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Sánchez deja caer a Montón horas después de respaldarla en público y ya suma dos ministros dimitidos en tres meses

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Fernando Varela

Las irregularidades en el máster que adorna su currículum han acabado llevándose por delante a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, el segundo miembro del Ejecutivo de Pedro Sánchez forzado a renunciar desde la formación del Gobierno, hace apenas tres meses.

La renuncia de Montón, que la ministra argumentó como una forma de no perjudicar al Ejecutivo, tuvo lugar apenas tres horas después de que el presidente del Gobierno le mostrase su respaldo anunciando que estaba haciendo un magnífico trabajo y que lo iba a seguir haciendo. Justo cuando Sánchez creía tener la crisis bajo control, laSexta dio a conocer que el trabajo de fin de máster de la ministra, y que ella se había resistido a compartir con los periodistas, está “lleno de párrafos coincidentes con otros trabajos: textos idénticos que aparecen en al menos 19 de las 52 páginas. Son párrafos sacados de tesis doctorales, de autoras a las que Montón no cita e incluso de la Wikipedia”.

LaSexta asegura que fuentes próximas a la ministra reconocieron que “los textos idénticos están mal referenciados y mal citados”, aunque argumentaron que no era plagio y que “las conclusiones finales iban incluso en la línea contraria” de los textos no citados.

A los pocos minutos de difundir que la ministra presentó un trabajo lleno de plagios, fuentes del Gobierno confirmaron que Carmen Montón había decidido presentar la dimisión. Lo anunció pasadas las nueve de la noche en una rueda de prensa convocada en la sede del ministerio donde la víspera había defendido su inocencia y su intención de no renunciar al cargo.

El respaldo que le había brindado Pedro Sánchez este martes en los pasillos del Senado en una calculada declaración en la que anunciaba su continuidad al frente del Ministerio de Sanidad trataba de zanjar el runrún que había empezado a emerger de las filas del PSOE pidiendo su renuncia como la única manera de evitar que su situación contaminase al conjunto del Gobierno.

La ministra de Sanidad era una pieza clave del gabinete de Sánchez. No sólo por ser una mujer de partido —milita en las filas socialistas desde que tenía 16 años— y haber brindado su apoyo al hoy presidente cuando éste vivía sus horas más bajas en el seno del PSOE sino porque desde su departamento lideraba hasta este martes algunas de las políticas centrales del proyecto dirigido por Sánchez, como son la sanidad y la política social. Como consellera del Gobierno valenciano ya destacó por su compromiso con la sanidad pública.

Esa era, según todas las fuentes consultadas, la principal razón por la que Sánchez había decidido ignorar las informaciones que hasta la tarde del martes habían destapado irregularidades en el máster de la Universidad Rey Juan Carlos que la ministra consiguió en 2011, cuando era portavoz de igualdad del PSOE en el Congreso, a pesar de que no asistió a ninguna clase al menos en la mitad de las asignaturas, lo que no le impidió culminarlo con una nota media de 8,43.

Al dejarla caer, nada más conocer que su trabajo de fin de máster está repleto de textos copiados de otros autores, Sánchez se ha anotado la segunda dimisión en el Gobierno en sólo tres meses: la primera la protagonizó, a los pocos días de tomar posesión, el entonces titular de Cultura, el periodista Màxim Huerta, que se vio obligado a abandonar el cargo tras conocerse que había sido multado por fraude fiscal.

Con todo, el respaldo de Sánchez a la ministra se había expresado en términos muy precisos, pensados para comprometerle lo menos posible. “Carmen Montón”, había dicho, “está haciendo un trabajo extraordinario como ministra de Sanidad (…). Lo que está haciendo durante estos últimos meses es lo que se le pidió: revertir los recortes en la sanidad pública. Y por tanto lo único que puedo decir como presidente del Gobierno es que la ministra está haciendo un extraordinario trabajo y que lo va a seguir haciendo”.

