Ignacio Stampa, todavía fiscal del caso Villarejo, saldrá de la Fiscalía Anticorrupción en los próximos días por una total falta de apoyo del Consejo Fiscal, donde no obtuvo ni un voto favorable por falta de confianza. Pero en paralelo, la Fiscalía Superior de Madrid ha decidido archivar la investigación contra él por un presunto delito de revelación de secretos relacionado con el contenido de un chat privado del equipo de abogados de Podemos en el que se hablaba de la interlocución que éstos mantenían con los fiscales de la macrocausa, en la que el partido morado está personado como acusación popular.
Según ha podido saber infoLibre de fuentes conocedoras del procedimiento, el Ministerio Público no ha encontrado indicios de que Stampa filtrara información secreta del caso a los abogados de Podemos y por eso ha decidido archivar las diligencias de investigación que incoó el pasado mes de julio a raíz de la denuncia que presentó Vox en Anticorrupción contra el fiscal; el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias; la que fuera su asesora Dina Bousselham; y la abogada que en principio representó a ambos en la pieza Dina del caso Villarejo, Marta Flor. La Fiscalía de Madrid asumió la parte correspondiente a Stampa al estar aforado ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
La decisión llega justo cuando se acaba de celebrar el Consejo Fiscal en el que Stampa se jugaba una de las plazas fijas de Anticorrupción que habían salido a concurso. El fiscal había estado ejerciendo en comisión de servicio y aunque tenía una plaza en la Fiscalía de Madrid ya asignada, había solicitado quedarse en su puesto actual, adonde llegó en 2016 y en el que ha desarrollado la investigación del caso Villarejo desde sus inicios, en 2017. En este tiempo, una de las macrocausas más grandes y complejas de la Audiencia Nacional ha avanzado hasta el punto de que se han abierto, de momento, una treintena de piezas separadas y se ha imputado a decenas de personas en el marco de las presuntas actividades delictivas del comisario jubilado.
La labor de Stampa y su compañero Miguel Serrano al frente de la instrucción no se había puesto en duda hasta el pasado verano, cuando varios medios de comunicación publicaron mensajes del chat interno de abogados de Podemos en los que comentaban la interlocución que mantenían con los fiscales y una de las letradas, Marta Flor, alardeaba de una supuesta relación muy estrecha con Stampa, aunque en un momento también reconocía que quizá había exagerado sus comentarios.
La Inspección Fiscal abrió entonces un expediente disciplinario al fiscal, que quedó paralizado a raíz de la presentación de la denuncia de Vox. El partido de ultraderecha consideraba que los mensajes de ese chat interno mostraban los contactos con Stampa y Serrano en piezas que estaban bajo secreto de sumario, lo cual achacaba a "una estrategia política debidamente orquestada por Iglesias, de la que Podemos se beneficiaria de la causa contra Villarejo, estando próximas las elecciones".
La polémica estaba servida y así se vio en los meses posteriores a la publicación de los mensajes. Y cuando las aguas no habían terminado de calmarse, en septiembre llegaron las declaraciones del teniente fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, el número dos en el escalafón de la Fiscalía General del Estado y uno de los miembros de la carrera con más experiencia –se jubila en pocas semanas–. En dos entrevistas en Okdiario y Onda Cero, cuestionó la labor de Stampa al frente del caso Villarejo. "Cuando me enteré, me dio asco, vomité”, llegó a decir, así como que si de él hubiese dependido, le habría destituido de Anticorrupción. Días después, se retractó y pidió disculpas al fiscal. Por todo esto, Navajas se abstuvo en la votación del Consejo Fiscal.
Ahora que la Fiscalía de Madrid ha decidido archivar la investigación penal contra el fiscal, es previsible pensar que el expediente interno también quedará en nada, como ya ocurrió con otro que se le abrió unos meses antes por otra denuncia, esta vez de una locutora canaria, por los mismos hechos sobre la interlocución con letrados de Podemos. El jefe de la Inspección Fiscal, Fausto Cartagena, determinó que no se contemplaba ninguna de las causas de abstención que afectan a los fiscales y que están previstas en la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ), por lo que no procedía una infracción disciplinaria.
Cambio de postura de la asociación de Stampa
Sea como sea, los vocales del Consejo Fiscal no han otorgado su confianza a Stampa para seguir en Anticorrupción, por lo que la fiscal general, Dolores Delgado, no propondrá su nombramiento y en los próximos días dejará de estar al frente de la investigación del caso Villarejo. Ni siquiera sus compañeros de la Asociación de Fiscales (AF), que le habían respaldado en votaciones anteriores, le ven ya como el fiscal idóneo para seguir en la fiscalía especial contra la corrupción. Su cambio de postura está claro: las numerosas informaciones que se han venido publicando en los últimos meses sobre la relación con los abogados de Podemos. Aunque desde la asociación aseguran que no ponen en duda la profesionalidad del fiscal, sí consideran que esta situación podía provocar que la macrocausa quedara comprometida, por lo que creen que hay que hacer "borrón y cuenta nueva".
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En su opinión, por lo delicado de las causas que se instruyen en Anticorrupción, lo que se espera de esta fiscalía es que lleve a cabo su trabajo con el máximo "sigilo" y "discreción" y la presencia de titulares en los medios de comunicación que cuestionaban la actuación de Stampa no ayudaban a la "imagen de seriedad" que ha de transmitirse.
Stampa deja el caso Villarejo –lo que se hará efectivo previsiblemente cuando tomen posesión los nuevos fiscales de Anticorrupción– pero su compañero Miguel Serrano sí continuará. Aunque éste no recabó el apoyo de los cinco vocales de la AF, los cuatro de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) respaldaron que se quedara con una de las plazas fijas de Anticorrupción y desde esta fiscalía confirman a infoLibre que seguirá haciéndose cargo de la macrocausa, por lo que las fuentes fiscales consultadas aseguran que la investigación no se va a ver afectada. Lo que todavía no se sabe es a qué otro fiscal se asignará al procedimiento, decisión que compete al fiscal jefe Alejandro Luzón.
En cualquier caso, la noticia de que Stampa ya no será el fiscal del caso Villarejo se ha conocido en un momento clave de la investigación de una de sus piezas más paradigmáticas: la número 7 conocida como Kitchen sobre el espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas para supuestamente robarle información que se habría llevado del partido tras su despido, vigilancia en la que supuestamente estuvieron implicados altos mandos policiales como el comisario jubilado. Este jueves están citados a declarar dos de los principales imputados, los que eran los máximos responsables del Ministerio del Interior durante los seguimientos, el exministro Jorge Fernández Díaz y el ex secretario de Estado Francisco Martínez. Los fiscales querían ampliar las pesquisas al PP y a la que fuera su número dos, María Dolores de Cospedal, si bien el juez Manuel García Castellón prefirió centrar el foco primero en Interior por ser el origen de los fondos reservados con los que se pagó el espionaje.
Ignacio Stampa, todavía fiscal del caso Villarejo, saldrá de la Fiscalía Anticorrupción en los próximos días por una total falta de apoyo del Consejo Fiscal, donde no obtuvo ni un voto favorable por falta de confianza. Pero en paralelo, la Fiscalía Superior de Madrid ha decidido archivar la investigación contra él por un presunto delito de revelación de secretos relacionado con el contenido de un chat privado del equipo de abogados de Podemos en el que se hablaba de la interlocución que éstos mantenían con los fiscales de la macrocausa, en la que el partido morado está personado como acusación popular.