Sánchez repetirá como candidato si hay elecciones el 26-J sin pasar por unas primarias

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Ibon Uría

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, repetirá como candidato de su partido si se celebran unas nuevas elecciones el 26 de junio y lo hará sin pasar por unas primarias. Por dos motivos. El primero, que con el actual reglamento de las primarias en la mano, no hay tiempo para organizarlas antes del 23 de mayo, fecha tope para presentar las candidaturas del 26-J. El segundo, que aunque el PSOE cambiase a toda prisa sus normas internas, la decisión de Susana Díaz de no dar ahora la batalla por la candidatura hace imposible que otro aspirante logre avales suficientes para competir con Sánchez.

La cuestión de los tiempos es clara. Según el artículo 45 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral (LOREG), los partidos deben presentar sus candidaturas entre el día 15 y el día 20 posterior a la convocatoria de elecciones. Si no hay Gobierno, las Cortes Generales se disolverán el 2 de mayo y la convocatoria de los nuevos comicios se publicará el 3 de mayo en el BOE. Las listas deberán presentarse, por tanto, entre el 18 y el 23 de mayo.

Con sus normas actuales el PSOE tiene imposible desarrollar unas primarias entre el 2 de mayo –fecha de la convocatoria de las elecciones– y el 23 de mayo –día límite para presentar a su candidato–. El artículo 29 del reglamento federal de primarias establece que los aspirantes a liderar al partido en unas elecciones generales dispondrán de entre 10 y 20 días para recoger avales. El artículo 57, que la campaña electoral de las primarias durará "un mínimo de 15 días". Sólo la suma de esos dos plazos ya supera el tiempo disponible.

Las elecciones internas del año pasado en las que se eligió a Pedro Sánchez como candidato para el 20-D, por ejemplo, estaban planificadas de forma que abarcaban dos meses completos. Al margen de los tiempos para la recogida de avales y la campaña de información, el calendario aprobado entonces reservaba 20 días para que ciudadanos no militantes del PSOE que quisieran votar pudieran inscribirse para participar en el proceso, además de plazos para recurrir cuestiones relativas a los avales o a la votación.

Sin cambios por ahora

Si el PSOE decidiera cambiar el reglamento, las modificaciones tendrían que pasar por el Comité Federal. Las normas internas establecen que el candidato a presidente se elige en un proceso de primarias que hay que iniciar obligatoriamente –aunque si sólo una persona logra los avales necesarios no se llega a votar–, de modo que está por ver si el partido introduce cambios para ajustarse a los tiempos de unas nuevas elecciones.

La dirección federal, preguntada por este diario, no hace comentarios al respecto. En Ferraz sostienen que "el PSOE, como la mayoría de españoles, no contempla más escenario que trabajar hasta el último día en favor de un Gobierno del cambio", y prefieren no pronunciarse por ahora sobre lo que pasaría si esas negociaciones fracasaran y se convocaran automáticamente unas nuevas generales.

Candidato por la vía rápida

Las fuentes consultadas por infoLibre en distintos sectores del PSOE apuntan que, en cualquier caso, esta cuestión no genera polémica. En el partido todos asumen que los plazos simplemente no dan, y que las estrecheces del calendario electoral no permitirían organizar unas primarias si hubiera que votar de nuevo el 26 de junio. Y, en consecuencia, consideran que la solución lógica es que Sánchez fuese proclamado candidato por el Comité Federal.

Se repetirá así la situación de junio de 2015, cuando sólo Pedro Sánchez logró los avales necesarios. Además del actual secretario general habían anunciado su precandidatura el médico granadino Manuel Pérez García, el dirigente sevillano Sergio Cebolla y el tinerfeño Pedro Antonio Ibáñez. Pero ninguno logró recoger los avales necesarios, por lo que el secretario general se convirtió en candidato sin que las bases votaran.

