En su carta de dimisión como diputado, firmada el 6 de septiembre de 1979, Rafael Alberti escribe al pueblo con tono de ruego o de disculpa, dependiendo del párrafo. "Pido a este apasionado y valeroso pueblo andaluz [...] comprenda y acepte esta voluntaria decisión, concediéndome la libertad necesaria para continuar mi obra poética de la calle, que es la más eficaz manera de ayudarlo", dice. Militante del PCE desde 1934, Alberti parece algo reconcomido por un cierto pesar moral al anunciar su renuncia, sólo dos meses después de tomar posesión del escaño en la legislatura constituyente, y tras haber recibido tantas "muestras de amistad y cariño durante la campaña electoral". Su carta sólo se libera de este tono cuando alude a su sucesor, al hombre llamado a ocupar su escaño, segundo por la lista de Cádiz. Y ahí escribe: "Habiendo triunfado yo únicamente y existiendo junto a mí otros candidatos experimentados, conocedores mejor que yo de toda la problemática y necesidades de la clase trabajadora, considero que ha llegado el momento de dar paso en las Cortes al candidato que me sigue, Francisco Cabral Oliveros, un verdadero líder campesino del pueblo de Trebujena".
Así que el campesino jornalero tomó el relevo del poeta. Paco Cabral, llamado en su pueblo Paco El Vázquez –pronúnciese desdibujando las zeta como si fueran los alientos de una hache– marca el origen de la presencia de campesinos jornaleros en el Congreso de los Diputados, que no arrancaría, en caso de ser elegido, con Diego Cañamero, cabeza de lista por Jaén de Unidos Podemos para el 26 de junio. "Que en la historia de la democracia, [sea] la primera vez que va a haber un jornalero de diputado, pues tiene su importancia", declaró Cañamero a Europa Press el jueves pasado, tras confirmarse que será número 1 por la provincia de los olivos. Sin embargo, antes hubo otros diputados con años de tajo a sus espaldas.Francisco Cabral: PCE, Cádiz, 1977-1982 Cuando Cabral llega al escaño ya es, como escribe Alberti, "un militante templado y a prueba en sus muchos años de lucha". Trabajador de la viña desde la infancia, en 1977 ya lleva 25 años como líder jornalero en Cádiz, con especial arraigo en Trebujena, un pueblo de destacada tradición comunista. Fue negociador de los convenios de la vid en el Marco de Jerez, lo que le costó un procesamiento por el Tribunal de Orden Público (TOP). En 1969, en el transcurso de una de las huelgas, fue a detenerlo a su casa la Guardia Civil, que se encontró con centenares de huelguistas en frente. "Compañeros, aquí no pasa ná", dijo Cabral. Pero añadió, en una frase ya mítica: "Y si pasa, que pase". Cabral perteneció a una familia de tradición socialista que fue represaliada. Su padre, Joselillo El Vázquez, se suicidó arrojándose a un pozo antes de ser asesinado por los fascistas en 1936.El histórico dirigente comunista Felipe Alcaraz, que en ocasiones comía con Cabral en los alrededores del Congreso, lo recuerda como un diputado "muy centrado en el tema del campo", no en vano fue vocal de la Comisión de Agricultura. "Era su tema, prácticamente sólo ése", recuerda. Cabral asumió el escaño de Alberti de 1977 a 1979. Repitió en la legislatura 1979-1982, durante la cual se produjo un acercamiento progresivo al PSOE, "a través de Alfonso Guerra", según recuerda Felipe Alcaraz. Ingresó en el PSOE en noviembre de 1982, aunque ya antes era conocido su acercamiento al partido del puño y la rosa, hasta el punto de que en la campaña de las elecciones de octubre –las que ganó Felipe González–, fue recibido con hostilidad y a gritos de "Aquí se ve la fuerza del PCE" cuando pasó cerca de un mitin comunista en la plaza del Ayuntamiento de Trebujena.Manuel Cárdenas, ex alcalde de Trebujena por IU –durante cuyo mandato se le dedicó una calle tras su fallecimiento–, recuerda a Cabral como "un jornalero con cierta formación y buena oratoria, muy al estilo de los oradores del campo de la Segunda República", pausados pero vehementes. Y destaca de él su "liderazgo" durante las movilizaciones de la huelga de la viticultura.Julián Chía: PSOE, Sevilla, 1982-1986 Julián Chía nació circunstancialmente en Murcia en 1937 mientras sus padres huían de la Sierra