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Tsipras: “Es nuestro momento. Es la última oportunidad para que Europa avance y cambie”

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No hay más tiempo que perder ni más trenes que dejar pasar. La izquierda alternativa debe ponerse las pilas e ir a por todas en las elecciones de mayo de 2014. Porque quizá, si no lo hace ahora, no lo podrá hacer nunca más. 

No lo dice un cualquiera, sino nada más y nada menos que Alexis Tsipras, el joven líder (39 años) de la coalición griega Syriza, el hombre al que mañana domingo el Partido de la Izquierda Europea (PIE) coronará como el candidato a la Presidencia de la Comisión Europea, como el gran icono, el gran referente común. Por eso apremió hoy a sus compañeros, en el plenario del cónclave, a que se den cuenta de que es ahora o nunca y de que toca remar todos juntos en el mismo sentido. "La izquierda europea es la única alternativa a la barbarie neoliberal. La única alternativa a la extrema derecha que crece cada vez más. Tenemos que creer que ha llegado el momento para la izquierda. Este es nuestro momento. Es el último momento, es la última oportunidad para hacer que Europa avance y para cambiarla. Y estoy seguro de que lo vamos a conseguir". La apelación de Tsipras fue automáticamente respaldada por una ovación del plenario. 

Durante toda su intervención, en inglés, más analítica que mitinera, el jefe de Syriza intentó exportar la experiencia de su coalición al resto del continente, intentando hacer ver que sus recetas son las que le han llevado a superar a los socialdemócratas del Pasok y consolidarse como segunda fuerza política, "a un pasito de llegar al poder". 

"Europa está en una encrucijada crítica. Y hay dos vías para salir: o nos quedamos quietos o nos movemos hacia adelante. O transigimos con el statu quo neoliberal o marchamos hacia el futuro con el PIE. Porque los pueblos de Europa están en peligro, la democracia en sí misma está en peligro. El neoliberalismo es una amenaza para los pueblos de Europa y la extrema derecha es un peligro para la democracia. Y la única alternativa es la resistencia de los pueblos y el fortalecimiento de la izquierda europea". Tsipras dibujó un panorama crítico, dantesco, próximo al abismo, precisamente para despertar las conciencias, para martillear que Europa se juega su futuro. Un mensaje idéntico, por otro lado, al que dejó en Madrid hace unos meses, cuando aterrizó en la capital invitado por IU

El jefe de Syriza reivindicó que todas las profecías y "deficiencias" del proyecto europeo que predijo el PIE se han ido cumpliendo: "Dijimos, y ha quedado demostrado, que no puede haber una unión monetaria dividida por el muro del dinero. Dijimos, y ha quedado demostrado, que una unión monetaria, indiferente a la sociedad y receptiva a las necesidades del capital financiero, es una eurozona propensa a la inseguridad, la inestabilidad y la crisis, una eurozona condenada a morir". Como ha quedado "demostrado", siguió, que no podía funcionar una UE sin un banco central que funcionara como tal, sin una legislación "efectiva", y que la UE vio en la crisis la "oportunidad para reescribir la economía política de la Europa de la posguerra". "Las instituciones de la UE están al servicio de la señora [Angela] Merkel, que insiste en seguir machacando a los países del Sur". "Dijimos, y ha quedado demostrado, que Europa necesita un nuevo New Deal para luchar contra el desempleo y financiar su futuro New Deal. Dijimos, y ha quedado demostrado, que Europa, si quiere sobrevivir, necesita redistribución y solidaridad". Estos, dijo, son los "pilares de una nueva Europa". "De la Europa por la que luchamos, la de las personas, la Europa que redistribuye los ingresos de los ricos y se preocupa por los pobres". 