En el partido están convencidos de que ahora ocurrirá lo mismo: no habrá rivales de entidad y, si irrumpe algún nombre alternativo, se estrellará en la primera fase al no conseguir las firmas necesarias para formalizar la candidatura. Para competir en las primarias es necesario recabar el aval del 5% de los militantes de PSOE, el PSC o sus organizaciones juveniles, lo que implica reunir unos 9.500 apoyos.

Susana Díaz se reserva

La falta de competencia se deberá, fundamentalmente, a que la presidenta andaluza Susana Díaz no dará la batalla. En el entorno de Díaz comentan que "es disparatado presentarse" al proceso de primarias porque, "aunque ganase, el secretario de Organización seguiría siendo César Luena" o, dicho de otro modo, porque la dirigente andaluza se habría convertido en la candidata de un partido que todavía estaría bajo el control de Pedro Sánchez y su equipo.

El otro inconveniente para que la presidenta andaluza dé un paso al frente tan pronto deriva precisamente de su actual cargo. Si Susana Díaz quisiera competir por la candidatura del PSOE a la Moncloa en junio tendría que abandonar a toda prisa la Junta, algo que no entra en sus planes.

Fuentes de los socialistas andaluces consultadas por infoLibre certifican que Díaz no concurrirá a las primarias y que sí plantará cara a Sánchez en el próximo Congreso Federal, que precisamente este sábado se aplazará por decisión del Comité Federal y que se celebrará sólo cuando haya nuevo Gobierno. Optaría así a la Secretaría General, no a la candidatura a la Presidencia del Gobierno.

Comité Federal sin sobresaltos

Así las cosas, se prevé que el Comité Federal de este sábado transcurra en calma. El orden del día tiene sólo dos puntos: primero intervendrá Pedro Sánchez en abierto. Después, el debate se centrará en el aplazamiento del congreso del partido, que quedará sin fecha y condicionado a la formación del próximo Ejecutivo, sea antes o después de una repetición de las elecciones. Está previsto que la líder andaluza Susana Díaz asista y tome la palabra, aunque no será especialmente crítica con la dirección federal.

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El cónclave estaba previsto para los días 20, 21 y 22 de mayo. Antes, el día 8 de ese mismo mes, los casi 190.000 afiliados del partido estaban llamados a elegir en primarias a su próximo secretario general. Para que la votación pudiera producirse a tiempo los aspirantes debían presentarse a más tardar el 14 de abril. En definitiva, el proceso orgánico chocaba de lleno con las últimas semanas para negociar un posible Gobierno.

Ese calendario se fijó el 30 de enero, tras semanas de discusiones entre el equipo de Sánchez y algunas federaciones críticas. En diciembre y a principios de enero la dirección federal quería retrasar el congreso hasta el verano y los críticos reclamaban que se celebrara cuanto antes. Más tarde las posiciones se dieron la vuelta: los críticos consideraron que convenía retrasar el cónclave para no hacer un "congreso de trámite" y para que las negociaciones de Sánchez no "distorsionaran" la elección interna. Y finalmente, el pasado lunes, la dirección federal anunció que llevaría al Comité Federal la propuesta de retrasar el congreso.

Este sábado, por tanto, no se prevén demasiadas tensiones internas. Distintos sectores del partido coinciden en que no es el momento de enredarse en cuestiones de partido ni de reeditar la imagen de malestar entre la dirección federal y algunos barones territoriales. La consigna que todos comparten es que ahora la atención se debe centrar en la formación de Gobierno. En definitiva, y con independencia del tono que empleen los cargos regionales en sus intervenciones, nadie pondrá verdaderos obstáculos al aplazamiento del congreso.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, repetirá como candidato de su partido si se celebran unas nuevas elecciones el 26 de junio y lo hará sin pasar por unas primarias. Por dos motivos. El primero, que con el actual reglamento de las primarias en la mano, no hay tiempo para organizarlas antes del 23 de mayo, fecha tope para presentar las candidaturas del 26-J. El segundo, que aunque el PSOE cambiase a toda prisa sus normas internas, la decisión de Susana Díaz de no dar ahora la batalla por la candidatura hace imposible que otro aspirante logre avales suficientes para competir con Sánchez.

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