Seguiremos luchando para que se sepa la verdad
Somos un grupo de familiares que por desgracia hemos perdido a nuestros seres queridos durante la primera ola de la pandemia en las residencias madrileñas. Porque lo hemos vivido en primera persona y sabemos lo ocurrido, pedimos que nuestra experiencia sea escuchada en la Asamblea de Madrid.
Una vez más, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha despreciado a las 7291 familias cuyos seres queridos murieron en la primera ola del covid-19 en las residencias madrileñas. Le debe parecer poco nuestro dolor cuando en la Asamblea lee la carta de un familiar en la que le felicita por su eficaz gestión ignorando que hay muchas familias que pensamos que el Gobierno de la Comunidad de Madrid olvidó situar a las residencias en el epicentro de sus preocupaciones y no sólo hubo olvido sino que cuando se actuó se hizo en contra de los derechos de los residentes.
Usted, señora Ayuso, cuando lee esa única carta olvida que Amnistía Internacional, tras realizar una investigación exhaustiva, ha demostrado que se vulneraron el derecho a la vida, a la salud, a no ser discriminado y a tener una muerte digna en las residencias de la Comunidad.
Igualmente nos desprecia cuando da voz a un ciudadano que descalifica a una formación política de la Asamblea que defiende nuestras reivindicaciones llamándoles "pandilla de mercenarios" y "secta carente de moral y de ética".
Desgraciadamente este desprecio no es nuevo: comenzó en el momento en que negó de forma reiterada la existencia de los protocolos de exclusión que impidieron derivar a los residentes a los hospitales por el hecho de vivir en una residencia, nos mintió cuando afirmaba que eran simples borradores. Se ha demostrado que esos protocolos existieron y que eran de obligado cumplimiento. ¿Cabe mayor discriminación e ignominia?
Nos desprecia cuando tras obtener en las pasadas elecciones mayoría absoluta se negó a reabrir la comisión de investigación, impidiendo a los madrileños conocer la verdad de lo ocurrido, porque usted sólo da la voz a los que le aplauden e ignora a los que queremos saber la verdad.
Nos desprecia cuando usted en la Asamblea silencia los informes de Amnistía Internacional, de la Comisión de la Verdad, de Médicos sin Fronteras, de la UME, las actas de la Policía Municipal y de tantas y tantas voces que contradicen su relato.
Cuando la persona encargada de tomar las medidas políticas ante la pandemia en las residencias declara "Se iban a morir igual" hace una declaración del principio rector de sus actuaciones.
¿Por qué iba a derivar a los hospitales a los enfermos y a los contagiados? Si se iban a morir igual.
¿Para qué medicalizar las residencias? Si se iban a morir igual.
¿Para qué malgastar material de protección o de diagnóstico? Si se iban a morir igual.
¿Para qué derivarlos al IFEMA, a los hoteles medicalizados, a los hospitales privados? Si se iban a morir igual.
Los familiares sabemos que nuestros seres queridos murieron abandonados, aislados en sus habitaciones, sin los cuidados que necesitaban, sin la medicación adecuada, muchos de ellos sin recibir el oxígeno que les salvaría de morir ahogados. Vivieron y murieron de forma indigna porque usted pensaba que se iban a morir igual.
Queremos transmitirle que seguiremos luchando para que se sepa la verdad, se haga justicia y se depuren responsabilidades políticas.
A usted como presidenta de la Comunidad le corresponde representar y defender los derechos de todos los madrileños, por ello le instamos a que lea esta carta en la Asamblea de Madrid para que nuestra voz sea escuchada.
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María Trinidad Blas Otero, Ángela Arreba Marrasé, Purificación Prieto, Ana Bravo y Magdalena Górriz Sánchez son familiares de víctimas de las residencias de la Comunidad de Madrid.