar cuadernos y bolígrafos. La entrevista con Pinto se desarrolló en una sala de conferencias. Las rejas de las ventanas quedaron cubiertas por cortinas. Pinto lleva una camiseta negra y unos vaqueros holgados. Parece mucho más delgado que cuando fue detenido y está mucho más pálido.
PREGUNTA: ¿Alguna vez imaginó que Football Leaks podría terminar para usted en una prisión de Lisboa?Football Leaks
RESPUESTA: Era consciente de que cualquier cosa podía pasar. Sabía que las autoridades portuguesas procesan a los whistleblowers [alertadores, denunciantes de corrupción], así que tenía que estar preparado para eso.
P: ¿Cómo le tratan los guardias?
R: Realmente no tengo ningún motivo para quejarme de ellos en absoluto. Son extremadamente educados. Hablamos mucho. Dicen que la cárcel no es el lugar adecuado para mí y que el país necesita más gente como yo, que esté dispuesta a luchar contra la corrupción y los conflictos de interés.
P: Permaneció en aislamiento durante más de seis meses. ¿Ahora tiene contacto con otros reclusos?
R: Sí, me trasladaron a principios de octubre y ahora estoy en un área con reclusos a los que se permite trabajar en prisión. Cocinan, lavan la ropa, incluso llevan una pequeña tienda. Puedo salir de mi celda y pasar tiempo con ellos, pero no se me permite trabajar. Tampoco puedo salir al patio grande. Ésa fue una orden específica del director de la prisión.
P: ¿Qué sabe de los otros reclusos?
R: La mayoría de ellos está en prisión preventiva, como yo, pero algunos ya han sido condenados. Hay muchos sudamericanos, algunos detenidos por tráfico de drogas.
P: Cuando lo entrevistamos en enero, expresó su temor a sufrir la violencia que es habitual en las cárceles. ¿Estaba justificada esa preocupación?
R: Hasta ahora, no he sido testigo de ningún comportamiento violento en absoluto. Pero los guardias también me dicen que esta prisión es como el cielo comparada con otras cárceles del país.
P: ¿Cómo pasó sus días en aislamiento?
R: Me movía entre mi celda y un patio muy pequeño. Caminaba en círculos y jugaba un poco al fútbol solo. En mi celda hacía ejercicio, leía mucho y escribía en mi cuaderno.
P: ¿Cómo le afectó mentalmente el aislamiento?
R: Al principio fue muy difícil. Todos somos seres humanos y necesitamos el contacto con otras personas. Pero tuve que aceptar la situación y adaptarme. Era muy importante para mí no perder la concentración.
P: ¿Centrarse en qué?
R: Las autoridades portuguesas tienen miedo de lo que sé y por eso es importante que no pierda la cabeza. Al principio escribía notas relacionadas con el caso en mi cuaderno, pero luego me lo quitaron. Mi abogado estaba presente cuando registraron mi celda y dijo que era ilegal quitarme las notas. No fueron los guardias de la prisión quienes lo hicieron, sino los fiscales portugueses. Hacen todo lo que quieren. Tardaron un mes en devolverme el cuaderno.
P: Mirando su situación ahora mismo, ¿cree que valió la pena?
R: Ha habido algunos resultados. Ahí están los casos de delito fiscal contra superestrellas del fútbol como Cristiano Ronaldo, José Mourinho, Radamel Falcao y Ángel Di María. Cristiano Ronaldo fue condenado por fraude fiscal. Hay un caso penal contra [el fondo de inversión] Doyen y [su gestor] Nélio Lucas en España. Hay investigaciones en Bélgica y Francia. En última instancia, habrá que tener paciencia para juzgar si todo valió la pena.
[Los documentos de Football Leaks destaparon el sistema de evasión fiscal que los grandes jugadores de fútbol utilizaban para trasladar parte de sus derechos de imagen a paraísos fiscales. Como consecuencia de las revelaciones, Cristiano Ronaldo tuvo que aceptar una sentencia de dos años de cárcel y pagar 19 millones de euros.