Sur, tomada a sangre y fuego por los sublevados. Concluida la guerra la familia volvió a Gilena (Sevilla). Chía empezó a trabajar con siete años guardando cabras. A los 15, con su padre enfermo tras haber sufrido cárcel por sus ideas políticas –fue condenado por sedición–, recibió su cartilla agrícola y empezó a trabajar en el campo. Primero, en Gilena; más tarde, con toda la familia, en San José de la Rinconada, en la Vega del Guadalquivir, una zona que ofrecía un mejor horizonte para una familia de siete hermanos en la que él ejercía de facto, como primogénito, de responsable económico. Allí trabajaba en un cortijo cerca de un campo de concentración de trabajadores forzosos, que construyeron un canal entre La Algaba y Guillena. "Empezó a leer gracias a un preso republicano, a través de una valla", cuenta su hijo José, evocando las historias de su padre.Chía hizo la mili en los regulares de Melilla y, a su regreso a San José de la Rinconada, siguió trabajando como jornalero hasta se casó y emigró, con la vista puesta en mantener a su familia. El destino: Francia. "En Francia, donde él hacía la remolacha, entra en contacto con el PSOE y la UGT", explica su hijo. El futuro diputado regresa a España y se mueve en la clandestinidad. En 1975 UGT le encarga reorganizar la Federación de Trabajadores de la Tierra (FTT) de Sevilla, que llegaría a ser una de las más grandes y poderosas del sindicato en la provincia. Hasta 1978 compatibiliza el cargo sindical con su trabajo de jornalero. Luego se dedica en exclusiva a la UGT. "Fue uno de los 26 primeros liberados que hubo en España, y el primer liberado sindical de Sevilla", cuenta su hijo, al que le emociona recordar a su padre sólo un año después de su fallecimiento.Fue candidato del PSOE en el 79, pero no salió. Y repitió en el 82, esta vez con éxito. "Él decía que para solucionar los problemas del hombre del campo había que estar donde se hacen las leyes. Estuvo muy orgulloso de aquella legislatura, donde hubo avances en derechos sociales, servicios públicos... Y también se creó el subsidio agrario y el PER", explica su hijo José, que lo define como una persona "con una visión muy avanzada" de la realidad del campo. "Él no iba contra las máquinas, sabía que eso no valía para nada y que de hecho debían liberar al obrero agrícola. Así era como él se definía, obrero, para quedase claro que su relación con la tierra era la que le daba la fuerza de sus manos", explica José.Chía mantuvo una visión del campo y una estrategia sindical muy distinta a la de CCOO y el SOC a principios de los años 80. "Hay quien está intentando buscar con el empleo comunitario el caldo de cultivo necesario para soluciones extremistas", declaró a ABC de Sevilla en una entrevista en 1982, en un clima de fuerte convulsión en el campo andaluz. Tras su salida del Congreso en 1986, continuó dedicándose al sindicato. Con posterioridad entró a trabajar en la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. Falleció hace ahora un año.Antonio Romero: IU, Málaga, 1989-1996Antonio Romero, que ocupó escaño por Málaga entre 1989 y 1996 por Izquierda Unida, se sale del esquema de diputado jornalero centrado casi en exclusiva en los asuntos del campo. El título de sus memorias, Un jornalero en los secretos del Estado, de Esperanza Peláez (Almuzara), ilustra hasta dónde llegó en su tarea parlamentaria, donde conquistó la etiqueta de "azote del felipismo" junto a Julio Anguita. Fue coordinador general de IU en Andalucía, dirigente del PCE, secretario general del campo en CCOO en Andalucía –donde trabó estrecha relación, por cierto, con Diego Cañamero–, diputado, senador...Romero fue un puntal de la línea de oposición más dura de IU al PSOE en los primeros 90. "Felipe González nunca me perdonó mi lucha contra la corrupción del felipismo y la guerra sucia. Hay una frase de él, la de que 'también se defiende en las alcantarillas y los desagües', que es diabólica y respalda al terrorismo de Estado, las desapariciones y los entierros en cal viva", deja escrito en sus memorias.En 1995, hace 21 años, se convirtió en un pionero del tan mentado sorpasso como candidato a la alcaldía de Málaga. Superó al PSOE y alcanzó la segunda