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Sánchez apela desde Davos a combatir la amenaza de la ultraderecha respondiendo “a los problemas de las personas”

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó este miércoles su primera intervención en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos (Suiza) para hacer un llamamiento a combatir a la ultraderecha en todo el mundo dando respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Eso, explicó, es lo que quiere hacer en España. “Nos disponemos a demostrar que la extrema derecha, y el nacionalismo y populismos de cerrazón, sólo pueden ser combatidos de una forma: mediante la política del bien común; proporcionando respuestas a los problemas de las personas”.

Los ciudadanos, enfatizó, “creerán en la democracia, si la democracia cree en ellos, y en todos y cada uno de ellos. Si aspira a proporcionarles oportunidades, porque si no, nuestra economía social de mercado no va a sobrevivir. Nuestro modelo de libertades no va a sobrevivir”.

El presidente español aprovechó su primera cita internacional desde la investidura para defender la coalición PSOE-Unidas Podemos y subrayar su compromiso con “con la sociedad y el futuro” explicando las prioridades que se propone atender desde el nuevo Gobierno y que incluyen, entre otros asuntos, garantizar el crecimiento económico y la creación de empleo, impulsar la transformación digital de al economía, avanzar en ighualdad o poner en marcha la transición ecológica.

“No será un gobierno que quede de brazos cruzados” en asuntos tales como la desigualdad, sino “un gobierno dispuesto a actuar, comprometido con la sociedad y el futuro” y ”defensor de la rendición de cuentas”. Pero “siempre ejerceremos”, prometió, “rigor fiscal. Y por eso mantenemos los compromisos de reducción de déficit y deuda”.

l suyo, explicó, es un Gobierno con un mandato para cuatro años pero que va a trabajar “pensando en los próximos 5.000 días. Pensando en 2030 y 2050. Un mundo con crecimiento sostenible, en el que no haya trabajadores pobres y en el que la tecnología nos libere de tareas onerosas, un mundo limpio, ecológicamente sostenible, un planeta sin fecha de caducidad, con igualdad entre hombres y mujeres” y una mejor redistribución de la riqueza.

Es la segunda vez que Sánchez asiste a este foro, que reúne a la elite del capitalismo mundial, a jefes de Estado y de Gobierno y atrae también a activistas sociales, pero en esta ocasión lo hace después de haber formado el primer gobierno de coalición de la democracia española con un partido situado a la izquierda del PSOE y que tradicionalmente ha recelado de las recetas económicas predominantes en Davos.

A diferencia de sus antecesores, Sánchez ha convertido su presencia en citas internacionales en una constante de su forma de gobernar, convencido de que la solución de los problemas internos de España pasa también por la acción exterior. Prueba de su interés en esta cita es que está acompañado por dos vicepresidentas del Gobierno, Teresa Ribera y Nadia Calviño.

Como ya ocurrió el año pasado, Sánchez aprovechará su estancia para reunirse con directivos de grandes empresas que han pedido verse con él: el director ejecutivo de Apple, Tim Cook; el de Amazon Web Services (AWS, el negocio de computación en la nube de Amazon), Andy Jassy; el de ArcelorMittal, Lakshmi Mittal, la de Renault-Nissan (interina), Clotilde Delbos; y el presidente regional de Google, Matt Brittin.

Todos ellos tienen intereses o exposición a España y el Gobierno de España tiene especial interés en el sector tecnológico. Con Mittal y Jassy ya se reunió Sánchez hace un año en el mismo foro: el gigante siderúrgico pertenece a uno de los sectores más afectados por la guerra comercial entre EEUU y China y está pendiente de que se apruebe en España el estatuto de la empresa electrointensiva, que abaratará el coste de la luz a la gran industria.

AWS, por su parte, anunció en otoño una inversión de 2.500 millones de euros para abrir tres centros de datos en Aragón. Fuentes consultadas por Europa Press asumen que es posible que en estas reuniones salgan asuntos como la llamada tasa Google a determinados servicios digitales que planea el Ejecutivo. tasa Google  Si es así, dicen, explicarán la posición del Gobierno español y su disposición a adaptarse a una eventual decisión en el marco de la OCDE.

Junto a los grandes empresarios, Sánchez tiene en su agenda varios encuentros bilaterales y una reunión con una docena de bancos o fondos de inversión, entre ellos Bank of America, Zurich Insurance Group, Citi Group y Morgan Stanley.

Su objetivo es el de transmitir un mensaje de confianza en la economía justo después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) haya rebajado su previsión de crecimiento para España al 1,6% del PIB en 2020.

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Con todo, las mismas fuentes aseguran que en los preparativos para la cita de Davos no han detectado ninguna inquietud ni recelos hacia el nuevo Gobierno de Sánchez. El interés, dicen, es similar al de hace un año, con la única diferencia de que esta vez el gabinete de Sánchez ha contado con menos tiempo para organizarlo.

Aunque en el Gobierno argumentan que Davos es principalmente un foro para reunirse con actores no estatales —esa es su peculiaridad, que es un foro al que no van solo gobernantes—. Sánchez tiene previsto un encuentro con la anfitriona, la presidenta suiza Simonetta Myriam Sommaruga, y prepara otro con el primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, como un gesto de que Sánchez desea apostar por la relación con Asia tras el largo paréntesis electoral en España.

Además, quiere organizar una reunión con los presidentes iberoamericanos que asistan al Foro y que por el momento son el colombiano Iván Duque y el ecuatoriano Lenín Moreno. En cambio, no está previsto que coincida con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ni tampoco con el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, al que España reconoce como presidente interino del país, que llegará a Davos el jueves, cuando Sánchez ya no estará.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aprovechó este miércoles su primera intervención en el Foro Económico Mundial que se celebra en Davos (Suiza) para hacer un llamamiento a combatir a la ultraderecha en todo el mundo dando respuesta a las necesidades de los ciudadanos. Eso, explicó, es lo que quiere hacer en España. “Nos disponemos a demostrar que la extrema derecha, y el nacionalismo y populismos de cerrazón, sólo pueden ser combatidos de una forma: mediante la política del bien común; proporcionando respuestas a los problemas de las personas”.

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