Football Leaks también reveló que el dinero sucio está generalizado en el negocio, además de descubrir los sistemas con los que oligarcas y jeques explotan el fútbol para su propio beneficio. La UEFA está investigando actualmente al Manchester City, un importante club inglés que ha recibido inyecciones de millones de dólares de Abu Dhabi. El club es sospechoso de haber violado las normas financieras internas de la asociación al firmar contratos de patrocinio falsos. Las sanciones penales podrían acarrearle incluso su expulsión de la Liga de Campeones.
Los documentos de Football Leaks también desvelaron cómo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, hizo regalos a un fiscal suizo de alto rango, que le permitió acceder a un fiscal federal que estaba investigando al organismo internacional].
P: ¿Cree usted que sus revelaciones han logrado mejorar algo en el mundo del fútbol?
R: El año pasado, Der Spiegel y la red EIC destaparon cómo los principales clubes de Europa planeaban unir sus fuerzas en una Superliga exclusiva. Tras publicarse la noticia, todos la desmintieron. Pero mire las últimas noticias: Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, ha creado una nueva asociación internacional de clubes que competirá con la UEFA y la ECA (European Club Association). Quieren hacer realidad la Superliga. Ha sido la misma mierda de siempre durante años. Simplemente sigue adelante.
P: ¿Cree usted que los clubes de fútbol trataron de esconderse y esperar a que pasara la tormenta de Football Leaks?Football Leaks
R: Mientras su equipo gane, nada más le importa a la gente, aunque se enteren de irregularidades, delitos y fallos sistémicos. No puedo luchar contra eso. El fútbol es intocable. Y las autoridades protegen el sector sólo porque es de alto interés público.
P: ¿Por qué cree que es así?
R: Si te fijas en el Benfica, el club más popular de Portugal, ves que es como un pulpo de influencia [con tentáculos] entre la élite de la nación. El club está bien conectado con la policía, los fiscales y los políticos, a los que a menudo regala entradas VIP para los partidos del Benfica. Se produciría un enorme conflicto de interés si alguna vez tuvieran que investigar seriamente al Benfica.
P: Se espera que su juicio comience a principios del próximo año. ¿Por qué tiene que permanecer en la cárcel hasta entonces?
R: No tiene sentido. Es irrazonable e injusto. Le pedí al juez permiso para ir a casa hasta que comience el juicio, pero el fiscal insistió en que existe el riesgo de que yo interfiera en la investigación: que pueda participar en actividades ilícitas junto con potencias extranjeras. Es ridículo.
P: ¿A quién se refiere el fiscal?
R: Supongo que se refiere a los fiscales de otros países que están dispuestos a cooperar conmigo y a trabajar con los datos que he reunido para investigar delitos en el mundo del fútbol. ¿No es increíble? En Portugal no sólo se criminaliza a los alertadores, sino también a las personas que quieren proteger a los alertadores.
P: ¿Las autoridades portuguesas no tienen interés en cooperar con usted?
R: El fiscal me dijo que la única cooperación que espera de mí es que me incrimine voluntariamente. No quieren utilizar los datos que he reunido, que contienen muchas pruebas de delitos cometidos por personas poderosas del mundo del fútbol. Revelé irregularidades en interés del bien común. Pero el único que ha sido procesado soy yo, el denunciante. Me presentan como un peligro para la seguridad pública.
[La investigación contra Pinto también surge de una denuncia presentada por el fondo de inversión y agencia deportiva Doyen y por su director, Nélio Lucas. Pinto se puso en contacto con Lucas en 2015 y le exigió una gran suma de dinero a cambio de no publicar en internet documentos sensibles sobre los negocios de Doyen. Lucas habló con la policía y, al parecer, entabló negociaciones con el abogado de Pinto. Pero antes de alcanzar ningún acuerdo, Pinto y el abogado se retiraron sin recibir ningún dinero.
