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El futuro de la izquierda

Sánchez confía en que la agenda social movilice a los ciudadanos de izquierdas para echar a a la “derecha bicéfala”

Cristina Narbona y Pedro Sánchez en la reunión de ls Ejecutiva Federal del PSOE.

Pedro Sánchez no se siente amenazado por el crecimiento electoral de Ciudadanos que anticipan las encuestas publicadas en los últimos días, algunas de las cuales aseguran que el partido de Albert Rivera sería el preferido de los votantes en caso de convocatoria electoral.

El líder del PSOE, en cambio entiende que esos estudios de intención de voto lo que apuntan es que “la izquierda tiene una oportunidad de oro de ganar las elecciones” y el PSOE la ocasión de “ser primera fuerza política” si es capaz de “aglutinar todo ese voto para ganar a la derecha bicéfala”, en alusión a a PP y Ciudadanos.

“Eso es lo que tenemos que hacer”, insistió, aprovecha la oportunidad de ganar las elecciones. Y en ello nos vamos a empeñar. Pero es importante”, añadió, “que los ciudadanos lo tengan claro: la única opción de derrotar a esa derecha bicéfala es el PSOE”.

La política, argumento Sánchez, en respuesta a las preguntas de los periodistas tras la reunión de la Ejecutiva del PSOE, “es una carrera de fondo y a mi me gustan las distancia largas. ¿Lo que dicen las encuestas es que España es de centro derecha? Veremos. España sociológicamente no es de derechas”, afirmó, así que la clave del resultado electoral será qu el PSOE sea capaz de imponer el debate social en el que se ha empeñado (pensiones, educación o sanidad”. Los “problemas de la clase media y trabajadora”, a cuya movilización quieren apelar los socialistas. “Queda mucho trabajo”, reconoció Sánchez, pero “esto es una maratón”.

En ese objetivo, Sánchez desafió incluso a las “élites políticas, económicas y alguna mediática” que, según su análisis, han dejado claro esta semana que “no les gusta” la agenda social del PSOE y quieren “perpetuar a la derecha”. “Ya veremos qué es lo que quieren los ciudadanos”, advirtió pero, en cualquier caso, los socialistas no tiene intención de modificar el camino que se han trazado. “Tengo un mandato claro”, afirmó en referencia a los militantes del partido que le devolvieron a la secretaría general, y es preservar la “autonomía política del proyecto del PSOE, por mucho que las élites” quieran otra cosa. Como “descalificar el impuesto a la banca” que propuso el propio Sánchez al semana pasada para cofinanciar el sistema público de pensiones y que el secretario general se comprometió a aplicar en cuanto llegue al Gobierno porque “es una cuestión de justicia social. Rescate por rescate”, resumió. Aunque para hacerlo realidad es necesario “unir a toda la izquierda social. Podemos ganar y tenemos que hacerlo aglutinando la corriente de cambio en torno al PSOE”.

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¿Y qué pasa con Podemos? Sánchez volvió a evitar este lunes la confrontación directa con su líder, Pablo Iglesias, y se limitó a subrayar los dos grandes errores que, en su opinión, ha cometido esta formación desde que se fundó, hace cuatro años: votar en contra de la investidura de un presidente socialista y no apoyar la unidad de España. Dos equivocaciones que desde su punto de vista lamentan también los votantes de Unidos Podemos, a los que los socialistas confían en ser capaces de atraer gracias a su renovada agenda de propuestas sociales.

En esa dirección, Sánchez dio este lunes uno nuevo paso con la definición de lo que llamó un plan de choque contra la precariedad laboral. Once medidas que recogen propuestas ya conocidas (derogación de la reforma laboral, fortalecimiento de la negociación colectiva, penalización de los contratos temporales, control de los salarios de las subcontratas y reforzar la inspección laboral, entre otras) y que se suman al debate que el PSOE está impulsando para atajar de una vez el problema del sistema público de pensiones, amenazado por un déficit financiero al que el Gobierno de Mariano Rajoy sigue sin dar respuesta.

El secretario general del PSOE, convencido de que no habrá adelante electoral y consciente de que aún queda año y medio antes de las municipales y autonómicas, mantiene intacta su esperanza en que la agenda social permita a su partido recuperar al menos una parte del espacio que ocupó Unidos Podemos. Esa es la razón por la que los socialistas se han puesto como objetivo contrastar con los ciudadanos los diez pactos con lo que aspira a construir su oferta electoral: un acuerdo para garantizar el futuro de las pensiones y propuestas concretas en materia de educación, ciencia y reindustrialización, agua, clima y energía, renta básica, salarios, rescate de los jóvenes, igualdad , financiación autonómica y local y reforma constitucional.

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