Los socios de investidura de Sánchez piden mano dura contra Israel mientras Junts y PNV se ponen de perfil

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El conflicto entre Israel y Palestina está abarcando gran parte del debate político en España. Desde un primer momento la derecha y la ultraderecha de PP y Vox escogieron bando al aliarse con el Estado hebreo —algunos de sus representantes estuvieron, de hecho, en la concentración ante la Embajada en Madrid la pasada semana—, mientras que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez ha optado por la línea ya consensuada en el Congreso en 2014 que defiende la vía de los dos Estados, uno judío representado por Israel y otro árabe por Palestina.

La izquierda española, por su parte, se ha mostrado históricamente favorable a la causa palestina —varios diputados del grupo parlamentario participaron en la marcha del pasado domingo en Madrid — y a que Israel cumpla las resoluciones de la ONU en cuanto a la ocupación ilegal de sus territorios para que su población no se vea sometida a un régimen de apartheid. Tanto Sumar a través de su portavoz, Ernest Urtasun, como las formaciones que están dentro de la coalición, especialmente Podemos, Izquierda Unida y Más Madrid han criticado la actuación del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre la población civil palestina.

La coalición liderada por la vicepresidenta segunda en funciones, Yolanda Díaz, ha pedido a Sánchez que reconozca formalmente al Estado Palestino y que se corte el suministro de armas a Israel a nivel europeo. Aunque Sumar ha desvinculado esa decisión de un eventual acuerdo de investidura, tanto Esquerra Republicana como EH Bildu y el BNG, tres de los socios que Sánchez necesita para ser investido, también han pedido mano dura del Gobierno contra Netanyahu.

Una posición que contrasta con la equidistancia que mostrado el PNV —cuya postura en defensa de los dos Estados es más similar a la del PSOE— y especialmente con la de Junts, que presentó en el Parlament de Cataluña una proposición en la que abogaba por el reconocimiento del “derecho a existir” de Israel, que los de Carles Puigdemont han acabado retirando tras las presiones recibidas, con una pintada en su sede nacional.

ERC anuncia ayudas a Palestina y critica el "genocidio" de Israel

Aunque prima el apoyo a la causa palestina la postura de ERC tiene matices. La consellera de Exteriores, Meritxell Serret, condenó de manera "rotunda" el ataque de Hamás contra Israel, que tachó de "atrocidad injustificable y contraria al derecho internacional humanitario" y puso como “exigencia” evitar víctimas de la población civil de ambos países. Hace solo unos días anunció la entrega por parte de la Generalitat de 800.000 euros para la agencia de Naciones Unidas que da auxilio a los refugiados palestinos. El portavoz de la formación en el Congreso, Gabriel Rufián, se ha mostrado abiertamente a favor de la causa palestina y asegura que se trata de una "ocupación y un genocidio" no de una guerra.

Junts reivindica el "derecho de Israel a existir" y rechaza el término 'apartheid'

Hace diez días, tras el ataque de Hamás sobre Israel, Junts per Cataluña presentó una moción en el Parlament donde se reivindicaba “el derecho de Israel a existir” y calificaba de “error” el empleo del término “apartheid” en Israel o Palestina . Una iniciativa a la que se unió Ciudadanos pero que fue muy criticada por el resto del arco parlamentario. Finalmente han acabado retirando la moción pero desvinculan esa decisión de las pintadas que aparecieron en su sede, donde se les acusaba de complicidad con el ejercito israelí. El propio Carles Puigdemont aseguró que él no podía "distinguir la diferencia" entre "el grito y el dolor de una víctima palestina y de una víctima israelí".

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La posición manifestada por el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, es inequívoca. "Tras casi veinte años de bloqueo, las personas que viven en Gaza están siendo víctimas de un castigo colectivo, están siendo bombardeadas, y se les ha cortado el acceso a suministros básicos tales como el agua, la electricidad o el combustible. Compartimos la posición de Naciones Unidas de que esto no es aceptable, se trata de una violación del derecho internacional intolerable que la comunidad internacional no debe permitir", afirmó. El dirigente abertzale pidió que "por razones humanitarias y políticas" que "se detenga "la estrategia de castigo al pueblo palestino": "Más que nunca, reiteramos nuestra reflexión a favor de la desescalada, del diálogo y de la negociación", señaló.

El PNV se alinea con Pedro Sánchez y critica a Podemos

El secretario general del Partido Nacionalista Vasco, Antoni Ortuzar, mantiene una posición muy similar a la expresada por el presidente del Gobierno en funciones, con la defensa de los dos Estados. En una entrevista reciente, afirmó que condenaba "con mucha rotundidad" el ataque de Hamás, pero también pedía a Israel que cumpliera con las resoluciones de Naciones Unidas. Aun así, ha manifestado que "reconocer el Estado Palestino en el momento actual "es una cuestión secundaria" y ha aconsejado a la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ser "un poco más cuidadosa en la utilización del lenguaje" al referirse a este conflicto.

El BNG carga contra la postura de la Unión Europea

El Bloque Nacionalista Galego (BNG) es muy crítico con la actuación de la presidente de la Comisión Europea, Ursula Von de Leyen, al alinearse de manera clara con Israel. La líder de la formación, Ana Pontón, reclamó al Ejecutivo de Sánchez que se desmarcara de esa "vergonzosa" y "belicista" posición y aseguró que el "ataque indiscriminado" ya anunciado por el Estado hebreo "es un genocidio contra el pueblo palestino".

El conflicto entre Israel y Palestina está abarcando gran parte del debate político en España. Desde un primer momento la derecha y la ultraderecha de PP y Vox escogieron bando al aliarse con el Estado hebreo —algunos de sus representantes estuvieron, de hecho, en la concentración ante la Embajada en Madrid la pasada semana—, mientras que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez ha optado por la línea ya consensuada en el Congreso en 2014 que defiende la vía de los dos Estados, uno judío representado por Israel y otro árabe por Palestina.

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