179 ‘síes’. Pedro Sánchez salió este jueves investido de nuevo presidente del Gobierno con mayoría absoluta después de dos jornadas de alto voltaje político en las que se presentó como el muro frente a las derechas y en las que el PP y Vox avanzaron una oposición muy dura para esta legislatura.
Sánchez logró sacar adelante en primera votación su investidura gracias a los votos del PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV, BNG y Coalición Canaria tras semanas de intensas negociaciones. De esta manera, el secretario general del PSOE mantiene La Moncloa con el voto sólo en contra de tres partidos: PP, Vox y UPN (con 171 'noes').
El dirigente socialista materializó con éxito su arriesgada apuesta política de adelantar las elecciones al 23 de julio (debían de celebrarse en noviembre) después de que las derechas se hicieran con la mayoría de las autonomías y ayuntamientos el pasado 28 de mayo. Entonces, el jefe del Ejecutivo llamó a las urnas para clarificar la gobernabilidad del país.
Ahora, con la investidura ya aprobada, Sánchez se enfrentará a una complicada legislatura, pero él apuesta por aguantar cuatro años y tener “estabilidad” como con la anterior coalición progresista. Pero tiene el gran reto de aunar siempre en las votaciones a todos los grupos que le apoyaron este jueves.
Emoción y lágrimas
Sánchez, durante su intervención final en respuesta a Patxi López (PSOE), reivindicó la democracia parlamentaria y se dirigió a todos los grupos que le apoyan: “A los 179 diputados, muchas gracias”. E indicó que esa confianza se empleará para mejorar la vida de los ciudadanos.
La emoción cundió tras la votación entre los miembros del PSOE y de Sumar. Sánchez saludó a uno a uno a sus diputados a pie del Hemiciclo. Los ministros fueron vitoreados cuando entraban en la sala privada del Gobierno en la Cámara Baja. El propio presidente, según fuentes presenciales, también se mostró conmovido. Hubo dentro abrazos y muchas lágrimas.
Después de la votación, la presidenta del Congreso, Francina Armengol, traslada al rey el resultado de la investidura. Posteriormente Sánchez tendrá que prometer su cargo en el Palacio de la Zarzuela. Desde ese momento le corresponde al ya oficialmente jefe del Ejecutivo elegir a sus nuevo Gobierno, con la idea de que se celebre ya el próximo martes el Consejo de Ministros con sus nuevos gobiernos.
El principal escollo para esta investidura era el apoyo de Junts, que cerró finalmente un acuerdo con el PSOE hace una semana. No obstante, durante la investidura el partido de Carles Puigdemont deslizó su malestar con las palabras de Pedro Sánchez sobre la amnistía y durante unas horas dejó en el aire que el ‘sí’ tuviera que esperar a la segunda votación. Pero finalmente se cumplió la hoja de ruta planeada por Sánchez de tener atada la mayoría absoluta suficiente para ganar la votación.
La segunda jornada de investidura tuvo también momentos vibrantes del parlamentarios. Una de las intervenciones más aplaudidas fue la del portavoz del PNV, Aitor Esteban, quien arremetió contra el PP y dijo que algún día contará lo que le ofrecieron "hace dos meses". Asimismo, le regaló una rima al líder del PP: "Alberto, tu tractor está gripado por usar aceite Vox".
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La jornada estuvo marcada además por el absentismo de Vox durante buena parte de la mañana. Los diputados de ultraderecha no llegaron al Hemiciclo hasta las 11.08 horas, más de dos horas después de que arrancara el debate. Todo ello en un nuevo día en el que la Cámara Baja estuvo blindada ante las protestas.
A primera hora hubo un altercado cuando los diputados socialistas Herminio Sancho, María Luisa García Gurruchaga, Daniel Senderos y Vicent Sarrià se encontraban desayunando en un bar cercano al Congreso sobre las 7.30 horas cuando un grupo de personas se puso a hacer fotos y a acosarles desde el exterior del establecimiento, según fuentes socialistas.
Los diputados avisaron a la Policía, que les escoltó hasta el Congreso. Todo ello entre gritos, insultos, amenazas y lanzamiento de huevos, uno de los cuales impactó contra la cabeza del diputado Sancho.
179 ‘síes’. Pedro Sánchez salió este jueves investido de nuevo presidente del Gobierno con mayoría absoluta después de dos jornadas de alto voltaje político en las que se presentó como el muro frente a las derechas y en las que el PP y Vox avanzaron una oposición muy dura para esta legislatura.