Máxima tensión. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, chocaron duramente en su cara a cara en el Senado, en un combate dialéctico marcado principalmente por las hipérboles y expresiones bruscas del expresidente de la Xunta, que se lanzó al cuello del socialista con frases como el “barniz de indignidad” del Ejecutivo o que es la “peor pesadilla" del país.
Feijóo desembarcó en la Cámara Alta con un tono muy duro acusando a Sánchez de presidir un Gobierno “en shock”, que está provocando “daños irreparables” al país. De esta manera, el expresidente de la Xunta, que llevaba varias semanas desdibujado y sin marcar la agenda, ha escuchado a las voces más duras del PP, política y mediáticamente, que venían pidiendo que fuera a por todas contra el jefe del Ejecutivo.
Para ello, el conservador arremetió en la polémica de la ley del sí es sí o la reforma del delito de sedición, encandenando expresiones como que Sánchez “no tiene límites” y sí “ansias de poder”. Para acusarle acto seguido de mentir y de “corromper las instituciones”. Y con el mensaje de que no presentará una moción de censura, pero que esta se hará a través de las urnas el próximo 28 de mayo (elecciones municipales y autonómicas).
El presidente del Gobierno se mostró visiblemente indignado con las palabras de Núñez Feijóo. Le recordó que los socialistas apoyaron a Mariano Rajoy para aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, después de que el PP no hiciera “nada” durante años. Y le echó en cara a la bancada conservadora: “No les importa Cataluña”. Estaban a “por uvas”, apostilló el jefe del Ejecutivo.
Además, le reprochó que utilizar la ley del sí es sí cuando nunca han defendido los avances de los derechos de las mujeres, votando en contra de leyes como la del aborto. Y le afeó que sea un político “previsible”, pero no por ser autónomo, sino por hacer lo que dicen la política mediática a golpe de portada. Y le espetó ante las acusaciones: "Antes de dar leccione de higiene, vengan ustedes lavados".
Feijóo extrema las críticas
Feijóo, desde el primer minuto, quiso entrar en el cuerpo a cuerpo con Sánchez, acusándolo de mentir, de cuestionar la independencia de Banco Central Europeo, de llamar “fachas” a los jueces “por aplicar las leyes que aprueban” y de negociar el Código Penal con “aquellos que delinquieron con la unidad nacional y que amenazan con volver a hacerlo”. Para subrayar que están excarcelando a agresores sexuales. Echándole en cara la “soberbia” de la coalición.
“Está generando un clima irrespirable”, subió todavía más el tono el expresidente de la Xunta, lanzando que se van a rebajar las penas por corrupción por malversación (una iniciativa que no ha impulsado el Ejecutivo). “Ha aceptado cambiar vergonzosamente el Código Penal”, apostilló, en un estilo totalmente opuesto al que prometió cuando llegó al despacho principal de Génova 13.
“¿Dónde ha dejado la moderación?”, le preguntó Sánchez en su primera réplica, para comentar que “con sus insultos no daña a este Gobierno, sino a la convivencia”. “Los veo muy alterados”, sostuvo ante los abucheos que llegaron de los escaños de los senadores populares. Y le cuestionó que si cree que hay un problema de violencia de género, por qué pacta con la ultraderecha, que niega y banaliza el problema. “No les preocupan ni lo más mínimo los derechos de las mujeres”, resaltó el socialista.
Asimismo, le recordó que el PP puso al frente del Tribunal Constitucional en su día a un militante del partido: “No venga a decir que no han manipulado instituciones”. “Dan lecciones de todo”, se afanó en criticar el presidente, para criticar que sólo parezca que son buenos españoles los que votan al PP o que las instituciones son sólo legítimas cuando las gobierna la derecha.
Feijóo le volvió a esperar en su segundo turno, con parte del discurso escrito. Para escalar en sus afrentas contra el Ejecutivo. Y cayó en un error al decir que no había presentes en la sala diputados de Podemos (el escenario era el Senado y no hay miembros de este partido). Esto provocó las carcajadas de la bancada socialista. Él intentó arreglarlo señalando que era por los ministros morados.
"Ojalá pudiera hacer una moción de censura"
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“No me interesa ser implacable, sino la alternativa imbatible”, soltó Feijóo, utilizando un adjetivo que precisamente utilizaba la portada de El Mundo recogiendo voces del PP. Precisamente, el presidente luego le dijo que a él le marcaba ese periódico su tipo de oposición. Y luego insistió: “Ojalá pudiera hacerle una moción de censura, pero la próxima vez que nos veamos en el Congreso será en mi debate de investidura”.
El presidente dibujó entonces a un Feijóo que no es autónomo y al que le dictan su política, defendiendo las medidas, en cambio, puestas en marcha por el Gobierno, como el acuerdo con las entidades financieras para paliar los efectos de la subida de los tipos de intereses en las hipotecas de las familias españolas.
Sánchez defendió su agenda del reencuentro en Cataluña, presumiendo que es mejora la situación ahora que en 2017. El Ejecutivo, añadió, va a seguir en su hoja de ruta: “Para mí, como presidente, unas de las principales satisfacciones es que hoy prima la convivencia y no la confrontación.
Máxima tensión. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, chocaron duramente en su cara a cara en el Senado, en un combate dialéctico marcado principalmente por las hipérboles y expresiones bruscas del expresidente de la Xunta, que se lanzó al cuello del socialista con frases como el “barniz de indignidad” del Ejecutivo o que es la “peor pesadilla" del país.