Sánchez emplaza a Rajoy a que concrete su propuesta sobre Cataluña y “ejerza su liderazgo”

Primer mensaje de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy sobre Cataluña antes de su reunión en la Moncloa del lunes: debe ser él, el presidente del Gobierno, el que diga qué quiere hacer, cómo quiere resolver el conflicto soberanista, el que debe anunciar decisiones. 

El próximo secretario general compareció este miércoles en rueda de prensa tras entrevistarse con el líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo –el jueves pasado lo hizo con el de la UGT, Cándido Méndez–, a sólo tres días del comienzo del congreso federal extraordinario que le encumbrará como nuevo jefe de los socialistas. Ayer martes se supo que Mariano Rajoy le había citado el lunes, a las cinco de la tarde, dos días antes de su encuentro con Artur Mas, así que hoy era la primera ocasión en la que Sánchez podía trasladar sus prioridades para esa cita. Y fue meridianamente claro: Rajoy debe moverse. De paso, presumió de encarnar el relevo generacional que pide la ciudadanía frente a la "generación del pasado" que representa el jefe del Ejecutivo. 

"Lo que va a encontrar Rajoy en este secretario general es voluntad de diálogo sincero, leal y claro", un "interlocutor seguro, confiable", dijo, como primera premisa. Pero avisó: "El tiempo del inmovilismo ha acabado. España demanda una nueva generación de políticos, entre los cuales yo estoy incluido, que pedimos definir un nuevo marco de convivencia social, territorial y económica en nuestro país. Y a eso no está dando respuesta el actual presidente del Gobierno. Él representa otra generación de políticos más del pasado que del presente y del futuro".

Sánchez reiteró en todo momento que él está "esperando" que Rajoy le diga cómo va a resolver el problema catalán. Que él, el lunes, no va a dar "ningún tipo de sorpresas", porque ya se conoce la tesis del PSOE, que es la de la Declaración de Granada, la reforma constitucional en un sentido federal pactada el año pasado, y "sólo" esta es la "vía para la concordia, el diálogo y el acuerdo", también "con la inmensa mayoría del pueblo catalán. "Sabe cuál es nuestra posición, lo que quiero saber es la suya, y no puede ser un no a lo que está ocurriendo en Cataluña y al conflicto territorial, debe ser una propuesta de renovación, y en eso estoy esperando al presidente del Gobierno, que es su obligación". 

El futuro secretario general quiso remarcar con trazo grueso la parálisis del presidente, devolviéndole todo el tiempo la pelota y combatiendo el argumento deslizado por la Moncloa de que el PSOE ha de dar mayor concreción a su modificación de la Carta Magna. El jefe del Ejecutivo, remachó, ha de presentar su "oferta de futuro". "Es tiempo de que se ejerzan los liderazgos, y estamos hablando de visión, de capacidad de acuerdo, de renovación de esos marcos sociales, económicos y territoriales". Ha de ponerse fin, abundó, a las "obviedades". Por eso tampoco quiso hablar de "frente común" contra Mas ni nada por el estilo. Sí de "líneas rojas" de los socialistas: que la soberanía reside en el pueblo español, la igualdad de derechos entre los ciudadanos, vivan donde vivan, la solidaridad territorial y el reconocimiento de la pluralidad y diversidad de España. El futuro líder del PSOE se reunirá con Mas, por cierto, la próxima semana, después de que este pase por la Moncloa, según adelantaron fuentes oficiales.  

Sánchez se quiso mostrar a la ofensiva, resuelto, haciendo hincapié en sus diferencias de discurso y de generación con el jefe del Ejecutivo (y, de paso, con su antecesor, Alfredo Pérez Rubalcaba). Marcar su impronta. Subrayó que si el presidente le quiere hablar de "regeneración democrática", está "sólo vendrá por la jubilación democrática de Rajoy". Advirtió, en ese sentido, de que "no va a encontrar el acuerdo" con el PSOE en la elección directa de alcaldes, porque no se puede "interpretar de forma torticera" la necesidad de cambio y la demanda de "máxima democracia y máxima transparencia" cambiando las reglas a pocos meses de las municipales y autonómicas. 