Desde que Eldiario.es publicó las primeras informaciones sobre este asunto Carmen Montón tuvo que defenderse en absoluta soledad. Ningún dirigente del PSOE, así como ningún miembro del Gobierno, hizo declaraciones públicas respaldándola. Hasta este martes, cuando, de manera coordinada, tanto la portavoz en el Congreso, Adriana Lastra, como el secretario de Organización del partido y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, salieron a defenderla ante los periodistas, coincidiendo con las primeras informaciones que señalaban cómo se iban extendiendo en el PSOE las opiniones favorables a la dimisión de la ministra. Sobre todo después de que la propia universidad, a través de un comunicado, confirmase que al menos una de las notas de las asignaturas del máster de Montón fue modificada fuera de plazo para transformarla de suspenso en aprobado, algo que la propia ministra no fue capaz de explicar en una entrevista concedida a la Cadena SER.

No perjudicar al Gobierno

La sensación en las filas del PSOE era que Montón no hizo nada ilegal, más allá de beneficiarse de un máster con exigencias muy “laxas”, pero también era prácticamente unánime la opinión de que su continuidad sólo podía perjudicar al Gobierno.

La dimisión eleva de nuevo la exigencia ética con la que llegó al Gobierno Pedro Sánchez y vuelve a poner el foco en el presidente del PP, Pablo Casado, afectado también por un máster de la Universidad Rey Juan Carlos y, en su caso, pendiente de que el Tribunal Supremo decida imputarle o no dos delitos de prevaricación y cohecho.

Las palabras de apoyo que Montón recibió antes de dimitir fueron muy matizadas. Lastra anunció a los medios la comparecencia de la ministra en el Congreso, con la que buscaban ganar tiempo y ver cómo evolucionaban las informaciones que en ese momento ensombrecían el máster que adorna el currículum de Carmen Montón. También Ábalos se había limitado a elogiar las explicaciones que la ministra estaba dando y a intentar distinguir su caso del de Pablo Casado, sin asegurar explícitamente que no debía dimitir.

En línea con este planteamiento, la afectada intentó volver a dar explicaciones en el programa radiofónico Hoy por Hoy y pidió comparecer en el Congreso de los Diputados. Allí, tal y como le pidieron la vicepresidenta Carmen Calvo y el propio Sánchez, quería volver a explicarse. La comparencia ya no tendrá lugar.

Su situación estaba siendo aprovechada por Ciudadanos, que ya había pedido que acudiese a la Cámara alta para poder preguntarle directamente y anunció que impulsará una comisión de investigación sobre la Rey Juan Carlos en la Asamblea de Madrid. Lo ocurrido también motivó declaraciones muy críticas por parte de Podemos y PNV. Estas dos formaciones, sin embargo, habían evitado pedir la dimisión de la ministra a la espera de oír sus explicaciones.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se mostró “preocupado” y apesadumbrado por la dimisión de la ministra, a quien considera “una defensora de la sanidad pública muy competente”.

La nueva ministra de Sanidad

El lugar de Montón en el Gobierno será ocupado por María Luisa Carcedo Roces, hasta ahora alta comisionada para la lucha contra la pobreza infantil.

Nacida en Asturias, en 1953, es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Oviedo y diplomada en Medicina de Empresa por la Escuela Nacional de Medicina del Trabajo. Desarrolló actividad profesional como médica de Atención Primaria del Servicio de Salud del Principado de Asturias, en Sotrondio y en el Centro de Salud de El Natahoyo de Gijón.

Entre 1984 y 1991, Carcedo asumió responsabilidades de gestión en el ámbito regional asturiano, primero como directora del Área Sanitaria del Valle del Nalón, del Insalud y, posteriormente, como directora general de Salud Pública del Principado de Asturias. Fue diputada en la Junta General del Principado y consejera de Medio Ambiente y Urbanismo.

Ejerció de portavoz del Grupo Parlamentario Socialista en la Junta General del Principado de Asturias. Fue diputada en el Congreso de los Diputados por Asturias en la VIII y X legislaturas, y senadora por designación de la Junta General del Principado de Asturias entre 2015 y 2018. También fue presidenta de la Agencia de Evaluación de Políticas Públicas y Calidad de los Servicios entre 2008 y 2011.

Desde el 21 de junio era alta comisionada para la lucha contra la pobreza infantil. Actualmente, forma parte de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE como secretaria ejecutiva de Sanidad y Consumo. Su nombramiento saldrá publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado.

Las irregularidades en el máster que adorna su currículum han acabado llevándose por delante a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, el segundo miembro del Ejecutivo de Pedro Sánchez forzado a renunciar desde la formación del Gobierno, hace apenas tres meses.

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