Sánchez salva el primer set de la legislatura y encara las catalanas sin desgaste
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, salvó este domingo el primero de los tres sets del partido que le ha tocado jugar para prolongar la legislatura nacional (elecciones en Euskadi, Cataluña y Europa) con un resultado que no refleja ningún desgaste por su colaboración con el PNV y sus acuerdos políticos con EH Bildu. Más bien todo lo contrario.
El PSE ha conseguido mejorar su representación por encima de lo previsto (de 10 a 12 escaños, uno más por Bizkaia) y aumenta su porcentaje de votos hasta un 14,24% (seis décimas más que en 2020). Su docena de diputados han salvado la coalición con el PNV y les permitirán aumentar su peso en el gobierno que con toda probabilidad formará Imanol Grádales como lehendakari.
Los socialistas podrán, por tanto, encarar a partir del lunes la campaña catalana habiendo conseguido su principal objetivo, que era revalidar la coalición con el PNV, una fórmula que confían en poder seguir compatibilizando con sus pactos con Bildu en el Congreso.
El PP crece, pero no cuenta
El Partido Popular también ha subido ligeramente: un escaño por Araba (en el conjunto de Euskadi pasa de seis a siete) y un porcentaje de votos del 9,2% (2,5 puntos más que en las anteriores elecciones). Oficialmente, se dan por satisfechos, aunque no han logrado la mejora sustancial que esperaban. Y culpan de ello al supuesto voto útil que, según Génova, habría recibido el PNV por el supuesto miedo provocado esta semana por la posibilidad de una victoria del EH Bildu.
Aunque ha salvado los muebles, lo ocurrido este domingo constituye el segundo tropiezo serio de Alberto Núñez Feijóo desde que llegó a la dirección del PP hace dos años, después de que en julio de 2023 le impidió reunir apoyos suficientes para ser investido presidente. Génova quería un grupo parlamentario decisivo, fue su principal mensaje de campaña, para abandonar por primera vez su tradicional irrelevancia en el País Vasco y no lo ha conseguido. Ha ganado un escaño, pero sus diputados no podrán condicionar la elección del lehendakari.
Tampoco han conseguido reunificar el espacio del centroderecha absorbiendo a Vox. La extrema derecha no solo resiste: mejora ligeramente en porcentaje de voto (2,04%) y mantiene su único escaño por Araba. Una circunstancia que emplaza a los dos partidos al combate que les enfrentará en Cataluña por el dominio del espacio político de la derecha unionista.
Sumar gana a Podemos
La izquierda alternativa ha vuelto a fracasar estrepitosamente, igual que ya sucedió en Galicia, y ha pagado el precio de la división, perdiendo casi toda su representación en el Parlamento Vasco. Sumar se ha movido en torno al 3,3% de los votos y eso le ha permitido conseguir un escaño por Araba, pero Podemos, con un 2,2%, se ha quedado fuera.
En todo caso, el desempeño que han tenido por separados ha estado muy por debajo de lo que consiguieron en 2020 cuando el mismo espacio político acudió con una sola candidatura. Entonces lograron seis escaños y algo más el 8% de los votos. Por separado, Sumar y Podemos han atraído más votos que en 2020 (79.135, siete mil más que en 2020) pero la suma de sus porcentajes está por debajo del resultado de hace cuatro años. El resultado de la votación da continuidad a la coalición PNV-PSE y no tiene ningún efecto previsible en el escenario nacional. La mirada de todos se vuelve ya hacia Cataluña, que el viernes entra en campaña, y donde además de la mayoría del Parlament se juega el segundo set de la legislatura nacional.
Ahora, Cataluña
Salvados, en principio, los acuerdos con PNV y EH Bildu, el reto de Sánchez es ahora que las elecciones catalanas no hagan saltar por los aires los acuerdos con Junts y Esquerra, imprescindibles para dar continuidad a la legislatura.
En el PP están convencidos de que Cataluña es un callejón sin salida para el PSOE, porque las encuestas no predicen ningún resultado bueno para los socialistas. Feijóo no ha conseguido que su partido fuese decisivo en Euskadi, ni tampoco absorber a Vox, pero ha salvado los muebles ganando votos y un escaño, lo que le permite encarar las catalanas con su temario favorito: la ley de amnistía.
Los socialistas señalarán el fracaso relativo de Feijóo —el primero desde que llegó a Génova— y el PP se lanzará desde ya, este mismo lunes, a recuperar su estrategia para desgastar al PSOE aprovechando el caso Koldo, que piensan utilizar contra el candidato del PSC, Salvador Illa, utilizando como excusa su labor como ministro de Sanidad durante la pandemia de la covid.