El empresario Eduardo de la Peña ha declarado este miércoles en calidad de investigado ante el magistrado de la Audiencia Nacional Diego de Egea que David Marjaliza le mandó quemar un día de niebla documentación confidencial sobre el entramado empresarial del constructor y que también giró facturas falsas a la multinacional Cofely a cambio del cobro de mordidas, informa Europa Press.
Según han informado fuentes presentes en el interrogatorio, De la Peña ha confirmado la tesis que expuso Marjaliza en calidad de testigo durante el juicio de la pieza Talamino, la primera de la trama Púnica por el chivatazo que le dio el guardia civilchivatazo José Manuel Rodríguez Talamino al exsecretario general del PP Francisco Granados de que se le estaba investigando.
Al respecto, ha detallado que accedió a las instrucciones del presunto cerebro de esta trama y transportó una docena de bolsas de basura en tres carros de la compra a El Álamo (Madrid) y allí las quemó en un día de niebla la primera semana de octubre de 2014.
El colaborador de Marjaliza había pedido comparecer ante el instructor de la trama Púnica después de que el constructor se dirigiera a él como El ñapas y la persona que quemó documentos que ocultaba en sus oficinas de Pinto con anotaciones con pagos en B a políticos, licitaciones y facturas falsas.
Mordidas por facturas falsas
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De la Peña, que ha respondido a las preguntas de todas las partes y no ha mencionado a Granados durante todo el interrogatorio, ha reconocido que giró facturas falsas para la empresa Cofely a cambio de mordidas que iban para Marjaliza, si bien él se quedaba un porcentaje por la operativa.
Las mismas fuentes han precisado que De la Peña no ha sido muy claro al ser preguntado por el contenido de las facturas, la mayoría de las cuáles solo hacían referencia a obras en determinados municipios madrileños, sin concretar más detalles.
Sí ha dicho que uno de los extractos facturados a la multinacional francesa era por un importe de 800.000 euros y que accedió a participar en esta dinámica por la confianza que tenía con David Marjaliza.
El empresario Eduardo de la Peña ha declarado este miércoles en calidad de investigado ante el magistrado de la Audiencia Nacional Diego de Egea que David Marjaliza le mandó quemar un día de niebla documentación confidencial sobre el entramado empresarial del constructor y que también giró facturas falsas a la multinacional Cofely a cambio del cobro de mordidas, informa Europa Press.