El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistió este miércoles en el Congreso en defender la España plural y la necesidad de reforzar el autogobierno de las comunidades autónomas pero frente a la vía eslovena defendida por el president Quim Torra para resolver el conflicto catalán, la única vía posible “es la constitucional, el dialogo en la legalidad”. Todo lo que se sitúe fuera de la Constitución o del Estatuto de Autonomía, subrayó, “contará con la respuesta firme pero serena, proporcional, pero contundente, del Estado”. Sánchez no mencionó una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución, que el año pasado hizo posible la intervención de la autonomía catalana y la destitución de su Gobierno, pero sí añadió: “No hace falta decir más. No hay que gesticular ni hablar mas alto. Queda recogido en el acta de sesiones mi compromiso”.
“Reivindicar como reivindica el independentismo catalán la vía kosovar o eslovena”, subrayó el presidente, “denota un desconocimiento de la historia, una manipulación inaceptable y la desesperación de quienes ya no tiene ningún argumento mas que la mentira para sostener sus opciones políticas”.
Sánchez también dejó claro que el Gobierno no dará marcha atrás de su decisión de enviar a Cataluña los agentes de la Policía y de la Guardia Civil que sean necesarios para salvaguardar el orden público si las autoridades catalanes no ordenan actuar a los Mossos para hacer frente a las acciones dfe los autodenominados Comités de Defensa de la República (CDR) y subrayó que tampoco suspenderá la celebración del Consejo de Ministros previsto para el próximo 21 de diciembre, en el que además, anunció, se va a aprobar la elevación del salario mínimo interprofesional en 2019 a 900 euros.
El Gobierno no aceptará una “dejación de funciones por quien tiene encomendada la seguridad publica en Cataluña”, aseguró Sánchez. “Ante la injustificable inacción” de la Generalitat “nos hemos dirigido al Govern de Cataluña con un mensaje claro: que cumplan con sus obligaciones”. En caso contrario,enviará “un número suficiente de efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se desplazará a Cataluña”.
“Pese a las amenazas de algunos elementos radicales”, subrayó, el Gobierno “va a celebrar el Consejo de Ministros en Barcelona el 21 de diciembre”. No es el primero “que hacemos fuera de Madrid y no va a ser el último; mi voluntad es acercar el Gobierno a todos los puntos de España y reconocer su diversidad”.
El presidente, sin embargo, insistió también en que lo que no va a hacer es ceder a la presión de PP y Ciudadanos. “Yo defiendo la España plural, orgullosa de su diversidad, la Constitución y también el Título VIII. Creo en el autogobierno de las autonomías, defiendo su refuerzo. El centralismo es un error histórico, propio de las derechas que aquí hoy vuelven a caer en lo mismo por oportunismo”. Por eso, advirtió, “este Gobierno no va a dar un paso atrás” frente a los impulsos recentralizadores de las derecha”, del mismo modo que no “aceptaremos una nueva vulneración del orden constitucional” por parte de los independentistas.
La fortaleza de una democracia, razonó, “es integrar soluciones, alcanzar consensos y explorar el territorio del acuerdo. En él reside la voluntad de la mayoría”. Y “la mayoría de la sociedad catalana rechaza el unilateralismo, la mayoría está por el diálogo y la mejoría del autogobierno”.
“Lo dicen”, subrayó, “los estudios de opinión y lo dice la sensatez, que demanda soluciones desde la política. En ese camino van a encontrar al Gobierno de España, porque el Ejecutivo “defiende el autogobierno frente a los que reproducen una retórica recentralizadora que conduce al fracaso”.
Para combatir “las pulsiones de fragmentación”, propuso el presidente. “debemos articular un proyecto común de regeneración, una España plural que reconoce su diversidad. Y eso pasa por una regeneración moral y política”.
La solución al problema catalán “exige tiempo, diálogo y lealtad. “Primero entre catalanes”, que “deben forjar un nuevo acuerdo dentro del marco constitucional” con “los 3/5 que se necesitan para reformar el Estatuto”. “Lo primero que tiene que hacer” los independentistas “es reconocer a la parte no nacionalista y forjar un gran acuerdo entre catalanes, nacionalistas o no nacionalistas”.
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Y también “lealtad” por parte “de la oposición —no pido más que la misma que tuve yo con el Gobierno de Rajoy— y entre administraciones —“lo que no se construye con declaraciones que apelan a la violencia”—.
Negar el diálogo, enfatizó Sánchez en la parte final de su primera intervención, “es perseguir una quimera que acabará, se lo garantizo, en una nueva frustración”.
Ningún proyecto político “merece la pena si pone en riesgo la vida de nadie. La única vía posible es la constitucional. Allí nos van encontrar siempre, jamas en el odio, la confrontación y la irresponsabilidad”, concluyó el presidente.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, insistió este miércoles en el Congreso en defender la España plural y la necesidad de reforzar el autogobierno de las comunidades autónomas pero frente a la vía eslovena defendida por el president Quim Torra para resolver el conflicto catalán, la única vía posible “es la constitucional, el dialogo en la legalidad”. Todo lo que se sitúe fuera de la Constitución o del Estatuto de Autonomía, subrayó, “contará con la respuesta firme pero serena, proporcional, pero contundente, del Estado”. Sánchez no mencionó una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución, que el año pasado hizo posible la intervención de la autonomía catalana y la destitución de su Gobierno, pero sí añadió: “No hace falta decir más. No hay que gesticular ni hablar mas alto. Queda recogido en el acta de sesiones mi compromiso”.