A las siete de la mañana, con el sol todavía semioculto, los operarios del Cabildo de Tenerife derribaban el monolito que ha recordado durante medio siglo la reunión que en 1936 sirvió para organizar el golpe de Estado contra la República.
El Gobierno insular cumple así la Ley de Memoria Histórica ocho años después –según publica El País–, ya que fue en 2008 cuando todos los grupos políticos del Cabildo apoyaron retirar la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) que pesaba sobre este monumento, para proceder luego a su retirada.
Parte de los escombros serán utilizados para asfaltar las cunetas de algunos caminos de la isla, y en el lugar exacto donde ha permanecido levantado este monolito se construirán un parque que recordará los hechos ocurridos sin hacer honor a bando alguno.
A las siete de la mañana, con el sol todavía semioculto, los operarios del Cabildo de Tenerife derribaban el monolito que ha recordado durante medio siglo la reunión que en 1936 sirvió para organizar el golpe de Estado contra la República.