Dado que la agencia representa todas las cosas desdeñables de la industria del fútbol que Pinto quería combatir, parece una especie de broma pesada que sea Doyen, entre todos las partes implicadas, la que lleve ahora al hombre de Football Leaks a los tribunales. La familia que estuvo detrás de la empresa durante muchos años, los Arifs de Kazajstán, recibió el apoyo de dudosos oligarcas e hizo su fortuna con hoteles, inmobiliarias y el comercio de materias primas. Doyen firmaba acuerdos millonarios en el negocio del fútbol a través de una opaca red de empresas, presionaba a los clubes y vinculaba a los jugadores con contratos por los que podían ser comprados y vendidos como esclavos. La fiscalía española abrió este verano una investigación sobre Doyen y varios de sus directivos por fraude fiscal y blanqueo de dinero. Esas acusaciones se basan en Football Leaks].
P: ¿Se arrepiente de algo?
R: Me arrepiento del primer contacto que tuve con Doyen en 2015, fui ingenuo entonces y fue claramente un error acercarme a ellos. Las autoridades dicen que fue un intento de extorsión y lo están usando para mantenerme en la cárcel. En mi opinión, no cometí ningún delito. Me acerqué a ellos para probar el valor de la información que había reunido. Nunca tuve la intención de aceptar su dinero.
P: No sólo ha sido acusado de intento de extorsión. Los fiscales lo acusan de un total de 147 delitos, incluyendo piratería informática y violación de las leyes relativas al secreto de la correspondencia. ¿Cómo responde a esas acusaciones?
R: Sé que parecen muchos delitos y probablemente seré acusado de delitos que no he cometido. Pero necesito dejar claro que toda la investigación ha sido completamente parcial y contiene grandes fallos. El acceso a la infraestructura de servidores del bufete PLMJ, por ejemplo, debería contarse como un solo delito. Sin embargo, en lugar de eso, contaron cada dirección de correo electrónico para sumar un total de más de 70 delitos. Eso es extremadamente raro.
P: ¿Pero tienen razón al decir que fue usted quien accedió al servidor?
R: Eso es discutible. Lo discutiré en el tribunal. Es prematuro hablar de ello ahora.
P: Lo que dice suena como si finalmente admitiera el pirateo, después de decirnos siempre que no es un hacker.hacker
R: Acepto totalmente que, desde el punto de vista de la ley portuguesa, algunos de mis actos pueden ser considerados ilegales y me pronunciaré al respecto. Pero sostengo que muchas de las cosas que se mencionan no se hicieron ilegalmente. Y no me considero un hacker.
P: ¿Qué significa para usted pirateo entonces?pirateo
R: Para mí, hackear significa entrar en un sistema a base de fuerza bruta y aprovecharse de él. Nunca he hecho nada así.
P: Pero la acusación dice que se encontró software de hackeo en su portátil.hackeo
R: Es cierto, pero en primer lugar, ese ordenador no sólo fue utilizado por mí. Segundo, sólo porque el software esté ahí no significa que lo haya usado realmente. Y tercero, la acusación nunca dice que esos programas se utilizaran para acceder a los datos.
P: Usted no sólo insistió continuamente en que no era un hacker, sino también en que no estaba actuando solo. Sin embargo, desde su arresto, Football Leaks ha guardado silencio. ¿Qué pasó con sus supuestos compañeros?hackerFootball Leaks
R: Tiene que ser paciente. Es cierto que yo era la cara del proyecto, pero ya veremos qué pasa en un futuro próximo.
P: En su apartamento de Budapest, las autoridades incautaron más de una docena de dispositivos de almacenamiento de datos. Algunos discos duros ni siquiera estaban encriptados. ¿Eso no fue descuidado?
