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Urdangarin pidió ayuda al rey para el primer gran pelotazo del Instituto Nóos

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Quería pedirle un par de gestiones que tendría interés en que pudiese mediar en la medida de la que fuera posible. Con esas palabras, escritas, firmadas y fechadas el 10 de septiembre de 2004, pidió Iñaki Urdangarin ayuda al rey con el objetivo de lograr participante y un patrocinio para la cumbre Valencia Summit de ese año. Esa fue la primera gran adjudicación pública recibida por Instituto Nóos y que abrió la espita para una serie de jornadas turístico-deportivas cuya celebración costó seis millones de euros a los Gobiernos valenciano y balear que acabaron en cuentas suyas y de Diego Torres.

La petición consta en uno de los nuevos correos aportados ayer por la defensa de Diego Torres al juez del caso y de uno de los cuales se reproducen varios párrafos. Anoche, un portavoz de la Zarzuela admitió que el correo electrónico existe pero que no hay constancia de que el rey hiciera “ninguna gestión”. En el sumario ya había correos incorporados alusivos a cómo el rey ayudó a Urdangarin en 2007 con un proyecto náutico, el Ayre, impulsado por la Fundación DCIS, la última de la serie creada por el duque y su socio de años, Diego Torres. Pero esta es la primera vez que aparecen mails dirigidos al monarca por su yerno.

Urdangarin pretendía que el jefe del Estado convenciese a varios prebostes internacionales de la empresa y el deporte para participar y financiar la Valencia Summit, iniciada apenas mes y medio más tarde, el 24 de octubre de 2004. También aspirababa a que el rey empujase al presidente de la firma de lujo LVMH, Bernard Arnault, a patrocinar esa cumbre. “Quizá con el impulso del Señor, el tiempo no correría tanto y el Sr. Arnaud (sic) decide con rapidez”. La propuesta ya había llegado a Arnault. Exactamente, "por medio de Marichalar", que entonces estaba casado con la infanta Elena y trabajaba para LVMH.

Los otros empresarios y líderes institucionales para los que Urdangarin reclamaba la mediación real eran Bernie Ecclestone, patrón de la Fórmula 1; Ernesto Bertarelli, de ACM (Copa América); y Joseph Blatter (FIFA) o Jacques Rogge (COI). "Podrían venir si el Señor les anima a aceptar la invitación", escribió Urdangarin invocando el poder de convicción del jefe del Estado. De tres días de duración, cada una de las tres ediciones de la Valencia Summit reportó a Instituto Nóos 1,04 millones de euros libres de gastos. Porque los gastos corrían a cargo de la Generalitat y de una fundación del Ayuntamiento de Valencia. 

A lo largo de dos folios, Urdangarin explica al rey en qué consistirá esa cumbre por la que su pretendida ONG cobró el "canon" descrito en el párrafo anterior. El exjugador de balonmano se explica extensamente y ofrece los detalles que se aportarían a quien ignorase las características del proyecto. Según Diego Torres, ese evento se fraguó en la Zarzuela durante una reunión que Urdangarin y él mismo mantuvieron con Francisco Camps y Rita Barberá en la Zarzuela. 

El encabezado de ese correo electrónico y de otro anterior remitido en junio, que no se reproducen por razones de seguridad, muestran una dirección inidentificable y huérfana de cualquier referencia a la Casa Real

El curriculum para Corinna

Urdangarin, claro, sí conocía la identidad del destinatario, a quien el 23 de junio de 2004 ya había cursado un correo para informarle de un asunto de muy diferente tenor. “Señor, le adjunto mi CV en español que fue enviado esta tarde a Corinna así como la respuesta que ha enviado ella misma después de su reunión con el Sr. Richmond (sic). Creo que son buenas noticias”. Se refiere a las gestiones ya conocidas que Corinna Sayn Wittgenstein, entonces amiga personal del rey, efectuó para colocar a Urdangarin en la Fundación Laureus con un “salario base” de 200.000 euros.

A renglón seguido, Urdangarin introduce un párrafo de significado desconocido hasta la fecha. “Paralelamente el señor Woodhead (Sotheby's) me ha dejado un recado telefónico para continuar con las conversaciones iniciadas en Londres. Le comentaré mañana en Madrid más detalles". El pasado 23 de febrero, durante su declaración judicial, el fiscal Pedro Horrach lanzó a Urdangarin esta pregunta: "Hay un listado de sus ingresos. En ellos aparece 'Londres, 300.000'. ¿Qué tiene usted en Londres?". El imputado respondió así: "No tengo nada en Londres".

El correo sobre la Valencia Summit que el marido de Cristina de Borbón mandó al rey está fechado un día después de que el secretario de las infantas, Carlos García Revenga, le remitiese varias direcciones de líderes empresariales y deportivos. La lista está integrada justamente por los nombres de aquellos para los que Urdangarin quería un "impulso" real. Revenga declaró como imputado el mismo día que el duque de Palma. Y, entre otras cosas, dijo que el rey ignoraba que su hija Cristina era vocal de Instituto Nóos.

En el nuevo repertorio de correos electrónicos hay otros cruzados entre Urdangarin y José Manuel Romero, conde de Fontao, el emisario del rey que supuestamente ordenó al duque marcharse de Instituto Nóos en marzo de 2006 y romper con Diego Torres. Los nuevos mailes refuerzan lo que ya indicaban los anteriores: que José Manuel Romero, asesor jurídico externo del rey, no solo estaba al tanto del vínculo de Urdangarin con Fundación DCIS, heredera de Instituto Nóos, sino que hizo gestiones para acelerar la puesta en marcha de esa ONG, utilizada en 2007 para sacar de España medio millón de euros. Fontao declarará como testigo en Madrid el próximo martes. Dada su condición de asesor real, la suya es una de las citaciones que más expectativas ha generado. 

El motivo formal por el que Diego Torres aporta estos nuevos correos a través de su abogado, Manuel González Peeters, es refutar el escrito en el que Urdangarin impugna los emails previamente entregados. Las misivas electrónicas se adjuntan en papel al extenso documento en el que Peeters aborda incluso la contratación por parte del abogado de Urdangarin de un hacker ligado al CNI, Matías Bevilacqua.

Quería pedirle un par de gestiones que tendría interés en que pudiese mediar en la medida de la que fuera posible. Con esas palabras, escritas, firmadas y fechadas el 10 de septiembre de 2004, pidió Iñaki Urdangarin ayuda al rey con el objetivo de lograr participante y un patrocinio para la cumbre Valencia Summit de ese año. Esa fue la primera gran adjudicación pública recibida por Instituto Nóos y que abrió la espita para una serie de jornadas turístico-deportivas cuya celebración costó seis millones de euros a los Gobiernos valenciano y balear que acabaron en cuentas suyas y de Diego Torres.

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