Una "llamada a la democracia"

Ese movimiento hacia adelante, ese proceso de cambio, "ha comenzado en Grecia", se congratuló, y Grecia por tanto ha de ser la guía de la "reconstrucción" del continente, una "cuestión existencial". "Syriza está a un pasito de llegar al poder. Pero 2014 es un año electoral y el cambio va a llegar –profetizó–. Queremos inspirar el cambio en los Gobiernos, y queremos contar con vosotros, con la solidaridad de las personas de Europa para dar esos primeros pasos difíciles difíciles en nuestro Gobierno. Por eso necesitamos fortalecer la izquierda y que pase a ser una fuerza decisiva para el futuro de Europa. Porque con el Gobierno de Syriza, Grecia va a abandonar la austeridad y va a poner sobre la mesa un plan viable para la economía de Grecia, un plan viable para Europa en su conjunto". Y para ello, como en otras ocasiones, Tsipras consideró clave tejer una alianza social y política "lo más amplia posible". O sea, unidad

El jefe de la coalición helena aludió en el tramo final de su discurso a la candidatura para la Presidencia de la Comisión, que agradeció efusivamente. Pero insistió en que no es sólo una postulación. Su lanzamiento, enfatizó, debe ser entendido como un mandato "para la esperanza y el cambio" en Europa, como una "llamada a la democracia". "Las elecciones europeas de mayo son una oportunidad histórica para que los europeos consigan ese cambio" y rechacen la receta "neoliberal" de la crisis, que ha "fallado". De ahí lo crucial del momento, la "última oportunidad" que tiene a su favor la izquierda alternativa europea. 

Aplazamiento del debate de la copresidencia

Antes de la intervención de Tsipras, Maite Mola, vicepresidenta del PIE, comentó en rueda de prensa el avance de las discusiones en este IV Congreso. "Y se están animando", concedió. La principal complicación que se ha presentado es relativa al pago de la deuda soberana. Y ahí se está visualizando la fractura Norte-Sur. "La visión de la Alianza Roja y Verde danesa no es la misma que la de Grecia o la nuestra. Ellos ven la deuda como un problema del Sur, y sus propuestas van más en clave de solidaridad", de "ayudar" a los países meridionales. "No somos uniformes, hay dos posturas", reconoció Mola. 

De modo que hay quienes entienden que no hay que pagar la parte "ilegítima" de la deuda y otros (Estados pequeños) que, directamente, creen que "no hay que pagar nada al inicio" y luego ir revisándolo. 

Otra tema a debate es la copresidencia hombre-mujer, planteada por el Parti de Gauche (PG) de Jean-Luc Mélenchon. Según explicó Mola, la dificultad radica en que los estatutos del PIE "no se pueden cambiar en dos semanas", pues son discutidos antes del congreso por cada una de las fuerzas integrantes del PIE –26 miembros de pleno derecho y 7 observadores–, y de hecho se cerraron en septiembre. La propuesta del PG se hizo "hace tres semanas", lo que ha impedido que puedan fijar postura cada una de las organizaciones. "Vamos a aplazar el debate tres años –hasta el siguiente congreso– y verlo entonces. Por ejemplo, en el PCE [al que Mola pertenece] no estamos en contra, pero queremos decidirlo en nuestros órganos". De fondo corre el malestar por la actitud de Mélenchon, que ha presentado su propuesta como una especie de vendetta contra Pierre Laurent, presidente del PIE y líder del PCF (aliado del PG en el Front de Gauche), por integrarse en la lista socialista para la alcaldía de París, que capitanea Anne Hidalgo.

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En cuanto a la candidatura para la Presidencia de la Comisión Europea, IU y Esquerra Unida i Alternativa (EUiA) pactaron respaldarla. El PCE, sin embargo, se mostró más distante. No por rechazo a Tsipras, según incidió Mola, sino por el mismo "principio", por cuanto se pueda interpretar como un aval a las instituciones comunitarias

Esta última se resolvió a las ocho de la tarde de hoy. El 79,6% de los delegados se manifestó a favor de que el PIE designe a un candidato a la jefatura del Ejecutivo comunitario, por un 13,2% que votó no (básicamente, la Alianza Roja y Verde danesa) y otro 7,2% que se abstuvo (el PCE entre ellos). Lo único que resta, y se hará mañana domingo, es encumbrar a Tsipras. 

No hay más tiempo que perder ni más trenes que dejar pasar. La izquierda alternativa debe ponerse las pilas e ir a por todas en las elecciones de mayo de 2014. Porque quizá, si no lo hace ahora, no lo podrá hacer nunca más. 

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