R: En realidad, uno de esos discos estaba roto. Y el otro fue creado por otra persona en Sarajevo. Por desgracia estaba en mi apartamento en ese momento, porque lo estaba usando para hacer copias.
P: ¿Ese disco duro contenía material que otra persona había obtenido?
R: Lo diré otra vez: las autoridades me atribuirán muchos delitos que no he cometido. Pero no delataré a nadie.
P: ¿Cuál cree que será el resultado de su procesamiento?
R: Dudo que tenga un juicio justo. Creo que este caso terminará en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, porque a Portugal le importa un bledo la protección de los alertadores.
P: ¿Tiene miedo de algo?
R: No, no tengo miedo.
[El miércoles pasado, dos días después de esta entrevista, Rui Pinto se dio cuenta de cuál puede ser su futuro cuando se reunió en un tribunal por primera vez con los fiscales y las acusaciones. La cita en el palacio de justicia de Lisboa sirvió como una especie de audiencia previa al juicio, donde las partes tuvieron la primera oportunidad de convencer al juez con sus argumentos. Se abordaron buena parte de las formalidades legales; como, por ejemplo, si Lisboa tiene jurisdicción legal sobre el caso cuando un presunto ciberataque se ha llevado a cabo desde el extranjero.
En la mañana de la vista preliminar, la jueza Cláudia Pina tuvo que trasladar a toda prisa la sala de audiencias para dar cabida a todos los asistentes. Pinto entró el último en la sala, acompañado de cinco policías armados y protegidos con chalecos antibalas. Le quitaron las esposas y permanecieron todo el tiempo a su lado. Al otro lado de la sala se situaron los 14 abogados que representaban a las acusaciones, entre ellos la Federación Portuguesa de Fútbol, el bufete PLMJ, el club de fútbol Sporting de Lisboa, el Colegio de Abogados y Doyen. Las partes supuestamente perjudicadas y la Fiscalía nacional presentaron sus argumentos. Explicaron por qué el alcance de la acción está justificado y por qué consideran necesario abordar los 147 presuntos delitos en un juicio. Mientras las acusaciones hablaban, Pinto se acariciaba la cara repetidamente y se mordía las uñas. De vez en cuando, sacudía la cabeza con incredulidad.
Sus abogados defensores, Francisco Teixeira da Mota y su hija Luisa, se sentaban a pocos metros de él. Declararon que consideran inadmisible que la Fiscalía nacional haya ampliado la orden de detención europea emitida en enero de seis a 147 delitos.
La audiencia previa se prolongó durante varias horas. El abogado que representa a Doyen fue la única persona que pronunció la palabra whistleblower y sólo para negar a Pinto esa condición. Rui Pinto miraba en silencio mientras la sala se preparaba para ser escenario de procedimientos más complicados. La jueza Pina suspendió la vista al final de la tarde y dijo que el 13 de enero anunciará su decisión sobre si acusará a Pinto, dónde y por cuántos delitos].
P: Le consideramos un whistleblower por la relevancia de la información que reunió haciendo frente a un riesgo personal considerable. Otros, como los fiscales, por ejemplo, lo ven sólo como un delincuente. ¿Cuál es su respuesta a eso?whistleblower
R: Todos los debates son válidos. Si el director de un periódico escribe que soy un delincuente, no me voy a quejar de ello; es la libertad de prensa. Lo único que exijo es un debate honesto sobre lo que ha conseguido Football Leaks. Y hasta ahora no ha sido un debate justo, porque ahora mismo sólo se centra en mí como persona, y no en las irregularidades que he desvelado.
P: A finales de 2018, usted decidió dejar de vivir en el anonimato y cooperar con las autoridades francesas como alertador. Le ofrecieron la posibilidad de unirse a un programa de protección de testigos para que pudiera ayudar en sus investigaciones sobre delitos en el mundo del fútbol. ¿Sigue en pie esa oferta?cooperar con las autoridades francesas
R: Había planeado mudarme a París a finales de enero. Pero unos días antes fui arrestado. Después de eso, no he tenido ningún contacto con las autoridades francesas.