Para el viernes, el núcleo duro

A tres días del congreso, poco se sabía de su nueva ejecutiva federal. Sí la filosofía básica –dirección más corta que la actual, que tiene 38 miembros, paritaria, "un Gobierno en la sombra"–, pero nada de nombres, aunque las quinielas son muchas. Sánchez, a preguntas de los periodistas, aprovechó para despejar una incógnita: anunció que no habrá Vicesecretaría General. Su número dos, por tanto, será el secretario de Organización, el responsable del aparato. 

Sánchez cierra así un periodo de seis años en los que sí existió esa figura. José Luis Rodríguez Zapatero la recuperó en el 37º Congreso, en 2008, para premiar a José Blanco, su fiel lugarteniente en sus años de oposición y en su primera etapa de Gobierno. Y Alfredo Pérez Rubalcaba la mantuvo para situar como cabeza visible a su leal escudera, Elena Valenciano, que había sido jefa de su campaña electoral en las generales de 2011. Antes, quien había ocupado ese cargo era Alfonso Guerra en los tiempos de Felipe González

El secretario general electo no dio más pistas ni nombres. Pero se espera que el núcleo duro o parte de él se conozca para el viernes, según confirmaron fuentes próximas a Sánchez. 

Reforzamiento del carácter federal del PSOE

La dirección que salga del congreso de este fin de semana en Madrid será "renovada", con "capacidad política y técnica" como para representar "el nuevo tiempo" que se abre en el PSOE, dijo el próximo secretario general, que garantizó que su liderazgo será "compartido". 

Ya por la tarde, fuentes próximas al secretario general electo dieron algún detalle más de la estructura. Así, la Secretaría de Política Autonómica pasará a llamarse Secretaría de Política Federal. El Consejo de Política Territorial, que reúne a los barones, se denominará Consejo de Política Federal. Sánchez quiere "reforzar la influencia y el peso político" de este órgano, que se citará con más asiduidad. En el núcleo duro –que conforman el líder, el secretario de Organización, los responsables de Relaciones Institucionales, Política Federal y Política Municipal, además del presidente– se introducirá una nueva área: la Secretaría de Cambio Climático y Medio Ambiente, elementos "centrales" de su política.

Los nombres en las quinielas

¿Qué nombres están en circulación? Se dan como seguros, y en un papel relevante, el exlehendakari y aún líder del PSE, Patxi López, y la exministra Carme Chacón. Se rumoreó que el primero podría ocupar la presidencia del partido, una solución que gustaba especialmente al PSOE andaluz y a su baronesa, Susana Díaz. Fuentes del entorno del jefe de los socialistas vascos, sin embargo, descartaron esa opción. López, dijeron, estaba dispuesto a trabajar en un puesto ejecutivo, de peso, ahora que va a dejar las riendas del PSE. La presidencia federal tiene carga simbólica, y está reservada a dirigentes de mucho prestigio y trayectoria consolidada. Desde 2000, esa figura se reservó para los presidentes andaluces –Manuel Chaves (2000-2012) y José Antonio Griñán (2012-2014)–, pero ahora Díaz ha rechazado entrar en la ejecutiva.

Otra alternativa que ha sonado como presidente es Javier Fernández, el jefe del Ejecutivo asturiano. Él mismo se descartó ayer: "Ni me lo han ofrecido, ni me he postulado, ni está en mi mente. Mi única pretensión como secretario general es que Asturias esté bien representada en la Comisión Ejecutiva Federal". Según su círculo de colaboradores, tuvo que salir al paso para poner freno a las especulaciones. Su nombramiento habría simbolizado además la integración del sector que apoyó a Eduardo Madina en la consulta a la militancia, ya que Fernández, al igual que el barón extremeño, Guillermo Fernández Vara, se movilizó mucho a favor del diputado vasco. Fernández ni siquiera aspira a entrar en la ejecutiva, más que como vocal en calidad del Consejo de Política Federal. 

