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El silencio ante la pederastia, un pecado grave de la Iglesia española

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Un silencio ensordecedor ha sido la única respuesta que la Conferencia Episcopal Española ha dado, por el momento, a los abusos sexuales que presuntamente varios sacerdotes llevaron a cabo contra menores de edad en Granada. El caso fue destapado el pasado domingo por el diario Religión Digital , pero el órgano de coordinación de los obispos ni siquiera lo ha incluido en su orden del día a pesar de que desde el lunes y hasta este viernes se está celebrando su CIV Asamblea Plenaria.

Según explicó Religión Digital, el papa Francisco forzó una investigación a diez sacerdotes de la diócesis de Granada tras la denuncia de un joven que, tanto en una carta dirigida al sumo pontífice como en una denuncia ante la Fiscalía, acusó a varios curas de haber abusado de él y de otras tres personas repetidamente mientras eran menores de edad. Durante estos días, la actitud del arzobispo de Granada, Javier Martínez, ha sido bastante tibia, ya que si bien ha aplicado "medidas cautelares" a tres de los diez sacerdotes investigados, ha argumentado que no ha tomado medidas en su contra porque el propio denunciante le pidió que no hiciera nada más para no interferir con la acción de la Justicia, y ha señalado que "los otros pueden ser conocedores pero no han intervenido".

En este sentido, el propio Vaticano ha denunciado que Martínez “no está colaborando con lo que se ha pedido” Pero ni la reacción del prelado –que finalmente ha admitido que las acusaciones contra los tres curas son "verosímiles"– ni la de la Conferencia Episcopal Española son inhabituales en este tipo de casos. Pese a los casos que puntualmente se conocen, este órgano nunca ha abierto una investigación al respecto y, en este caso, ni siquiera ha tratado el tema oficialmente. Sólo se ha referido a él su presidente, el arzobispo de Valladolid Ricardo Blázquez, que ha asegurado que los obispos están “dispuestos a colaborar, por supuesto, [...] con el Papa, con la curia y los servicios de la Iglesia para estas cuestiones y también con los jueces”.

La pasividad de la Conferencia Episcopal a la hora de comunicar contundentemente una postura conjunta sobre el tema –algunos obispos sí han hecho declaraciones a título individual– choca, no obstante, con la firmeza con la que defienden otros postulados. Sin ir más lejos, el pasado 1 de octubre el órgano emitió un comunicado en el que mostraban su pesar por la retirada del proyecto de ley del aborto promovido por el ex ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y criticaban que "no se puede construir una sociedad democrática, libre, justa y pacífica, si no se defienden y respetan los derechos de todos los seres humanos fundamentados en su dignidad inalienable y, especialmente, el derecho a la vida, que es el principal de todos".

División entre los obispos

"Los obispos tienden a pensar que la Iglesia es perfecta, y que por tanto sus miembros también lo son", explica Juan G. Bedoya, periodista del diario El País experto en información religiosa. "Y este caso de Granada es simbólico, ya que el arzobispo hasta el miércoles mismo no se lo creía", abunda Bedoya, que señala que la Conferencia Episcopal "tiene a no creerse que uno de los suyos sea un degenerado, y sólo cuando se les ponen las evidencias delante de los ojos reaccionan", una actitud que ha permitido que los obispos reciban a Martínez "como si nada" en el encuentro plenario que están celebrando.

Por su parte Jesús Bastante, el periodista de Religión Digital que hizo público el escándalo, explica que es posible que este viernes la Conferencia Episcopal diga algo sobre los abusos a los que fueron supuestamente sometidos los menores en la conferencia de prensa que realizará para clausurar su CIV Asamblea Plenaria. No obstante, Bastante no las tiene todas consigo, ya que explica que dentro del órgano de coordinación de los obispos hay división con respecto a como debe afrontarse el tema: "Hay obispos que están a favor de ser contundentes, y otros que están a favor del arzobispo de Granada, y otros que prefieren estar callados hasta que esto pase", señala.

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Uno de los principales problemas, según explica Bedoya, es que "la Conferencia Episcopal no tiene autoridad sobre los obispos", sino que actúa como un mero órgano de coordinación de los prelados. Éstos, no obstante, son "como un pontífice en su diócesis" y tienen total libertad de acción, por lo que la institución no puede forzarles a que tomen ninguna medida. "Cuando hay un caso de estos la Conferencia Episcopal, más que mirar para otra parte, es que no tiene nada que decir", remacha el experto, que asegura que este órgano "nunca va a decir que tiene a crápulas en su seno".

Bastante, por su parte, aporta un nuevo punto de vista. "Los obispos van al ritmo que marca Roma, por lo que si un papa levanta la veda, lo que deberían hacer es seguir sus pasos", explica el periodista, que alaba que "en la última etapa de Benedicto XVI y especialmente en el papado de Francisco ha cambiado la postura de la Iglesia sobre los abusos". De hecho, el actual pontífice –que el pasado diciembre creó una comisión especial para luchar contra la pederastia– ha llamado personalmente en dos ocasiones al denunciante de Granada para mostrarle su apoyo.

Preguntado por si existen diferencias a la hora de abordar este tipo de casos en cada país, Bedoya lo tiene claro: la actitud varía dependiendo de si en ese estado la religión católica es preeminente o si, por el contrario, comparte el protagonismo con otras. "Donde la Iglesia es hegemónica, como en Irlanda, pasa igual que aquí: estos casos no se creen, se tapan… y [la jerarquía] sólo se alarma cuando la ropa sucia sale por la ventana", explica el experto. "Pero donde la religión católica convive con otras, como en EEUU, Alemania o Austria, se actúa de forma más contundente", ya que las Conferencia Episcopales tienen "mayor capacidad de presión" y, además, "un escándalo de estos les puede costar millones de fieles" y, en casos como el alemán, también "millones de euros".

Un silencio ensordecedor ha sido la única respuesta que la Conferencia Episcopal Española ha dado, por el momento, a los abusos sexuales que presuntamente varios sacerdotes llevaron a cabo contra menores de edad en Granada. El caso fue destapado el pasado domingo por el diario Religión Digital , pero el órgano de coordinación de los obispos ni siquiera lo ha incluido en su orden del día a pesar de que desde el lunes y hasta este viernes se está celebrando su CIV Asamblea Plenaria.

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