Los socios potenciales del PSOE en el Congreso se revuelven contra Sánchez por su insistencia en amenazar con el 155

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La decisión del presidente en funciones, Pedro Sánchez, de hacer de la “firmeza” frente al independentismo su principal argumento electoral en los primeros días de la precampaña está activando todas las alarmas entre los partidos que son socios potenciales del PSOE y a los que los socialistas previsiblemente van a necesitar para sacar adelante una investidura después de las elecciones del 10 de noviembre. La mayoría de ellos critican lo que consideran una deriva "oportunista" por parte de Sánchez dirigida a conquistar el voto de la derecha que tradicionalmente ha defendido la mano dura con Cataluña.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, en una entrevista en RNE, calificó de “fuegos artificiales” la reiteración con la que el presidente en funciones proclama que, llegado el caso, aplicará el artículo 155 para intervenir la autonomía catalana. El líder de UP acusa a los socialistas de ir “a la caza del votante de Ciudadanos” y de haber dado un giro a la derecha sin matices para parecerse a PP y Cs.

Iglesias está convencido de que Sánchez quiere utilizar la crispación que previsiblemente generará la sentencia del procés como un “dispositivo de campaña” y criticó esta estrategia. “Esto no se resuelve con eslóganes, ni compitiendo con Rivera, Casado o Abascal por ver quién es más duro. Se resuelve con diálogo”, subrayó.

Si Sánchez acaba poniendo en marcha “una locura”, señaló en referencia al 155, puede afectar incluso a la negociación de mayorías en el Congreso después del 10N. En ese caso “nadie en su sano juicio nos podría permitir que le apoyáramos", añadió.

Según Iglesias, hay consenso entre los independentistas en que la unilateralidad “fue un fracaso”. De manera que, en su opinión, la única salida pasa por “el diálogo y la reconciliación”.

Lo que intentan Sánchez y la derecha, sostiene el líder de UP, es no hablar del paro, del precio de los alquileres o del coste de la energía. Esta campaña va sobre “quién se atreve a hacer lo necesario para proteger a la gente ante la crisis” y por eso “algunos solo quieren hablar del 155”.

Tampoco el líder de Más País, Íñigo Errejón, está dispuesto a avalar la estrategia de Sánchez en este asunto pero, a diferencia del líder de UP, si depende de su partido no considera que esa decisión deba condicionar la formación de un gobierno progresista. “Podemos avanzar en otras cuestiones”, aseguró esta semana en una entrevista en la Cadena SER.

“Nosotros no le acompañaríamos” en ese camino porque no hay motivos que hagan necesario suspender la autonomía catalana, indicó, pero ese desencuentro no debería hipotecar, en su opinión, la formación de un gobierno progresista.

Según Errejón, es posible llegar a acuerdos con el PSOE en cuestiones como la lucha contra el cambio climático, la violencia machista, el blindaje de las pensiones o frenar el mercado del alquiler. “La situación de Cataluña es uno de los problemas de España, pero no nos olvidemos del resto de problemas”, subrayó.

El enfado del PNV

La insistencia en el 155 está sentando muy mal en el PNV, un socio minoritario pero estratégico para el PSOE, con el que además comparte tareas en el Gobierno Vasco. El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Aitor Esteban, remarcó este jueves que mientras no haya “un acto concreto” del Gobierno catalán, no se puede aplicar el 155 de la Constitución en Cataluña.

Y consideró “absolutamente sorprendente” que se pretenda recurrir a la Ley de Seguridad Nacional. “Yo ya me temía que, en un momento determinado, esto se pretendería utilizar. Lo cierto es que, cuando se debatió la ley, se dejó claro que esto no era por amenazas interiores, sino por temas de ciberterrorismo, de ataques exteriores y de seguridad internacional para tomar medidas”. Se trata de “un invento extraconstitucional” para “limitar la autonomía que es absolutamente inaplicable. Eso sí que es saltarse y modelar, una vez más, la Constitución a lo que quieren, como si fuera plastilina”.

Igualmente duro se mostró el portavoz del PNV en el Senado, Jokin Bildarratz, en una entrevista en Euskadi Irratia. Bildarratz tachó de “agresivo” el discurso de Sánchez sobre Cataluña y le acusó de hacer “electoralismo” con su apelación al 155. Una actitud muy distinta de la que mantuvo “en la moción de censura”, recordó, “donde habló de diálogo, acercamiento y utilizó palabras positivas”.

Para el representante del PNV en la Cámara Alta es evidente que no se dan las condiciones para aplicar este precepto de la Constitución porque “ni el Govern ni el Parlament de Cataluña han incumplido ley alguna”. “Sánchez sabe que no se cumplen las condiciones para aplicar el 155, pero usa el tema porque le interesa electoralmente, para echar el anzuelo a muchos votos del entorno de Ciudadanos”, señaló.

En contra de lo anunciado esta semana por el propio Sánchez, el PNV no cree que, “estando el Gobierno del Estado en funciones y las Cortes disueltas”, haya “posibilidad de aplicar el artículo que supondría la intervención de la autonomía de Cataluña”.

“Lo único que se logra apelando al 155 es calentar aún más la tensión que ya existe” cuando lo que deberían hacer los partidos tras la sentencia del Tribunal Supremo debería ser “actuar con prudencia” y buscar “el diálogo”.

También el único diputado nacional de Compromís, Joan Baldoví, dejó constancia de su malestar con Sánchez. Baldoví subrayó que el problema de Cataluña no se va a solucionar con la Ley de Seguridad Nacional o con la aplicación del artículo 155 sino cuando “algunos políticos” tengan la “valentía” y “responsabilidad” de sentarse a “una mesa”.

Pasarse la campaña de las generales del 10N hablando tanto del 155 es “estafar a los ciudadanos” porque hay problemas “tanto o más importantes” que este. “El mundo no termina en Cataluña, el mundo es mucho más grande y hay problemas absolutamente urgentes a los que hay que plantar cara”, se quejó.

La decisión del presidente en funciones, Pedro Sánchez, de hacer de la “firmeza” frente al independentismo su principal argumento electoral en los primeros días de la precampaña está activando todas las alarmas entre los partidos que son socios potenciales del PSOE y a los que los socialistas previsiblemente van a necesitar para sacar adelante una investidura después de las elecciones del 10 de noviembre. La mayoría de ellos critican lo que consideran una deriva "oportunista" por parte de Sánchez dirigida a conquistar el voto de la derecha que tradicionalmente ha defendido la mano dura con Cataluña.

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