P: ¿Estaría dispuesto a seguir cooperando con los fiscales de otros países?
R: Sí, por supuesto. Siempre lo tendré en cuenta. Pero no mientras esté encerrado aquí. Eso no es justo.
P: A principios de este año, Eurojust, una agencia de la UE que facilita la cooperación entre fiscales, inició una investigación conjunta sobre el mundo del fútbol basada en sus datos. Fiscales de nueve países declararon su interés en trabajar juntos. ¿Esperaba usted más apoyo de ellos?
R: Sí, esperaba mucha más ayuda. Sé que Eurojust es una estructura muy burocrática, pero no me siento suficientemente respetado. Querían que cooperara plenamente sin darme nada a cambio. Si Portugal me condenara a 25 años de cárcel, Eurojust se limitaría a decir: “Ok, mala suerte. Pero todavía queremos tus datos”.
P: Los fiscales franceses tienen 27 terabytes de datos suyos. ¿Pueden acceder a ellos?
R: Todo está encriptado, y soy el único que tiene las contraseñas, memorizadas en mi cabeza.
P: ¿Esos datos sólo pertenecen al mundo del fútbol?
R: No, definitivamente no. Pero no debería hablar de personas o entidades específicas. De lo contrario, los fiscales podrían tratar de ir tras ellas e imputarme, por ejemplo, más violaciones del secreto de la correspondencia.
P: ¿Sigue sintiendo la necesidad de luchar personalmente contra la injusticia y el delito en el mundo del fútbol?
R: Sí, seguro. Un día saldré de la cárcel y entonces daré conferencias y escribiré artículos. Necesitamos más regulación, necesitamos que intervenga la Comisión Europea. Sólo este año, el negocio del fútbol se añadió a la lista de vigilancia de la UE en materia de blanqueo de dinero. Hay mucho que hacer.
P: ¿Sigue viendo partidos de fútbol en la cárcel?
R: Es difícil porque no tenemos muchos canales disponibles, así que no podemos ver muchos partidos. Normalmente los escucho en la radio.
P: Después de todo lo que le ha pasado, ¿sigue la actualidad del fútbol?
R: Sí, ¡claro! Es el mejor deporte del mundo. Sólo desprecio el turbio negocio que lo rodea.
P: En nuestra última entrevista, usted citó a su padre, quien le dijo cuando era más joven que el fútbol iba a arruinar su vida algún día. ¿Estaba en lo cierto?
R: Ya veremos. Esta lucha está lejos de terminar. En este momento, mi vida tiene menos que ver con el fútbol que con los desequilibrios del sistema político y judicial portugués y la forma en que protege la delincuencia.
P: ¿Cómo será la Navidad en la cárcel?
R: Difícil. No sólo para mí, sino para todos los que están aquí. Estoy seguro de que los presos y yo intentaremos pasarlo bien y olvidarnos de la triste realidad por un tiempo. Pero deberías pasar la Navidad con tus seres queridos. Aun así, a veces hay que hacer sacrificios.
P: Señor Pinto, muchas gracias por esta entrevista.
Rui Pinto, el rostro de Football Leaks, ha pasado los últimos nueve meses en la cárcel. En esta entrevista con dos redactores del semanario alemán Der Spiegel se pronuncia por primera vez sobre los 147 cargos que se le imputan y el tiempo que ha pasado en prisión preventiva. La cárcel donde se encuentra actualmente el más duro acusador contra la industria del fútbol está situada en el centro de Lisboa. Un camino entre edificios grises de varios pisos termina frente al alto muro que rodea la instalación policial, coronado con alambre de espino. El silencio reina esta mañana de lunes, sólo roto por los anuncios de los guardias que escupen los altavoces.