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Vetos a periodistas y los medios como adversarios: así es la estrategia de Vox inspirada en Trump

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La noche del domingo Vox se convertía en protagonista inesperado tras lograr 12 asientos en el Parlamento de Andalucía. Desde entonces, con las alarmas ya activadas, las noticias sobre el partido de ultraderecha, su ideario y su estrategia no dejan de reproducirse. Y en su jugada, los medios de comunicación se presentan como espina dorsal. El veto a determinados medios o el enfrentamiento con periodistas parecen beber de un precedente: Donald Trump. Las maneras del presidente estadounidense tienen reflejo ahora, al menos en lo que respecta a sus encontronazos con los medios, en suelo español.

La posición del líder de Vox, Santiago Abascal, ante los medios de comunicación ha sido cuanto menos crítica. En 2014, el presidente de los ultraderechistas publicaba un tuit en el que aseguraba que "los poderosos tienen miedo" porque "son muchos los periodistas que nos dicen haber recibido órdenes de arriba de no publicar absolutamente nada de Vox". Con el tiempo, sus palabras se fueron endureciendo y sus dardos afilando. A principios de octubre de este año, tras el multitudinario acto que aglutinó a diez mil personas en Vistalegre, el presidente del partido decía en declaraciones al programa El Gato al Agua (Intereconomía) que su partido tenía "el detalle de conceder sólo entrevistas a los medios de comunicación" que les habían "dado voz estos últimos cuatro años". El veto comenzaba.

En noviembre, con las elecciones andaluzas a la vuelta de la esquina, proclamaba en Twitter: "Las cloacas de los partidos, los oligarcas y sus medios de comunicación van a arreciar sus vómitos contra Vox, porque nuestro proyecto amenaza su tiranía, porque representamos a la España viva que no se humilla ante ellos. Ladrarán más estos días. No importa, seguimos cabalgando".

Precisamente en ese mismo contexto, durante la carrera hacia San Telmo, el partido ultra dirigía aquellos dardos hacia un medio concreto: La Sexta. Entre críticas de manipulación y parcialidad, el partido aprovechó un mitin en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla para proyectar un vídeo en el que aparecían algunos de los rostros más conocidos de la cadena, como Antonio García Ferreras o Ana Pastor, bajo el lema "nunca quisimos gustarles a ellos… queremos representarte a ti". Sus simpatizantes reaccionaron emitiendo sonoros abucheos y pitidos contra las imágenes.

Aquella jornada fue el preludio de lo que sucedería ya durante la noche electoral del domingo. Fue entonces cuando el partido volvió a embestir contra los medios de comunicación. En este caso, fueron La Sexta y Contexto (Ctxt) quienes se dieron de bruces contra las puertas de Vox.

 

El martes, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) y la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) condenaron el veto a los periodistas y sus medios. "La FAPE condena tajantemente el veto impuesto por Vox a La Sexta y a Contexto (Ctxt) al prohibirles acceder a la zona del hotel de Sevilla donde dicha formación política seguía los resultados de los comicios andaluces, pese a estar sus periodistas acreditados para cubrir el acto". El veto, añade la organización en un comunicado, "supone una intolerable discriminación y una grave vulneración del derecho constitucional a la libertad de expresión, que ampara a su vez los derechos de prensa y de información, pilares fundamentales de nuestra democracia".

También la APM lanza una "condena sin paliativos" contra el veto impuesto por la formación. Insta, de esta manera, a Vox "a levantar dicho veto y no repetir este tipo de acciones, que suponen una grave limitación de los derechos a la libertad de expresión y de información". En la misma línea, la asociación "recuerda que la democracia implica para los partidos políticos e instituciones someterse al escrutinio de la opinión pública". También la FAPE exige una rectificación al partido, con el fin de que el mismo apueste "por una política de transparencia que incluya la libertad de crítica aunque esta no sea de su agrado".

La Red de Colegios Profesionales de Periodistas, por su parte, recordó a Vox que "discriminar la presencia de medios concretos en actos públicos es un ataque a la libertad de prensa, es decir, no solo a los profesionales que tienen derecho a asistir para desarrollar su trabajo, sino ante todo al derecho de la ciudadanía a informarse por el medio de comunicación que considere adecuado, sea del gusto o no del protagonista de la información".

