Un día después del plantón del Gobierno a José María Aznar, los conservadores se conjuraron para negar una "ruptura" con el líder de FAES, que en una entrevista radiofónica dijo "tomar nota" de las ausencias en la presentación de su libro y aprovechó para criticar la política antiterrorista de Mariano Rajoy. Su mano derecha, Soraya Sáenz de Santamaría, salió en su defensa: "En política antiterrorista, el Gobierno lo tiene muy claro", recalcó. "Ni negocia, ni negociará con ETA".
Cuando a la vicepresidenta del Gobierno se le preguntó por el último roce entre el equipo de Mariano Rajoy y presidente de honor del PP, la dirección del partido ya había tenido la oportunidad de pronunciarse. Desde Córdoba, donde la formación celebra desde este viernes su reunión Interparlamentaria, el vicesecretario de Estudios y Programas, Esteban González Pons, ya había negado también la existencia de una ruptura entre presidente y expresidente. Lo mismo hizo el portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso.
No obstante, en privado, destacados dirigentes lamentaban en último enfrentamiento y el hecho de que gran parte de éste se esté focalizando hacia la política antiterrorista. "un tema muy delicado para nosotros y para nuestro electorado", señalaba un diputado. Sólo un día antes, el día del plantón, Aznar inauguraba la mañana en Antena 3, donde concedió una entrevista en la que sostuvo que se queda "más tranquilo" cuando Rajoy defiende la unidad de España que cuando dice “hoy llueve mucho”. Una crítica dirigida a la primera reacción que tuvo el presidente del Gobierno cuando los periodistas le pidieron una valoración de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que tumbó la doctrina Parot.
Y un día después, este viernes, el presidente de la Fundación FAES volvía a hurgar en la herida. "¿Por qué Ortega Lara está fuera del PP y Bolinaga en la cárcel?", se preguntaba ante los micrófonos de la cadena Cope.
No pasa por alto que José Antonio Ortega Lara, ex funcionario de prisiones y víctima de la banta terrorista ETA, se marchó del partido en los meses previos al XVI Congreso Nacional del PP, que se celebró en junio de 2008. Éste dio un portazo al partido de Rajoy días después de hacerlo María San Gil, expresidenta del PP de Euskadi. El presidente del Gobierno nunca olvidará esa etapa en la que todo le iba cuesta arriba y en la que prácticamente a diario se cuestionaba su liderazgo desde diferentes sectores del PP y se amagaba con candidaturas alternativas a la suya.
Sáenz de Santamaría fue preguntada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros por estas últimas declaraciones del presidente de honor de su partido y por el hecho de que ningún ministro acudiera a la presentación del libro. Sobre este último aspecto, intentó quitar hierro al asunto argumentando que no existe ruptura y que "siempre" escuchan a los expresidentes, máxime si es Aznar. Algo más dijo sobre la actuación del Ejecutivo en materia de política antiterrorista: "No es mi tarea hacer comentarios sobre opiniones que valoran cómo lo hace o deja de hacer el Gobierno. En política antiterrorista, el Gobierno lo tiene muy claro: ni negocia ni negociará con ETA y los terroristas solo tienen un fin, disolverse unilateralmente".
Hay también en el PP quienes vieron "muy en clave interna" el discurso de la número dos del PP, María Dolores de Cospedal, en la inauguración de la interparlamentaria. "Nosotros miramos hacia el futuro, no al pasado", dijo. Además, sostuvo que su partido "no deja a nadie atrás".
La existencia de una negociación oculta entre el Gobierno de Rajoy y los terroristas es una de las acusaciones más recurrentes del ala dura del PP. De hecho, fue uno de los argumentos que emplearon algunos de los asistentes a la concentración contra la sentencia de Estrasburgo que tumba la doctrina Parot convocada hace dos fines de semana en Madrid por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Precisamente, este viernes, la sala de lo penal de la Audiencia Nacional dictaba la puesta en libertad de nueve etarras sin esperar el pronunciamiento del Tribunal Supremo.
Un día después del plantón del Gobierno a José María Aznar, los conservadores se conjuraron para negar una "ruptura" con el líder de FAES, que en una entrevista radiofónica dijo "tomar nota" de las ausencias en la presentación de su libro y aprovechó para criticar la política antiterrorista de Mariano Rajoy. Su mano derecha, Soraya Sáenz de Santamaría, salió en su defensa: "En política antiterrorista, el Gobierno lo tiene muy claro", recalcó. "Ni negocia, ni negociará con ETA".