El líder de los socialistas mantuvo este miércoles su primer cara a cara con Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. Comenzó con un tono solemne, prometiendo una oposición responsable: “Cuando acierte, estaremos a su lado, cuando no, nos tendrá enfrente”, le dijo. Acto seguido, fue directo a la economía, a esas “raíces vigorosas” de las que habló el presidente del Gobierno en la apertura del curso político de su partido en Soutomaior (Pontevedra). Y escogió una imagen que escuece mucho en las filas conservadoras: la de su jefe de filas, en enero de 2010, prometiendo que cuando él gobernase en España bajaría el paro. Fue portada del diario El Mundo.
“Hace tres años –arrancó Sánchez– se hizo una fotografía en la cola del paro, del Inem, que por cierto le animo que visite para saber si esas personas defienden su gestión y piensan que usted está haciendo una labor política para el interés general de estas personas”, mantuvo el nuevo líder de los socialistas. Y prosiguió echando en cara al jefe del Ejecutivo que, frente a su promesa, a día de hoy hay 800.000 empleos menos y 600.000 afiliados a la seguridad social menos. “¿Esta es, señor Rajoy, la recuperación económica prometida?”, le cuestionó.
Frente a la política laboral del Gobierno, Sánchez demandó que derogue la reforma laboral y que suba el salario mínimo interprofesional. “Frene la apisonadora de los derechos laborales que ha puesto en marcha”, añadió.
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Rajoy cambiaba de interlocutor. Pero no de discurso. El 'y tú más' y la herencia recibida formaron parte de su argumentario. Otra vez. Evitó triunfalismos en lo económico al asegurar que ve la situación económica “con preocupación”. Pero también “con esperanza” porque, a su juicio, la situación se ha enderezado algo si se compara con la que recibieron del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. No pasó por alto Rajoy la oportunidad de hacer a Sánchez corresponsable de las medidas de Zapatero: “Usted apoyó desde ese escaño al Gobierno que lo hizo”.
El segundo de los duelos de la mañana, también de estreno, fue el de la vicepresidenta con el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando. El dirigente del PSOE quiso hurgar en la herida de la reforma electoral que prepara el PSOE, saber si los conservadores van a atreverse a llevarla a cabo en solitario y a ocho meses de las elecciones. Y Soraya Sáenz de Santamaría insitió en que estaban dispuestos a hablar, en que “habrá un debate y se tomarán decisiones”.
El 'y tú más' tampoco faltó en su intervención. Lo empleó para echar en cara a los socialistas que, tanto en 1998 como en 1983, plantearon reformas de la ley electoral y que no se dieron las circunstancias de consenso y de alejamiento en el tiempo de unos comicios.
El líder de los socialistas mantuvo este miércoles su primer cara a cara con Mariano Rajoy en el Congreso de los Diputados. Comenzó con un tono solemne, prometiendo una oposición responsable: “Cuando acierte, estaremos a su lado, cuando no, nos tendrá enfrente”, le dijo. Acto seguido, fue directo a la economía, a esas “raíces vigorosas” de las que habló el presidente del Gobierno en la apertura del curso político de su partido en Soutomaior (Pontevedra). Y escogió una imagen que escuece mucho en las filas conservadoras: la de su jefe de filas, en enero de 2010, prometiendo que cuando él gobernase en España bajaría el paro. Fue portada del diario El Mundo.