Una reforma legal para aumentar el control judicial del CNI y una nueva ley de secretos oficiales. Esos son los dos principales anuncios lanzados desde la tribuna del Congreso por el presidente del Gobierno durante su comparecencia en el Pleno de este jueves. Pedro Sánchez defendió ante la Cámara la legalidad de las actuaciones de la inteligencia española y achacó a “actores desconocidos completamente ajenos a la administración de nuestro país” los posibles espionajes ilegales, pero se comprometió a impulsar un nuevo “marco regulatorio” que permita al CNI “enfrentarse con éxito a los nuevos retos”.
“Se trata de reforzar las garantías de control además de asegurar el máximo respeto a los derechos individuales y políticos de las personas”, afirmó el presidente tras anunciar la reforma del texto legal que regula el control judicial del CNI. La medida era demandada desde hace semanas por algunos de los principales socios parlamentarios del Ejecutivo, que espera ahora que el paso al frente dado a raíz de la crisis política generada por el ‘caso Pegasus’ sirva también para reconducir las relaciones de colaboración con grupos como ERC.
Sánchez también se comprometió durante su intervención a dar luz verde a una de las demandas históricas de otro aliado estratégico como el PNV: una nueva ley de secretos oficiales. El presidente recordó que la actual data de 1968, aún en plena dictadura, para sostener que resulta “impostergable que la norma se adapte a los principios democráticos, constitucionales y a los estándares internacionales”.
Mano tendida a ERC
Consciente de la crisis política generada a raíz de la denuncia del espionaje a líderes independentistas, Pedro Sánchez no se olvidó de tenderle la mano a algunos de sus principales socios, con palabras específicas hacia el diálogo con Cataluña. “Quiero reconocer la valentía y el coraje de quienes apostamos decididamente por el diálogo, y lo digo en primera personal del plural, frente a quienes quieren romperlo todo y volver a 2017. Esa valentía y coraje están dando sus frutos”, dijo en alusión implícita al president de la Generalitat y a ERC, antes de subrayar su "apuesta absoluta y rotunda para reanudar el diálogo con las instituciones de Cataluña y consolidar el reencuentro para construir concordia y convivencia”.
El presidente hizo hincapié en que, a diferencia de los gobiernos del PP, en este caso "ningún abuso ha sido tolerado" por su Ejecutivo, que "ni conoce ni decide" el detalle de las operaciones desarrolladas por el CNI. Y subrayó su solidaridad con todos aquellos que, como parece su propio caso, hayan sido espaidos al margen de los controlos judiciales y la legalidad porque, recordó, "son víctimas de un delito". Y añadió: “Lo verdaderamente relevante es que no se atropellen sus derechos fundamentales. Hay controles que existen en todas las democracias. La información que afecta a la seguridad nacional está siempre sometida al control de las instituciones, pero no a las decisiones discrecionales de la Presidencia del Gobierno”.
Críticas al PP
Durante buena parte de su intervención, Pedro Sánchez se dedicó a recordar algunos de los principales escándalos de corrupción del PP que afectaron a las fuerzas de seguridad del Estado y al ministerio del Interior para contraponer que "con este Gobierno se defiende la Constitución, con los métodos que defiende la Constitución y sin saltarse la Constitución”, dijo. “Hemos escuchado audios de vergüenza ajena”, calificó en referencia a las grabaciones del comisario Villarejo con líderes populares como María Dolores de Cospedal.
"Estos casos han manchado la buena reputación de instituciones tan necesarias para nuestro país, pero no quedan impunes. El Gobierno colabora con transparencia con la justicia. Esta fue la situación que nos encontramos al llegar al Gobierno hace cuatro años. No ha habido ni un solo requerimiento de la justicia que el Gobierno no haya atendido. Este compromiso se extiende a todos los ámbitos del Estado”, concluyó.
Los socios del Gobierno ven "insuficientes" las explicaciones
"¿Qué ha venido a hacer aquí? ¿Es consciente de que hay una operación de un bunker, que siempre ha existido en el Estado profundo, que busca excitarnos para desestabilizarlos a ustedes?", le ha inquirido el portavoz de Esquerra Republicana (ERC), Gabriel Rufián, al inicio de su discurso. "¿Es consciente de que con intervenciones como la de hoy lo único que hace es darles la razón y darnos a nosotros mas excusas?". Rufián ha censurado que el Gobierno "se llene la boca con la transparencia" pero después vete comisiones de investigación sobre el espionaje u otros asuntos de actualidad, como las finanzas del rey emérito: "El poder nunca jamás puede estar por encima de la moral", ha inquirido.
Rufián ha criticado que el presidente del Gobierno "prometa un mayor control" sobre el CNI cuando "el mayor controlador del CNI es el presidente del Gobierno, es decir, es usted". A juicio del catalán el Ejecutivo está "abriendo una puerta terriblemente peligrosa". "¿Por qué espiaron al actual president de la Generalitat, Pere Aragonès? ¿Qué hacía? ¿Por qué le espiaban mientras ERC negociaba con usted la investidura? ¿Qué pasó con esa información?", le ha planteado. "España huele a cerrado y es de un patriotismo tóxico que asusta", ha zanjado.
Otros portavoces como Ferrán Bel (PdeCat) han lamentado que Sánchez utilizara un "25% de su intervención" para dirigirse al PP por los casos de corrupción y haya eludido dar "explicaciones" sobre el espionaje. "Es insuficiente", ha asegurado. El líder de Más País, Íñigo Errejón, ha recordado que Sánchez ha comparecido "forzado por el resto de grupos": "Tengo la sensación de que el gobierno ha ido por detrás de los acontecimientos", ha señalado. El portavoz del BNG, Néstor Rego, ha señalado que "espiar a adversarios políticos no es propio de un sistema democrático".
Por su parte, Aitor Esteban, representante del PNV, ha asegurado durante sus turno de intervención que "un gobierno democrático debe conocer lo que hacen los servicios secretos, no utilizarlos". La formación jetzale registró la semana pasada una proposición de ley para reformar la Ley 11/2002, reguladora del Centro Nacional de Inteligencia y la Ley Orgánica 2/2002, de 6 de mayo, reguladora del Control Judicial Previo. A su juicio, "el juez no sabía exactamente qué se estaba autorizando" cuando dio luz verde al espionaje de varios dirigentes independentistas, entre ellos Pere Aragonès. "El Estado sigue en una ola de una transición permanente", ha lamentado.
Una reforma legal para aumentar el control judicial del CNI y una nueva ley de secretos oficiales. Esos son los dos principales anuncios lanzados desde la tribuna del Congreso por el presidente del Gobierno durante su comparecencia en el Pleno de este jueves. Pedro Sánchez defendió ante la Cámara la legalidad de las actuaciones de la inteligencia española y achacó a “actores desconocidos completamente ajenos a la administración de nuestro país” los posibles espionajes ilegales, pero se comprometió a impulsar un nuevo “marco regulatorio” que permita al CNI “enfrentarse con éxito a los nuevos retos”.