Antiautonomismo territorial y neoliberalismo económico. Si hubiera que ponerle etiquetas político-ideológicas al programa del partido ultraderechista Vox para las elecciones autonómicas andaluzas del 2 de diciembre, habría que empezar por estas dos. Y por un convencido ultraconservadurismo en todos los temas morales, aunque sean abordados de refilón. Porque no hay espacio para más. Frente a las 412 páginas del PP, las 224 de Adelante Andalucía o las 140 del PSOE –el programa de Cs no está paginado–, Vox se presenta con un texto de seis páginas, titulado Andalucía por España y centrado en dos ideas: cerrar la autonomía y bajar impuestos. Y todo ello con un toque de esencialismo nacionalista en la retórica.
El radicalismo derechista asoma en sus propuestas de derogación de las leyes andaluzas de violencia de género, derechos LGTBI y memoria histórica. El partido propone por un lado "libertad" de los padres "para elegir la educación de sus hijos" y "exclusión de la enseñanza del Islam en la escuela pública". En el programa andaluz no se mencionan ni la inmigración ni Cataluña, los dos grandes temas del partido a nivel estatal. No aparecen cuantificaciones económicas, al margen de una bajada del 2% en el tramo autonómico del IRPF.
La formación liderada por Santiago Abascal, que en Andalucía encabeza el juez condenado en firme por prevaricación Francisco Serrano, se enfrenta a una contradicción similar a la encarada por los diputados independentistas en el Congreso. ERC, por ejemplo, concurre a las elecciones generales españolas para lograr asientos en una institución a la que no quiere pertenecer. Vox se presenta a las elecciones de una autonomía que quiere cerrar. Así se compromete a trabajar por "un modelo de Estado sin autonomías", sólo con estructura central, provincias y municipios. La prioridad es "la devolución al Estado central de las competencias de educación, sanidad, seguridad interior y justicia".
Vox promete una "reducción del gasto público" sin cuantificar, derivada de reducir cargos, "impedir el enchufismo y la dedocracia", podar estructura, "suprimir agencias, observatorios e institutos autonómicos superfluos" y cerrar Canal Sur. Ello corre en paralelo a la "reducción de la carga fiscal de los andaluces". El programa recoge la supresión de los impuestos sobre el Patrimonio, Sucesiones y Donaciones y Plusvalías, además de la bajada del tramo autonómico del IRPF.
El partido de Abascal promete sustituir el Plan de Empleo Rural (PER), que de hecho ya no existe y ha sido suplido por el Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA), por "un verdadero programa orientado a reducir el desempleo en el campo andaluz". Dichas medidas no pasan por una "reforma", palabra que no aparece en todo el programa, sino por fomentar el emprendimiento y la formación, entre otras medidas. Vox también anuncia un "plan de mejora de la gestión del agua", medida que puede tener mayor eco en Almería, la provincia donde las encuestas dan a Vox mayores posibilidades de obtener escaño.
"Libertad de los padres"
Con lo anterior están resueltos los apartados de "reducción del gasto público", "economía y recursos" y "fiscalidad". Hay tres áreas más: educación, sanidad y familia. En educación Vox toma partido por la concertada frente a la pública. Defiende "que los padres tengan libertad para elegir la educación de sus hijos y se precise su consentimiento expreso para cualquier actividad con contenidos de valores éticos, sociales, cívicos morales o sexuales". Se trata de proteger lo que Vox suele llamar –no lo hace en este programa– "valores cristianos y cultura occidental". El partido se sitúa en sintonía total con el modelo que defienden los promotores de la educación concertada, en especial la Iglesia. La formación ultraderechista también defiende "la igualdad de derechos" para el profesorado de la pública, la concertada y la privada.
A pesar de las drásticas bajadas de impuestos, Vox promete una aumento de recursos sanitarios, "contratos a 100% de tiempo, ningún interino más de dos años y oposiciones cada dos también". Así se hace eco del malestar laboral existente en la sanidad andaluza. Por último, la formación ultra incluye en el apartado de "familia, igualdad y justicia" una "Consejería de Familia" para introducir ayudas fiscales y laborales.
Vox promete derogar la ley de violencia de género, una de las obsesiones de su candidato el juez Serrano, que ha afirmado que las denuncias falsas al amparo de la ley andaluza contra la violencia de género estaban provocando un "genocidio" de hombres, tal es el número de suicidios. No existe dato alguno que corrobore la existencia de tal genocidio. También se compromete a acabar con las leyes de memoria y derechos LGTBI.
"Un pueblo acogedor y alegre"
La introducción al programa, elaborada por el profesor de Derecho Romano de la Universidad Pablo de Olavide Macario Valpuesta, destaca que Andalucía es "un pueblo acogedor y alegre dotado de un folclore único", que es además responsable de algunas de las "creaciones culturales más sobresalientes de la nación española: desde las pompas barrocas del Puerto de Indias al despertar de la nación moderna en las Cortes de Cádiz".
Tras glosar las "riquísimas potencialidades" de Andalucía –"más de mil kilómetros de playas de las más excelentes de Europa, montañas y paisajes de ensueño, un turismo asentado entre los más fieles del mundo"–, Valpuesta diagnostica que han sido el "clientelismo", el "enchufismo", el "amiguismo" y la "corrupción" vinculados a la autonomía los causantes de "cifras de paro impresentables y niveles de renta próximos al subdesarrollo" en esta "bella región española". Este programa complementa al estatal, conocido como "100 medidas para la España viva", donde sí está mucho más presente el discurso antiinmigratorio.
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Creciente protagonismo
Vox posee una escasa presencia organizativa en Andalucía. A mediados de octubre tenía algo más de 2.000 afiliados, según el propio partido. Su resonancia en el debate político ha ido creciendo a raíz del lleno en un mitin en Madrid. Ni PP ni Ciudadanos han descartado acuerdos postelectorales con Vox, si dieran los números. No obstante, las encuestas apuntan a que la derecha no sumará los 55 diputados que se necesitan para la mayoría absoluta, ni con Vox ni sin Vox.
El partido de Santiago Abascal también ha ganado presencia a raíz del segundo debate electoral, en el que Susana Díaz preguntó reiteradamente a Juan Manuel Moreno (PP) y Juan Marín (Cs) si pactarían con la formación de Abascal, que ahora trata de retener y ampliar esa atención querellándose contra la presidenta.
Antiautonomismo territorial y neoliberalismo económico. Si hubiera que ponerle etiquetas político-ideológicas al programa del partido ultraderechista Vox para las elecciones autonómicas andaluzas del 2 de diciembre, habría que empezar por estas dos. Y por un convencido ultraconservadurismo en todos los temas morales, aunque sean abordados de refilón. Porque no hay espacio para más. Frente a las 412 páginas del PP, las 224 de Adelante Andalucía o las 140 del PSOE –el programa de Cs no está paginado–, Vox se presenta con un texto de seis páginas, titulado Andalucía por España y centrado en dos ideas: cerrar la autonomía y bajar impuestos. Y todo ello con un toque de esencialismo nacionalista en la retórica.