“Gracias mi amor, a veces por no saber lo que piensas voy más perdido”. Así, dirigido a “Kid”, apelativo cariñoso de Cristina de Borbón, comienza uno de los correos electrónicos dirigidos por Iñaki Urdangarin a su esposa y en los que le pide opinión sobre negocios de Nóos, tanto de la consultoría creada como sociedad mercantil como de la pretendida ONG del mismo nombre que entre 2004 y 2007 logró a dedo seis millones de euros públicos. Entregados por Diego Torres al juez del caso, los nuevos correos están fechados en 2003 y 2004. Y llegan en un momento en que planea la posibilidad de que la infanta resulte finalmente imputada. Urdangarin ha sostenido siempre que la hija del rey no tuvo ninguna participación activa en ninguno de sus negocios ni ONG. Y hasta la fecha solo había mails que aludían a gestiones de Cristina de Borbón para facilitar los negocios de su marido. Pero estos son los primeros correos cruzados entre la pareja y que demuestran que, como mínimo, la duquesa de Palma estaba al tanto de lo que su esposo hacía y deshacía. Su entrega se suma a la efectuada hace menos de un mes por Torres. En esa ocasión, el paquete ciberpostal contenía correos en los que Urdangarin pedía directamente al rey su ayuda en la tarea de lograr patrocinadores para la Valencia Summit de 2004, el primer gran pelotazo de Instituto Nóos con dinero público.
El primer correo de la nueva serie remitida ahora al juez está datado el 20 de febrero de 2003. Urdangarin lo escribe desde su dominio de Nóos. Y lo dirige a la dirección de Cristina de Borbón en la Fundación La Caixa. Tras una primera parte de índole personal que finaliza con la transcripción de un sonoro beso (“Muuuuuuuuuuuuaaa”), Urdangarin dice lo siguiente: “Aprovecho que estas conectada para enviarte una comunicación de Nóos que tengo pensado enviar. Hay dos versiones. Clientes, colab y amigos y la otra para Octagon. ( No quiero sacar ampollas ... ) Léelo y dime que piensas, please ... Ciao”. El texto de esa comunicación no figura entre los nuevos documentos aportados al juez.
Un segundo correo, fechado el 17 de junio de 2003, sirve a Urdangarin para informar a su mujer de que Nissan ha elegido a la empresa Nóos (Nóos Consultoría Estratégica SL) para realizar el llamado Estudio de Notoriedad World Series by Nissan.
Cristina como "kid"
Al año siguiente, y ya con Instituto Nóos en pleno auge en lo que a captación de dinero público se refiere, el duque de Palma vuelve a escribir a su mujer, a la que ahora llama “Mi Kid”, y así consta en la dirección. En ese mail, enviado dos veces porque su remitente se equivocó con el documento adjunto la primera vez, Urdangarin hace llegar a su mujer un artículo sobre un seminario relacionado con la Universidad de Harvard. “Kid, Este es el artículo que trabajamos el día pasado en el seminario y un resumen del mismo. Me parece interesante. Un beso”. Ese es el texto de un seminario que había pasado inadvertido hasta la fecha.
La serie incluye de nuevo correos cursados por Urdangarin y con Carlos García Revenga como destinatario. Y refuerzan la idea de que el duque lo consultaba absolutamente todo con el secretario de las infantas.
“Gracias mi amor, a veces por no saber lo que piensas voy más perdido”. Así, dirigido a “Kid”, apelativo cariñoso de Cristina de Borbón, comienza uno de los correos electrónicos dirigidos por Iñaki Urdangarin a su esposa y en los que le pide opinión sobre negocios de Nóos, tanto de la consultoría creada como sociedad mercantil como de la pretendida ONG del mismo nombre que entre 2004 y 2007 logró a dedo seis millones de euros públicos. Entregados por Diego Torres al juez del caso, los nuevos correos están fechados en 2003 y 2004. Y llegan en un momento en que planea la posibilidad de que la infanta resulte finalmente imputada. Urdangarin ha sostenido siempre que la hija del rey no tuvo ninguna participación activa en ninguno de sus negocios ni ONG. Y hasta la fecha solo había mails que aludían a gestiones de Cristina de Borbón para facilitar los negocios de su marido. Pero estos son los primeros correos cruzados entre la pareja y que demuestran que, como mínimo, la duquesa de Palma estaba al tanto de lo que su esposo hacía y deshacía. Su entrega se suma a la efectuada hace menos de un mes por Torres. En esa ocasión, el paquete ciberpostal contenía correos en los que Urdangarin pedía directamente al rey su ayuda en la tarea de lograr patrocinadores para la Valencia Summit de 2004, el primer gran pelotazo de Instituto Nóos con dinero público.