La situación abierta en el PSOE tras el anuncio de la retirada de Alfredo Pérez Rubalcaba, motivada por el hundimiento de los socialistas en las europeras del pasado domingo, se coló este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Minutos antes de que Eduardo Madina asegurara en los pasillos del Parlamento que sería candidato a la secretaría general del partido siempre que voten todos los militantes, la vicepresidenta del Gobierno hurgaba en la herida de la crisis interna del principal partido de la oposición.
Fue mientras respondía a la portavoz del PSOE, Soraya Rodríguez, sobre la "chapuza" de la reforma de la justicia universal cuando Soraya Sáenz de Santamaría criticó a los socialistas de "hacer una cosa en el Gobierno y otra en la oposición". "Así están ustedes", remató.
Acto seguido, Rodríguez replicó con un "como vosotros", algo que la vicepresidenta zanjó señalando que "ya les gustaría" a los socialistas.
A juicio de la mano de derecha de Mariano Rajoy en el Gobierno, la reforma de la justicia universal, que salió adelante gracias a la mayoría absoluta del PP sirve para "clarificar la situación procesal española y homologarla a lo que hacen otros países" de nuestro entorno, entre los que citó Francia o Italia.
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El pasado viernes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Sáenz de Santamaría cargó sobre el Congreso de los Diputados la responsabilidad de que este texto haya salido adelante cuando se le preguntó por las críticas de los jueces a la ley y las excarcelaciones de narcotraficantes. Igual que hizo en aquella ocasión, este miércoles, la vicepresidenta hizo hincapié en que no ha sido solo su Gobierno el que ha tocado este texto, sino que fue el PSOE el que, en 2009 "empezó a reformar la justicia universal".
Por su parte, Rodríguez exigió a la vicepresidenta una rectificación antes de que el caso llegue al Tribunal Constitucional y calificó la ley de "infame en su contenido y vergonzosa en su tramitación". Según sostuvo, el texto "daña a la reputación de España" y "abandona a las víctimas de estos delitos". "Usted era número dos de Exteriores. Todo lo que me ha dicho usted hoy, dígaselo al señor Moratinos", replicó Sáenz de Santamaría apuntando a la responsabilidad de los socialistas en esta reforma. "La falta de jurisdicción no es lo mismo que impunidad", sentenció. Una idea en la que insistiría después el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, preguntado por el mismo tema por la diputada de UPyD Irene Lozano.
Cinco de los seis jueces de instrucción de la Audiencia han mostrado sus diferencias contra esta reforma que nace de una iniciativa del partido del Gobierno y que limita sus competencias para investigar genocidios o crímenes de lesa humanidad cometidos en otros países. La semana pasada, el magistrado Fernando Andreu se sumó a las críticas de sus compañeros. “La situación que se nos ha planteado con la reforma de la justica universal es complicada, pero debemos ser optimistas ante una ley tan chapucera que ha dejado en libertad a 43 narcotraficantes y no ha conseguido cerrar ninguna de las causas para la cual se formuló”, dijo durante su intervención en el congreso internacional sobre justicia universal.
La situación abierta en el PSOE tras el anuncio de la retirada de Alfredo Pérez Rubalcaba, motivada por el hundimiento de los socialistas en las europeras del pasado domingo, se coló este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Minutos antes de que Eduardo Madina asegurara en los pasillos del Parlamento que sería candidato a la secretaría general del partido siempre que voten todos los militantes, la vicepresidenta del Gobierno hurgaba en la herida de la crisis interna del principal partido de la oposición.