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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Sánchez apuesta por cuidar al partido tras los pactos para formar Gobierno

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El nuevo Gobierno ya tiene las carteras repartidas y ha echado a andar. Empieza una nueva etapa, tras meses complicados de negociaciones y de incertidumbre, con la idea de que la gestión de corte progresista se perciba lo antes posible por parte de los ciudadanos y con un estilo de mayor unidad dentro de la coalición.

Pero estos meses han sido sobre todo difíciles para el PSOE. Tras el subidón del 23 de julio, se sucedieron semanas de nervios y de silencio en el partido para que no hubiera interferencias en unas delicadas negociaciones donde cualquier palabra podía llevar a descabalgar el acuerdo. Y desde fuera las derechas política y mediática han cargado con toda su fuerza contra los socialistas. Con la ayuda en su ofensiva de exdirigentes del PSOE como Felipe González y Alfonso Guerra.

“Han sido meses duros, hemos callado muchas veces para no perjudicar la negociación, nos sentíamos a veces impotentes”, como reconoce un alto dirigente del PSOE. Por eso, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere darle también protagonismo al partido, reivindicar a la organización y fortalecer el orgullo de los cargos y militantes, que han secundado su arriesgada apuesta con la proposición de ley de amnistía. El gran ejemplo es el acto de este domingo, donde el partido exhibirá su respaldo sin fisuras al secretario general. Con una localización con mucho simbolismo para el socialismo: el recinto ferial de Ifema en Madrid. Allí fue donde se celebró el congreso donde salió elegido el madrileño como líder del PSOE tras las primarias contra Susana Díaz.

"Unir al partido como nunca"

“Lo que están consiguiendo con las amenazas, las agresiones y las más de 120 sedes vandalizadas es unir al partido como nunca en torno a la figura de Pedro Sánchez”, señalan desde Ferraz, donde remarcan que a consulta a la militancia “fue el mejor termómetro para ver el apoyo que tiene el secretario general en todos los territorios”.

“Los militantes y los votantes socialistas querían un Gobierno de progreso y no esa unión de derecha y ultras neofascistas que está gobernando en comunidades y ayuntamientos a base de hacer retroceder en derechos sociales y trufar el ambiente político de insultos y amenazas”, lanzan como radiografía fuentes de la dirección socialista.

Por ello, comentan que el acto de este domingo “es una reafirmación de un partido que ha pasado ya por golpes de Estado, dictaduras, exilio, clandestinidad…” . “Si piensan que unas pintadas cobardes en las sedes van a quebrar la voluntad del PSOE, ni saben de historia, ni saben del PSOE. Es muy bueno que los socios del PP se retraten cada día como lo que son”, subrayan desde la sala de máquinas de la calle Ferraz.

El nuevo Gobierno de Sánchez tiene un marcado acento del partido, por lo que ha sido bien recibido en las federaciones y entre los parlamentarios. Como indica un dirigente: “Hay mucho patanegra”. Y es que entre los socialistas gustan mucho nombres como los de Félix Bolaños, María Jesús Montero, Óscar Puente y Pilar Alegría. Además, en el partido valoran mucho haber recuperado la cartera de Igualdad. Un Ejecutivo, además, que está en plena sintonía con la calle Ferraz, desterrándose viejas peleas de otras épocas entre La Moncloa y la sede socialista. A los líderes regionales también les gusta que siga Óscar López al frente del gabinete del presidente y que no se haya optado por una figura tipo Iván Redondo.

Las dudas sobre el adelanto del congreso

En varios sectores del partido sí planea la duda de si Sánchez podría celebrar pronto un congreso extraordinario para poner a punto al partido para esta etapa y adaptar la Ejecutiva a las competencias y prioridades del nuevo Gobierno. Desde la dirección de Ferraz se limitan a decir: “Toca en 2025”. En el nuevo Gobierno también Pilar Alegría asume la Portavocía (anteriormente recaía en Isabel Rodríguez), lo que supone un reconocimiento a la labor que también realizaba hasta ahora como portavoz de la Ejecutiva federal. Se da por hecho en el PSOE que dejará este último cargo, pero en Ferraz no tienen ansias por nombrar a otra persona: “Sin ninguna prisa”.

En el partido hay sectores partidarios de adelantar ese congreso para llevar a cabo posteriormente la renovación en algunas federaciones. Se mira especialmente a Aragón y a la Comunitat Valenciana, donde se han perdido los gobiernos autonómicos. En el primer caso Javier Lambán ha dicho que no repetirá, y se espera una batalla entre sus partidarios y los afines a Ferraz. Pilar Alegría precisamente es el nombre que más se repite como favorita para hacerse con las riendas, aunque su nuevo rol la aleja de centrarse en la vida política aragonesa. En el segundo caso también emergen nombres como los de Diana Morant, Carlos Martínez Bielsa, Pilar Bernabé y Alejandro Soler. La figura de Ximo Puig ha quedado tocada internamente después de que no fuera nombrado ministro como muchos esperaban dentro de la federación valenciana.

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Y en el PSOE ya están trabajando además para el ciclo electoral del año que viene, que tiene tres citas de alto calado: las europeas, las gallegas y las vascas. Los socialistas ya tienen candidatos para las dos últimas con José Ramón Gómez Besteiro y Eneko Andueza. A los dos se les está cuidando mucho desde la calle Ferraz. El primero fue parte de los negociadores para la investidura, además del elegido para defender la reforma del reglamento del Congreso para el uso de las lenguas cooficiales. El segundo se está dejando ver mucho por Madrid como en el acto de toma posesión de Pilar Alegría como ministra de Educación y portavoz del Gobierno.

En el caso de Galicia los socialistas ven la oportunidad de arrebatar la Xunta a un Alfonso Rueda mucho más débil que su predecesor, Alberto Núñez Feijóo, y se agarran a que el pasado 23 de julio las izquierdas superaron en votos a las derechas, aunque el PP, por el sistema electoral, tuviera más diputados. En Euskadi el PSE-EE logró ser la fuerza más votada también en esos comicios superando las expectativas. Por eso, se ven con ganas para una dura competición con EH Bildu y el PNV, que se encamina hacia una etapa sin Iñigo Urkullu.

El Gobierno y la dirección del partido, empezando por el propio Sánchez, también van a destinar parte de su discurso a explicar y hacer pedagogía sobre la ley de amnistía, un tema sobre el que apenas se habían pronunciado. Una parte del debate de investidura estuvo centrada en esa ley, que el jefe del Ejecutivo considera que acabará dando sus frutos y los ciudadanos lo reconocerán como pasó con los indultos en la anterior legislatura.

El nuevo Gobierno ya tiene las carteras repartidas y ha echado a andar. Empieza una nueva etapa, tras meses complicados de negociaciones y de incertidumbre, con la idea de que la gestión de corte progresista se perciba lo antes posible por parte de los ciudadanos y con un estilo de mayor unidad dentro de la coalición.

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