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Susana Díaz exige a IU que defienda la labor del Gobierno de coalición

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Salta a la legua que el PSOE de Andalucía siente como un ataque la política de distanciamiento que IU ha puesto en marcha desde hace unas semanas. Le sentó mal, muy mal, que la asamblea de balance de su socio aprobara someter en referéndum a sus bases la continuidad del Gobierno de coalición. Y le sentó igual de mal que el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, manifestara su voluntad de viajar a Tinduf (Argelia) para visitar los campos de refugiados saharuis, un traslado al que Susana Díaz se opone tajantemente por inoportuno. La estabilidad del bipartito peligra y este martes, tras la reunión del Consejo de Gobierno, se visualizó cómo la crisis entre los dos aliados sigue abierta. Los socialistas exigen a IU que ponga en "valor" la gestión del Ejecutivo y lo defienda

Miguel Ángel Vázquez, portavoz del Gobierno, compareció en una larga rueda de prensa en el Palacio de San Telmo, en Sevilla, retransmitida a través de la web institucional. Contó que la presidenta había mantenido un encuentro previo a la reunión del Ejecutivo. Un "contacto natural", en el que ambos se "intercambiaron unas palabras". Díaz trasladó personalmente a Valderas "la misma posición que ha transmitido públicamente durante los últimos días": que no es "aconsejable" el viaje a Tinduf. La presidenta rechaza ese desplazamiento por varias razones, como ha venido expresando ella y su partido en los últimos días: porque Andalucía no puede entrar en un "conflicto internacional" con Marruecos, porque Rabat es "el único aliado estable de España y Europa en el Mediterráneo", porque están en juego los intereses económicos de la comunidad –el mes que viene está prevista una reunión de empresarios andaluces y marroquíes, que Díaz se llevó en el bolsillo con su visita en septiembre al rey alauí, Mohamed VI–. 

"Esa es toda la información de la que dispongo", señaló Vázquez. Por más que fue preguntado y repreguntado por los periodistas, el portavoz no contó qué le contestó a su vez Valderas a Díaz. Se le recordó que él, socialista, es portavoz de todo el Gobierno, y no de uno de sus socios. Pero no hubo forma. "Lo desconozco. Voy a llamar al vicepresidente y les trasladaré su versión", se comprometió al final. Fuentes del Ejecutivo aclararon posteriormente que el número dos del Ejecutivo quiere "administrar la información". 

Posteriormente, fuentes de la Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales, la que dirige Valderas, comunicaron que el vicepresidente, oída la posición de Díaz, le trasladó que "abre una periodo de reflexión sobre el viaje con su equipo", responsable de los proyectos de cooperación y solidaridad. En próximas fechas le transmitirá su conclusión a la presidenta y al comité de enlace, el órgano que coordina la marcha del pacto que PSOE-A e IULV-CA suscribieron en 2012, tras las últimas elecciones autonómicas. Valderas preside la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (AACID), que desde 2003 a 2013 desembolsó 18,5 millones de euros para ayudar al Sáhara. Su director es Enrique Centella, hermano del portavoz parlamentario de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso y líder del PCE, José Luis Centella.

No habrá viaje institucional, con dinero de la Junta

Vázquez no pudo garantizar que ese traslado no existirá. "No le puedo decir si se va a producir el viaje", dijo. El PSOE ya ha recalcado que Valderas no podría desplazarse en ningún caso como vicepresidente. Sólo podrá hacerlo, por tanto, como dirigente de IU. Sobre si quedó claro que la visita al Sáhara, de producirse, no será costeada con dinero de la Junta, señaló: "Ya he dejado claro desde el primer momento cuál es la posición que le ha transmitido la presidenta, con lo que no creo que sea necesario reiterar quién o no tiene que pagar el viaje".

El portavoz indicó que el rechazo a un traslado institucional, obedecía a "los intereses generales de Andalucía", no porque hubiera habido alguna comunicación de Rabat. Tampoco quiso concretar si la Junta había recibido algún aviso de los ministerios de Defensa o Interior, ya que los socialistas han apuntado a la seguridad como una razón de peso. La "realidad" es que hay un "mayor riesgo de atentados", como se ha visto con el atentado de París contra Charlie Hebdo, pero las cuestiones de seguridad necesitan un debate "sosegado" y "no sometido al escrutinio público". O sea, "mucho tacto" y "discreción", se limitó a decir. 

