Tezanos (PSOE) carga contra las "viejas élites" que tienen un "sentido patrimonial" de "sus" partidos

El nuevo secretario de Estudios y Programas del PSOE, José Félix Tezanos, lanzó una crítica contra "una parte" de las "viejas élites dirigentes" de los partidos, que, a su juicio, actúan "con un fuerte sentido patrimonial sobre su partido" y "se creen con el derecho o el privilegio de imponer sus criterios y su supuesta sabiduría política a todos los demás".

Tezanos, que ilustra esa situación con el hecho de que esas "élites" hablen en términos como "este es de los míos" o "este ya no es mi partido", sostiene que esas "rigideces", "opacidades" y "componentes autocráticos" chocan con la "cultura democrática que lo impregna todo" en la sociedad.

Es más, avisa de que "ese desfase conceptual y cultural" es lo que llevó "a ciertos líderes y partidos" a distanciarse del sentir de la calle y "del pulso de los ciudadanos de a pie" que quieren opinar y defender sus criterios y sus valores sin que nadie les imponga los suyos. "Por muy sabios e importantes que estos hayan sido en el pasado o pretendan continuar siéndolo en el presente", advierte.

Tezanos se expresa así en un artículo en la revista Temas recogido por Europa Press, dirigida por él y con el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra como presidente de su consejo de redacción. Ambos han sido colaboradores estrechos, pero Tezanos tomó partido por Pedro Sánchez en las últimas primarias, mientras Guerra apoyó a Susana Díaz. Ahora, Guerra será relevado por el propio Tezanos al frente de la Fundación Pablo Iglesias.

En un artículo titulado Tres retos para el futuro del socialismo español, el ahora dirigente socialista incluye esta reflexión en la tercera de las tareas que, a su juicio, tiene que emprender el PSOE, que es ser "un partido para la nueva ciudadanía activa".

Este "reto", que se refiere a la forma en la que deben organizarse los partidos, parte de la idea de que los partidos tienen que evolucionar y cambiar a la par que las sociedades en las que operan, porque si no corren el riesgo de "quedar desfasados y verse abocados al debilitamiento" como ya les ha sucedido a los partidos socialdemócratas de Francia, Italia, o Grecia. "Renovarse o morir", resume.

Otro de los desafíos, que bautiza como la necesidad de presentar "un proyecto para el siglo XXI", se basa en el hecho de que las sociedades actuales son muy distintas de las industriales en las que nacieron los partidos socialistas y ahora está en juego "cómo garantizar empleos e ingresos dignos a todos los ciudadanos" y cómo mantener en pie el Estado del bienestar.

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En este ámbito, defiende que lo que se necesita es "avanzar hacia una nueva etapa de ciudadanía económica, orientada a garantizar empleos, actividades y/o ingresos dignos a todos los que forman parte de una sociedad y no están estudiando".

Otro reto, según su análisis, es hacer frente a los nuevos fenómenos de desigualdad y exclusión, por ejemplo a las que sufren los jubilados que ven deteriorarse sus condiciones de vida o los jóvenes que quedan "masivamente excluidos" del mercado laboral y por ese motivo no pueden recurrir a herramientas tradicionales como los sindicatos y las huelgas.

En sociedades "cada vez más dualizadas y desigualitarias", dice, los partidos que quieran volver a ser movimientos sociales tienen que ser "los más genuinos representantes y portavoces de las necesidades y reivindicaciones de los nuevos sectores precarizados".