Por el momento, ni el partido ni ninguno de sus representantes ha mostrado intención alguna de rectificar o modificar su actitud, pero Santiago Abascal ha vuelto a señalar a los medios de comunicación este mismo martes, esta vez para acusarles de revelar direcciones de los miembros del partido: "Después de que hordas comunistas empujadas por Pablo Iglesias aullaran pidiendo descuartizar 'a pedazos' a los miembros de Vox, vemos como hay periodistas señalando direcciones y a familiares de candidatos. Tomamos nota. Pero ya advertimos: serán culpables de las consecuencias". infoLibre ha intentado contactar con el partido para aclarar si algún medio ha publicado datos privados de sus miembros, pero no obtuvo respuesta.

Pero no sólo medios como La Sexta o Ctxt están bajo el punto de mira de Vox. Su crítica hacia las empresas de comunicación cuenta con pocas excepciones. A finales de noviembre, Santiago Abascal compartía un artículo del diario El Mundo y citaba al responsable de Opinión, Jorge Bustos, para acusarle de inaugurar "un nuevo tipo de periodismo: la insinuación. Muy propio de cortesanas y de cobardes. Así insultan a los españoles (más de 17.000 todos los meses) que ayudan a sostener este proyecto. ¿Os lo dictan vuestros amos oligarcas?", escribía Abascal. Bustos citaba el mensaje para responder: "Santi, Santi, cada día más idéntico a Echenique en el señalamiento de periodistas. No me obligue ud. a contar las súplicas a los medios 'de los oligarcas' para que le saquen. Apure la estrategia del victimismo matoncete y cabalgue rápido, que el temible Soros le pisa los talones".

En abril del presente año, Vox ya anunció acciones judiciales contra los medios que "manipularon las declaraciones de Javier Ortega Smith", secretario general del partido, durante una charla en Callosa de Segura (Alicante). En ese contexto, tachaba de fake news las noticias que reproducían las declaraciones de Smith alabando la cruz de los caídos del municipio. Una cruz, afirmó, que lleva años "recordando hechos tristes —personas que fueron fusiladas en una guerra— pero sin odio y con amor". La formación anunció acciones contra el diario Ara, Nació Digital, El Plural y TV3 "si no rectifican estas noticias falsas en sus páginas web y redes sociales". Respecto a los medios públicos, el partido promete en su programa para los comicios andaluces el cierre de Canal Sur.

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La comparación es casi obligada. La estrategia del partido de extrema derecha respecto a los medios de comunicación recuerda a la actitud del presidente estadounidense, Donald Trump, quien desde su llegada a la Casa Blanca ha cultivado el malestar en su relación con los periodistas. El republicano les ha tachado de "deshonestos" en reiteradas ocasiones, pero además ha cargado contra su profesionalidad al señalar que "no tienen fuentes y por eso se las inventan" igual que se inventan, opina el mandatario, "las noticias falsas" o fake news.

Las críticas de Trump evocan a las lanzadas por Vox en cuanto a situar a los medios como enemigo no sólo del partido, sino de los ciudadanos. "Los medios no pensaban que íbamos a ganar. Subestimaron el poder del pueblo: de vosotros. Y quiero que sepáis que estamos luchando contra las noticias falsas. Hace unos días les llamé el enemigo del pueblo. Y lo son. Son el enemigo del pueblo americano", dijo Trump el pasado año.

La última gran polémica al respecto se fraguó el mes pasado, cuando la Casa Blanca decidió retirar la acreditación a un periodista de la CNN que se vio envuelto en un tenso encuentro con el presidente estadounidense. "Te diré una cosa, la CNN debería estar avergonzada de sí misma por tenerte a ti trabajando para ellos", le increpó Trump. "Eres un maleducado, una persona terrible", concluyó. Como resultado, la Casa Blanca decidió el mismo día suspender la credencial permanente del periodista Jim Acosta "hasta nuevo aviso". A finales del mismo mes, la CNN presentó una demanda contra el presidente y varios miembros de su equipo, con el propósito de exigir la devolución de la acreditación. Para la cadena, la actuación de Donald Trump atenta directamente contra los derechos consagrados en la Primera y Quinta Enmienda de la Constitución.

La noche del domingo Vox se convertía en protagonista inesperado tras lograr 12 asientos en el Parlamento de Andalucía. Desde entonces, con las alarmas ya activadas, las noticias sobre el partido de ultraderecha, su ideario y su estrategia no dejan de reproducirse. Y en su jugada, los medios de comunicación se presentan como espina dorsal. El veto a determinados medios o el enfrentamiento con periodistas parecen beber de un precedente: Donald Trump. Las maneras del presidente estadounidense tienen reflejo ahora, al menos en lo que respecta a sus encontronazos con los medios, en suelo español.

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