PSOE y Unidas Podemos han alcanzado un preacuerdo para “conformar un Gobierno progresista de coalición que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas”. Ambas formaciones “comparten la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de la acción de gobierno” .
Los detalles del acuerdo “se harán públicos en los próximos días”, pero no antes de la investidura e incluirán una Vicepresidencia para Pablo Iglesias, según fuentes de la negociación. En las próximas semanas ambos partidos negociarán “la estructura y funcionamiento del nuevo gobierno que se regirá por los principios de cohesión, lealtad y solidaridad gubernamental, así como por el de idoneidad en el desempeño de las funciones”.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias escenificaron el acuerdo en la sala comedor de gala de la cuarta planta del Congreso de los Diputados en presencia de una representación de sus grupos parlamentarios y de varios altos cargos de Moncloa. Por UP estuvieron presentes Irene Montero, Yolanda Díaz, Jaume Asens, Juantxo López de Uralde y Alberto Garzón. Por el PSOE, Adriana Lastra y Rafael Simancas. Y por Moncloa, Iván Redondo y Félix Bolaños.
Ambos líderes tomaron café el lunes a instancias del presidente del Gobierno y, una vez desbloqueada la forma de Gobierno, fueron Redondo y Lastra quienes negociaron con Montero la redacción del preacuerdo, informan fuentes de Moncloa.
Iglesias y Sánchez, que en todo momento se han dirigido el uno al otro por sus nombres de pila, puntualizaron que los detalles del programa de gobierno y de la estructura del nuevo Ejecutivo no se cerrarán hasta después de la investidura. El presidente en funciones precisó además que la voluntad de ambas partes de “aprovechar los perfiles más idóneos para las tareas de gobierno” y plantear un progama para toda la legislatura. Así que su intención es alcanzar una “mayoría viable y sostenida” en el Congreso para lo que se propone abrir inemdiatamente una ronda de contactos con otros partidos.
Iglesias, por su parte, agradeció a Sánchez su generosidad y disposición para constituir un gobierno que combine la “valentía” de Unidas Podemos y la “experiencia” del PSOE. Y pidió “dejar atrás cualquier reproche”.
En relación con Cataluña, Sánchez e Iglesias se comprometen a “garantizar la convivencia: el Gobierno de España tendrá como prioridad garantizar la convivencia en Cataluña y la normalización de la vida política. Con ese fin, se fomentará el diálogo en Cataluña, buscando fórmulas de entendimiento y encuentro, siempre dentro de la Constitución. También se fortalecerá el Estado de las autonomías para asegurar la prestación adecuada de los derechos y servicios de su competencia. Garantizaremos la igualdad entre todos los españoles”.
Su primer eje prioritario será “consolidar el crecimiento y la creación de empleo, combatir la precariedad del mercado laboral y garantizar trabajo digno, estable y de calidad”. En materia de impuestos apostarán por la “Justicia fiscal y el equilibrio presupuestario. La evaluación y el control del gasto público es esencial para el sostenimiento de un Estado del bienestar sólido y duradero”.
PSOE y UP se comprometen además “a trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción” y a “proteger los servicios públicos, especialmente la educación –incluyendo el impulso a las escuelas infantiles de cero a tres años–, la sanidad pública y la atención a la dependencia”. El nuevo Gobierno promoverá el “blindaje de las pensiones” para “asegurar la sostenibilidad del sistema público y su revalorización conforme al coste de la vida”. También se comprometerá a entender la vivienda “como derecho y no como mera mercancía”, a “apostar por la ciencia como motor de innovación económica y a dignificar las condiciones de trabajo del sector”, además de “recuperar talento emigrado” y “controlar la extensión de las casas de apuestas”.
El preacuerdo incluye además un compromiso de lucha contra el cambio climático (“la transición ecológica justa, la protección de nuestra biodiversidad y la garantía de un trato digno a los animales”) y apuesta por “fortalecer a las pequeñas y medianas empresas y a los autónomos” impulsando “la reindustrialización y el sector primario”, así como facilitando “desde la Administración las bases para la creación de riqueza, bienestar y empleo, así como el impulso digital”.
También se proponen aprobar “nuevos derechos que profundicen el reconocimiento de la dignidad de las personas como el derecho a una muerte digna, a la eutanasia, la salvaguarda de la diversidad y asegurar España como país de memoria y dignidad”, y “asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector”.
El preacuerdo incluye la puesta en marcha de “políticas feministas: garantizar la seguridad, la independencia y la libertad de las mujeres a través de la lucha decidida contra la violencia machista, la igualdad retributiva, el establecimiento de permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, el fin de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual y la elaboración de una Ley de igualdad laboral”.
Habrá además un compromiso para “revertir la despoblación” con un “apoyo decidido a la llamada España vaciada”.
Ver másYa os vale, queridos líderes
Ambos líderes abrieron ls negociaciones discretamente el lunes y han alcanzado un preacuerdo en un tiempo récord.
La intención del PSOE es tratar de sacar adelante la investidura mediante un acuerdo con Unidas Podemos, Más País, el PNV y los partidos más pequeños del Grupo Mixto: Coalición Canaria-NC (2), el BNG (1), el PRC (1) y ¡Teruel Existe (1)! Con estos últimos los socialistas confían en que “el nivel de exigencia” tenga más que ver “con atender compromisos y reivindicaciones territoriales que propósitos estratégicos como tienen los partidos nacionales”.
No obstante, esa combinación de ocho partidos suma sólo 170 escaños: seis por debajo de la mayoría absoluta. Sin los independentistas —a los que el PSOE ha decidido excluir de las negociaciones—, para que la investidura salga adelante apoyándose en esa alianza heterogénea Sánchez necesita del voto favorable de Ciudadanos. Una posibilidad a la que los socialistas se aferran con el argumento de que Cs se comprometió durante la campaña a desbloquear la legislatura.
PSOE y Unidas Podemos han alcanzado un preacuerdo para “conformar un Gobierno progresista de coalición que sitúe a España como referente de la protección de los derechos sociales en Europa, tal y como los ciudadanos han decidido en las urnas”. Ambas formaciones “comparten la importancia de asumir el compromiso en defensa de la libertad, la tolerancia y el respeto a los valores democráticos como guía de la acción de gobierno” .