Con Chacón, por su parte, Sánchez habló el sábado pasado en Barcelona, aprovechando su presencia en el congreso del PSC, y ha seguido conversando en los últimos días

El nombre del secretario de Organización sigue siendo una incógnita. En el partido se especula con una doble opción. La primera, que sea un andaluz, dada la fuerza de la primera federación socialista, lo que pone en el disparadero a Juan Cornejo, jefe del aparato del PSOE-A, o a Mario Jiménez, vicesecretario general con Griñán. La pega que algunos ponen a Cornejo es que desvestiría el santo del PSOE andaluz para vestir el santo federal (o sea, a Sánchez). Con Jiménez hay dudas por su actual relación con la presidenta de la Junta. En las últimas horas había circulado la posibilidad de que Díaz aupase al puente de mando a Verónica Pérez, secretaria provincial de Sevilla, una persona de su círculo más estrecho de colaboradores. Ella misma se descartó hoy en declaraciones en la capital hispalense, informa Europa Press.

La integración de los dos perdedores

La segunda opción es que Sánchez ubique en un puesto clave como es Organización a una persona de su máxima confianza, no necesariamente andaluza. En ese caso, las quinielas sitúan a Antonio Hernando, secretario de Política Institucional saliente –madrileño como el secretario general, un dato en su contra–, César Luena, líder de los socialistas riojanos... Si Hernando cayese de Ferraz, podría convertirse en número dos del Grupo Socialista. 

Fuentes próximas a Sánchez insistían hoy en que habrá caras desconocidas y otros rostros mucho más consolidados, y también mujeres con carteras de peso. También tendrá que resolver la integración de los madinistasmadinistas–se espera que la asimilación provenga más de la incorporación de Extremadura y Asturias– y del tercero en liza, José Antonio Pérez Tapias, portavoz de Izquierda Socialista. En el puzle han de encajar igualmente las piezas de los portavoces y las direcciones de los grupos en el Congreso y Senado. Se da por hecha la sustitución de Soraya Rodríguez y Marcelino Iglesias. Como relevo de la primera, el líder podría ascender a la diputada por Guadalajara Magdalena Valerio

Rajoy y Mas no se mueven

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El cuadro completo se irá cerrando en las próximas horas. Sánchez se ha entrevistado en Ferraz con todos los barones regionales y con el jefe de Juventudes, y ahora se halla inmerso en la segunda ronda de contactos, en las que sí se pondrán sobre la mesa los nombres. No obstante, los secretarios regionales han repetido al líder que tiene manos libres para configurar su núcleo duro, dada la enorme legitimidad que le dieron las urnas, al recibir el apoyo de 64.000 militantes, un 48,66% de los votos y sacar 12,4 puntos a Madina

El contenido estricto de la reunión de Sánchez con Toxo pasó, pues, a un segundo plano. Ambos analizaron los efectos negativos de la reforma laboral de Rajoy, y el secretario general volvió a recordar que el PSOE, en cuanto llegue al Gobierno, la derogará. Denunció asimismo que el Gobierno se lance ahora a una nueva "retahíla indigna de propuestas para recortar el Estado del bienestar en España" y aplicar otra vez "copagos y repagos sanitarios" a las clases medias. Toxo, por su parte, confió en que el relevo en el PSOE suponga un "refuerzo de las políticas de progreso" en un momento clave y alabó la forma en que se había procedido a la sustitución de Rubalcaba. 

La entrevista con Toxo fue la primera de este miércoles. Siguieron la reunión con el presidente de la patronal, Juan Rosell y, esta noche, con el primer ministro francés, el socialista Manuel Valls

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