posición, pero no logró el apoyo de los socialistas, que dejaron gobernar a Celia Villalobos (PP), lo cual convierte a Antonio Romero en una de las personas que con más sarcasmo digiere el discurso de la pinza.Pero, antes de todo eso, fue jornalero. Nacido en Humilladero (Málaga) en 1955, dejó los estudios a los 14 años para trabajar por temporadas en la vendimia con su padre y su hermano mayor. Aún conserva su cupón con su número de jornalero. "La muerte de Franco en el 75", recuerda ahora, 41 años después, "me cogió en Maincy, en el departamento de París, donde estaba haciendo la vendimia". Luego, a los 21, dejó el tajo para volcarse en el trabajo sindical. Desde los 16 ya era miembro del comité provincial del PCE en Málaga.Romero coincidió en el Congreso de los Diputados con su camarada Ernesto Caballero (1989-1993). Nacido en Villanueva de Córdoba en 1935, Caballero comparte orígenes humildes con el resto de diputados aquí mencionados, pero no fue jornalero, sino pastor (además de herrero, albañil...).Micaela Navarro: PSOE, Jaén, 2004-2008 y 2015-2016 La presidenta del PSOE fue jornalera. Micaela Navarro, nacida en Andújar (Jaén) en 1956, fue diputada en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2008) y lo ha sido también durante esta última. Ahora repite como cabeza de lista por Jaén, una de las provincias españolas donde el PSOE es más fuerte.Lo ha sido todo en el PSOE, desde abajo hasta convertirse en la primera mujer en presidir el partido. Su trayectoria institucional también es larga: concejal de Mujer y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Andújar (1991), portavoz de la comisión mixta de derechos de la mujer como senadora y como diputada, consejera de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía, diputada en el Parlamento de Andalucía... Su trayectoria política está fundamentalmente ligada a la defensa de la igualdad entre hombres y mujeres. "Ser campesino o catedrático no es mérito ni demérito. Estamos en democracia precisamente para tener todos igualdad de oportunidades, independientemente del origen social y económico. Yo no voy a competir a ver si soy más o menos jornalera que cualquier otro. Haber conocido la dureza del trabajo en el campo no nos hace mejores ni peores. No somos responsables de nuestros orígenes", afirma."Yo iba a un colegio rural en la sierra de Andújar, en la zona de El Alcaparroso. Cada día tenía que andar una hora y media de ida y otra de vuelta. Estábamos todos en la misma clase, niños de seis y hasta de 15 años. Con diez años, en las vacaciones de Navidad, fue la primera vez que fui a coger aceitunas. A la vuelta de vacaciones, la maestra ya no volvió", recuerda."El colegio se cerró y a partir de ahí, con 11 años, yo ya empecé a trabajar en El Lugar Nuevo, que era una finca del Estado. Era de una familia de jornaleros, y lo veía lo más normal del mundo. Yo he visto a mi madre embarazada de siete meses con la azada en la mano sembrando pinos", añade. Trabajar en una fábrica de conservas en Andújar, hacer la aceituna, quitar hierba de las carreteras... Así fue su primera adolescencia. "Siempre he sido alta. Aún no había cumplido 12 años y ya decía que tenía 14. Recuerdo mi paga de entonces: 1.040 pesetas por ocho días de trabajo, sin dar de alta". Su entrada en la política no se produjo por la vía del sindicalismo, sino del asociacionismo vecinal, especialmente ligado a la defensa de las oportunidades de las mujeres en el ámbito rural.Mari Paz del Moral: PSOE, Jaén, 2015-2016Nacida en 1975, la alcaldesa de Valdepeñas (Jaén), María Paz del Moral, ha sido diputada en la legislatura relámpago que acaba de terminar. Ahora repite como número 3 por la provincia de Jaén para el 26-J. De Jaén habrá pues –si son elegidos– tres diputados de origen campesino: Cañamero, Micaela Navarro, ambos de 1956, y Del Moral, 19 años más joven que ambos."Mis padres iban a Francia durante temporadas muy largas. Podían pasarse ocho meses allí, lo recuerdo. Recogían habichuelillas, zanahorias, uvas...", señala Del Moral. Hasta los ocho años fue con ellos a Francia, donde se quedaban en el campo, cerca de Avignon. Incluso aprendió algo de francés, que afirma que el tiempo ha ido