Durante semanas hubo muchas llamadas sin publicidad, se tanteó a líderes europeos y ministros económicos, se dejó caer un nombre sobre la mesa, se hicieron sumas y restas, pura estrategia con estrellas sobre fondo azul… Y Pedro Sánchez y Nadia Calviño vieron que había agua en la piscina. El manantial en cuestión: el Banco Europeo de Inversiones (BEI).
La vicepresidenta primera en funciones está inmersa en una de las principales carreras de su vida. Un giro que nadie esperaba durante la pasada campaña electoral, con la principal responsable económica de la coalición como uno de los arietes del 23J, a pesar de que no iba en las listas. Si la jugada le sale a España, en enero del año que viene ella podría mudarse a Luxemburgo y tomar las riendas del BEI.
Pero ahora empieza el gran esprint y no se pueden echar las campanas al vuelo rápidamente, como reconocen fuentes gubernamentales. Calviño sale con mucha fuerza y se ve con las credenciales suficientes para lograr el despacho más grande del BEI. La gran rival, como explican fuentes del Gobierno, es en estos momentos Margrethe Vestager, la política liberal danesa que tiene la cartera de Competencia en la Comisión Europea.
Cómo superar a los rivales
En España están convencidos de que será una lucha principalmente entre ellas dos. En la pugna está también el italiano Daniele Franco, ex ministro de Finanzas en la época de Mario Draghi. El principal problema que tiene este economista y banquero, analizan en el Gobierno, es que la UE no ve con buenos ojos darle en estos momentos tanta influencia a la ultraderechista Giorgia Meloni. Menos posibilidades se perciben en Teresa Czerwinska (Polonia) y Thomas Östros (Suecia), que aspiran a ascender desde las vicepresidencias para relevar al alemán Werner Hoyer.
¿Y qué puede decantar la balanza a favor de Calviño? En el Ejecutivo subrayan con mucha fuerza su “trayectoria” en las instituciones europeas, lo que la hace “fuerte” frente a sus competidores. Por eso, España hará valer que la actual vicepresidenta primera en funciones es un “peso pesado” de la política económica europea, con un buen currículum en instituciones durante años y con el papel clave en estos momentos de presidenta del Comité Monetario y Financiero del Fondo Monetario Internacional, el principal órgano consultivo del FMI.
En esta batalla diplomática y económica, España, añaden desde el Gobierno, quiere hacer valer la pujanza que ha recuperado en el escenario multilateral. Como indican fuentes del Ejecutivo: “Hacía mucho tiempo que no nos miraban como ahora”. El país ya no es aquel de hace quince años, durante la crisis financiera, que estaba en la cuerda floja y se englobaba entre los problemas de la UE junto con Grecia, Italia y Portugal.
España, en el centro de los debates europeos
Calviño abanderará la fuerza de España, como cuarta economía de la zona euro y como una de las grandes economías que más está creciendo en un momento de tanta incertidumbre a nivel global. Por eso, entienden en el Gobierno, que el país tiene mucha más potencia para reclamar en estos momentos la Presidencia del BEI, especialmente por la influencia que se ha adquirido durante los últimos años en Europa. “El plan de recuperación fue una iniciativa española que peleó el presidente Sánchez. Estamos liderando ese despliegue”, ponen en el foco fuentes gubernamentales al analizar la disputa por el BEI.
La coordinación en España de esos fondos ha pivotado principalmente en torno a Calviño, algo que también podría beneficiarla en la pugna. Asimismo, en el Ejecutivo sostienen que el perfil “político y de gestión” de la vicepresidenta es otra carta más para jugar en la partida: “Sabe moverse en esos terrenos y ha sido la cabeza económica de la coalición”.
Además, el hecho de que sea la vicepresidenta primera (debería abandonar el Gobierno si gana las votaciones y sigue en La Moncloa el PSOE) es otra señal ante los líderes europeos de que España hace la apuesta más alta y de que va al máximo nivel en su candidatura. En el Ejecutivo no quieren concretar con qué países y apoyos cuentan ya, pero sí dejan caer señales que se han ido sucediendo durante estas semanas.
España mira a Alemania
En Madrid han resonado con mucha fuerza las palabras del todopoderoso ministro alemán de Finanzas, el liberal Christian Lindner, que en junio dijo sobre el debate de las reglas fiscales: “Si alguien es capaz de unir a todos, es Nadia Calviño”. Y es que la responsable española está inmersa en las negociaciones sobre el cuadro económico de la UE bajo el paraguas de la Presidencia española de la Unión. En una entrevista con infoLibre, la ministra de Asuntos Económicos dibujaba cómo debía llevarse este esencial debate que marcará el rumbo de los Veintisiete: “Una política fiscal responsable de manera compatible con el crecimiento económico, la creación de empleo y las inversiones necesarias”. En el Gobierno recalcan que Calviño es una “eficaz y hábil solucionadora”.
Cada vez que se abre un melón económico en la UE se ha disparado la brecha entre norte y sur durante años. ¿Puede restar el hecho mediterráneo frente a los halcones del centro y del norte de Europa? En el Gobierno responden que no, que esa división ya está muy superada y que no centra ahora los parámetros bruselenses. Además, España presenta unas cifras de crecimiento superiores, por ejemplo, a Alemania. Y tiene uno de los niveles más bajos de inflación.
Ver másCalviño defiende que sólo "una apuesta fuerte" como la suya puede propiciar que España opte a presidir el BEI
Como ejemplo de ello, recuerdan las fuentes consultadas, España firmó un paper junto a Países Bajos sobre reglas fiscales el pasado mes de abril, algo nada habitual entre dos países que habían tenido tradicionalmente posiciones divergentes en este terreno. Además, los dos gobiernos pusieron énfasis en ese documento en la integración de los mercados financieros.
Por eso, ven “muy fuerte” la candidatura de Calviño en estos momentos, pero subrayan en todo momento que hay que tener la máxima prudencia en este tipo de negociaciones a escala continental (la vicepresidenta tiene la mala experiencia del intento fallido de hacerse con el Eurogrupo, que acabó en manos del irlandés Paschal Donohoe). La primera evaluación formal de los candidatos se hará este jueves. Luego será clave la reunión del Ecofin los días 15 y 16 de septiembre, que se celebrará precisamente en Santiago de Compostela. La decisión final será en octubre (no hay día concreto todavía) en una reunión del consejo de gobernadores del BEI.
El Banco Europeo de Inversiones es una de las piezas clave de la economía europea como el gran prestamista de los Veintisiete: se financia en los mercados de capital y concede préstamos en condiciones favorables para proyectos que contribuyan a los objetivos de la Unión, siendo accionistas todos los países de la UE. "Es un puesto de primer nivel que España nunca ha tenido y no podíamos dejar pasar la oportunidad", proclamó este mismo lunes Nadia Calviño.
Durante semanas hubo muchas llamadas sin publicidad, se tanteó a líderes europeos y ministros económicos, se dejó caer un nombre sobre la mesa, se hicieron sumas y restas, pura estrategia con estrellas sobre fondo azul… Y Pedro Sánchez y Nadia Calviño vieron que había agua en la piscina. El manantial en cuestión: el Banco Europeo de Inversiones (BEI).