El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reiteró este jueves el "no" del PSOE a Rajoy, porque el Comité Federal socialista ya acordó "claramente" votar "en contra" del candidato del PP, y sostuvo que una abstención de los socialistas para permitirle gobernar sería "alterar el resultado electoral". "¿Pero qué es esto de que quienes nos hemos presentado para cambiar a Rajoy y a sus políticas tengamos que facilitar su investidura", se preguntó Sánchez, quien recordó que la ausencia de mayoría absolutados no es una "circunstancia inédita en democracia", pues Aznar fue investido con 156 diputados y Zapatero con 169.
Sánchez compareció ante los medios después de reunirse a las 12.30 horas con el rey y durante una hora en el marco de la ronda de consultas que el jefe del Estado mantiene con los líderes políticos para designar un candidato que se someta al debate de investidura de esta XII legislatura. El encuentro con el secretario general socialista es el penúltimo que mantuvo el monarca, que comenzó sus reuniones este martes y que las terminará este jueves con Mariano Rajoy (PP) a las 17.00 horas. A primera hora de la mañana, Felipe VI se citó además con Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Unidos Podemos).
Durante la rueda de prensa Sánchez puso el acento una y otra vez en que "la condición necesaria" para que haya un "desbloqueo" de la situación es que "haya un proceso de investidura", y en que Rajoy, "si quiere ser presidente del Gobierno", tiene que proponer "cuestiones concretas" al resto de formaciones políticas. El PSOE, precisó, estará en el "respeto institucional a la espera de lo que haga el señor Rajoy", porque "los tiempos en democracia son fundamentales" y "cualquier elucubración o hipótesis" sobre otros escenarios constituiría "una irresponsabilidad". "Hay una responsabilidad constitucional del señor Rajoy de dar un paso al frente", zanjó.
En ese sentido, insistió en que "el PSOE no va a entorpecer las negociaciones" del PP y en que "la clave" no es "el resultado de la sesión de investidura", sino que "se celebre". ¿Por qué esa insistencia en que Rajoy acuda a una votación que se prevé que perderá?, se le preguntó entonces. Porque "hay una responsabilidad", porque "Rajoy lo tiene en su mano", porque si hubo 179 diputados que votaron juntos en la elección de la Mesa, "se podrán poner de acuerdo en cosas que afectan a los ciudadanos", arguyó Sánchez, quien finalmente trasladó "un mensaje de confianza": "Estoy convencido de que habrá Gobierno, de que la legislatura echará a andar", dijo.
El posible Gobierno alternativo
Las respuestas de Sánchez dejaron dudas sobre si estaría dispuesto a encabezar un Gobierno alternativo en caso de que Rajoy se retratase como incapaz de reunir los apoyos necesarios para la investidura. Uno de los periodistas presentes en la sala llegó a manifestarle al secretario general socialista su "duda" sobre la conveniencia de titular "Sánchez descarta un Gobierno alternativo" o "Sánchez no descarta un Gobierno alternativo". El líder del PSOE replicó que es el "tiempo de Rajoy", que el candidato del PP "tiene opciones" y que recuerda "el 2 y el 4 de marzo", en referencia a su investidura fallida, en la que Podemos votó en contra y sólo Rivera le apoyó.
En su intervención inicial en la rueda de prensa de este jueves, el líder del PSOE consideró que "esta legislatura no tiene que ser una legislatura corta" y prometió que hará "una oposición leal", "dura" en los asuntos esenciales en los que confronta con los conservadores, pero que "tenderá la mano" para los grandes acuerdos de Estado, consciente de los "desafíos de enorme trascendencia" a los que se enfrenta España. Además, advirtió de que Rajoy deberá plantar un "Gobierno conservador no continuista" de las políticas de estos cuatro años, pues quienes se presentaron a las elecciones diciendo que querían "cambiar muchas de las políticas de Rajoy" son mayoría en el Congreso.
Mantiene el rechazo a Rajoy
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Fuentes socialistas ya avanzaron este miércoles que el líder del PSOE defendería ante el rey que el presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP, Mariano Rajoy, tiene la "responsabilidad constitucional" de presentarse a la investidura, al tiempo que confirmaría al monarca que los 85 diputados de su partido van a votar en contra, tal como acordó el Comité Federal –máximo órgano del partido entre congresos– el pasado 9 de julio, en su única reunión hasta la fecha tras las elecciones generales del pasado 26J. En esa cita, Sánchez afirmó que al PSOE le correspondía jugar el papel de "alternativa" desde la oposición.
Desde los comicios Sánchez sólo había ofrecido hasta ahora una rueda de prensa. Fue el pasado 13 de julio, tras reunirse precisamente con Mariano Rajoy. Entonces le animó en público a tratar de tejer acuerdos con sus "afines ideológicos" y le advirtió de que desde los 137 escaños que tiene a los 176 escaños que necesita tiene "un trecho que recorrer" y le insistió en que "ahí no puede contar con el PSOE". En esa comparecencia, sin embargo y más en la línea de este jueves, Sánchez no despejó ningún escenario a futuro: insistió en su voto negativo pero también dijo que el PSOE "siempre estará en la solución" y no aclaró si intentará formar una mayoría alternativa.
Este jueves a primera hora, el portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, sostuvo que el PSOE "no ha negociado ni negociará" con el PP y que, "sinceramente", no se plantea liderar un Gobierno alternativo. A Sánchez se le preguntó, precisamente, por las palabras de Hernando, y replicó que quien ha descartado la posible mayoría alternativa es Pablo Iglesias, y que Podemos y Ciudadanos mantienen el "veto mutuo", por lo que "la respuesta está clara".
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, reiteró este jueves el "no" del PSOE a Rajoy, porque el Comité Federal socialista ya acordó "claramente" votar "en contra" del candidato del PP, y sostuvo que una abstención de los socialistas para permitirle gobernar sería "alterar el resultado electoral". "¿Pero qué es esto de que quienes nos hemos presentado para cambiar a Rajoy y a sus políticas tengamos que facilitar su investidura", se preguntó Sánchez, quien recordó que la ausencia de mayoría absolutados no es una "circunstancia inédita en democracia", pues Aznar fue investido con 156 diputados y Zapatero con 169.