borrando. "Mi padre me contaba que la que hablaba cuando teníamos que pedir en una tienda era yo", recuerda como curiosidad.Entre los ocho y los 12 años, Del Moral se quedaba en la guardería de temporeros del Ayuntamiento de Valdepeñas. Y a partir de los 12 años, sin dejar nunca el colegio ni el instituto, empezó a trabajar en vacaciones en la aceituna de Jaén. Desde los 15 años, cuando sus padres se marchaban a Francia, ella se quedaba en casa sola con su hermano, menor que ella. Mucha responsabilidad. "Tenía que encargarme de la casa", explica.Cuando empezó a estudiar Filología Hispánica [en Jaén y en Granada], iba "en vacaciones a la vendimia en Francia", añade. Se pagaba los estudios recogiendo cerezas, uvas... A los 25 años dejó de trabajar en el campo. Su interés por la política, cuenta, viene desde la infancia, y no se desarrolla de manera especialmente vinculada al ámbito del trabajo en el campo. Su padre fue secretario local del PSOE de Valdepeñas. presencia de campesinos jornaleros en el Congreso de los DiputadosDiego CañameroQue en la historia de la democracia, [sea] la primera vez que va a haber un jornalero de diputado, pues tiene su importancia
Francisco Cabral: PCE, Cádiz, 1977-1982
Cuando Cabral llega al escañoTrabajador de la viña desde la infanciaEl Vázquezun pozo antes de ser asesinado por los fascistas en 1936
muy centrado en el tema del campoEra su tema, prácticamente sólo éseAquí se ve la fuerza del PCE
su "liderazgo" durante las movilizaciones de la huelga de la viticultura.
Julián ChíaChía empezó a trabajar con siete años guardando cabras Empezó a leer gracias a un preso republicano, a través de una valla
entra en contacto con el PSOE y la UGTen la clandestinidadFederación de Trabajadores de la TierraFue uno de los 26 primeros liberados que hubo en España, y el primer liberado sindical de Sevilla
el subsidio agrario y el PER
que ocupó escaño por Málaga entre 1989 y 1996etiqueta de "azote del felipismo"secretario general del campo en CCOO en Andalucíasenador
pionero del tan mentado sorpassocandidato a la alcaldía de Málaga
dejó los estudios a los 14 años para trabajar por temporadas en la vendimia con su padre y su hermano mayor
Ernesto Caballeropastor (además de herrero, albañil...)
La presidenta del PSOE fue jornalerafue diputada en la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2008) y lo ha sido también durante esta últimacomo cabeza de lista por Jaén
primera mujer en presidir el partidosenadora
Con diez años, en las vacaciones de Navidad, fue la primera vez que fui a coger aceitunas. A la vuelta de vacaciones, la maestra ya no volvió
Ver másCañamero queda en libertad con cargos y se reincorporará a la marcha a Madrid de apoyo a Bódalo
Yo he visto a mi madre embarazada de siete meses con la azada en la mano sembrando pinos1.040 pesetas por ocho días de trabajo, sin dar de alta
diputada en la legislatura relámpago que acaba de terminarnúmero 3 por la provincia de Jaén para el 26-J
Se pagaba los estudios recogiendo cerezas, uvas...
En su carta de dimisión como diputado, firmada el 6 de septiembre de 1979, Rafael Alberti escribe al pueblo con tono de ruego o de disculpa, dependiendo del párrafo. "Pido a este apasionado y valeroso pueblo andaluz [...] comprenda y acepte esta voluntaria decisión, concediéndome la libertad necesaria para continuar mi obra poética de la calle, que es la más eficaz manera de ayudarlo", dice. Militante del PCE desde 1934, Alberti parece algo reconcomido por un cierto pesar moral al anunciar su renuncia, sólo dos meses después de tomar posesión del escaño en la legislatura constituyente, y tras haber recibido tantas "muestras de amistad y cariño durante la campaña electoral". Su carta sólo se libera de este tono cuando alude a su sucesor, al hombre llamado a ocupar su escaño, segundo por la lista de Cádiz. Y ahí escribe: "Habiendo triunfado yo únicamente y existiendo junto a mí otros candidatos experimentados, conocedores mejor que yo de toda la problemática y necesidades de la clase trabajadora, considero que ha llegado el momento de dar paso en las Cortes al candidato que me sigue, Francisco Cabral Oliveros, un verdadero líder campesino del pueblo de Trebujena".