"Espejo de las políticas progresistas"

Un torrente de preguntas giró sobre la estabilidad del Ejecutivo y las tensiones entre los dos socios. Vázquez manifestó que el Consejo de Gobierno no había deliberado sobre un adelanto electoral, aunque no lo descartó, escudándose en que es una decisión que compete a la presidenta. Pero en todo momento habló del bipartito en pasado: la Junta ha tenido "una hoja de ruta clara, distintiva, que le ha permitido aparecer como un Gobierno comprometido con las personas", aseguró. Más aún: "Hasta ahora este Gobierno ha funcionado como un único Gobierno, hasta ahora, y eso es un buen síntoma para la ciudadanía". 

Vázquez resaltó en más de una ocasión que la gran "fortaleza" del Ejecutivo de coalición ha sido comparecer con una sola voz, que ha gozado de "estabilidad" y ha desplegado "un trabajo bien valorado por los ciudadanos", y que ha sido "espejo de las políticas progresistas" en España, "un valor que deben saber defender las dos fuerzas que sustentan al Gobierno". 

El portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, en rueda de prensa este 13 de enero tras la reunión del Consejo de Gobierno | JUNTA

¿Si continúa la crítica de IU, correrá en peligro el Ejecutivo? "No avancemos el futuro, valoremos el presente. Pero tenemos que ser los principales interesados en defender la fortaleza, la unidad y el compromiso de este Gobierno con Andalucía", apuntaló. 

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El mensaje hacia IU, pues, estaba claro: debe defender el Ejecutivo. Una forma de decir que ha de decidir si seguir en el bipartito o marchar a la oposición, pero no mantener un pie en ambos sitios. En el PSOE ha escocido, y mucho, que la federación aprobara realizar un referéndum en el verano para que sus militantes digan si se debe continuar o no en el Gobierno.

Díaz ya ha manifestado su rechazo a que IU ponga "fecha de caducidad" al pacto que se firmó en 2012. Vázquez, preguntado por esa consulta, rehusó valorarla aunque, de nuevo, calzó esa advertencia a sus socios: "La decisión de si hace o no el referéndum corresponde a IU, pero tendrá que ser consecuente con el valor de este Gobierno". Los socialistas preparan así el terreno ante un posible estallido del acuerdo y el consecuente anticipo electoral, haciendo descansar en la federación el peso de la responsabilidad. "IU tiene que deciidr si quiere estar dentro del Ejecutivo o en la oposición. Las dos cosas a la vez son imposibles. Como soplar y sorber al mismo tiempo", aclaraban desde el equipo de la presidenta a este diario.

Un efecto del choque entre PSOE e IU fue la retirada del orden del día del Consejo de hoy del proyecto de Ley de Memoria Democrática, una norma emblema para el bipartito, salida de la cocina de la consejería de Valderas, y que estaba anunciada para este martes. Vázquez garantizó que la ley llegará al Consejo "de forma inmediata", cuyo contenido está "cerrado", y a la que sólo le quedan "muy pocos detalles", razón oficial del aplazamiento. "Es una ley que cuenta con el acuerdo total de todo el Gobierno, es una ley de todo el Gobierno", subrayó. 

Salta a la legua que el PSOE de Andalucía siente como un ataque la política de distanciamiento que IU ha puesto en marcha desde hace unas semanas. Le sentó mal, muy mal, que la asamblea de balance de su socio aprobara someter en referéndum a sus bases la continuidad del Gobierno de coalición. Y le sentó igual de mal que el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, manifestara su voluntad de viajar a Tinduf (Argelia) para visitar los campos de refugiados saharuis, un traslado al que Susana Díaz se opone tajantemente por inoportuno. La estabilidad del bipartito peligra y este martes, tras la reunión del Consejo de Gobierno, se visualizó cómo la crisis entre los dos aliados sigue abierta. Los socialistas exigen a IU que ponga en "valor" la gestión del Ejecutivo y lo defienda

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