El juez Pablo Ruz califica como "especialmente significativo" para demostrar los supuestos intentos de Luis Bárcenas de encubrir a su mujer, Rosalía Iglesias Villar, el desplazamiento efectuado por el extesorero del PP desde España a Buenos Aires el 16 de junio de 2011, ciudad en la que permaneció solo 14 horas. Para el juez Bárcenas pudo volver con documentación, que después utilizó para tratar de que se mujer se librara del caso Gürtel.
Y este viaje es de vital importancia porque se realizó el mismo día en el que Pablo Lago Bornstein, en representación de la mujer de Bárcenas, compareció ante la inspección de la Agencia Tributaria sin aportar ningún tipo de documentaciónPablo Lago Bornstein, alegando que no había podido llevarla porque no había sido nombrado hasta el día antes, 15 de junio de 2011, como representante de la familia Bárcenas.
El 20 de junio de 2011 Pablo Lago Bornstein vuelve a comparecer ante los inspectores de la Agencia Tributaria. Pero en esta ocasión con los originales de un manuscrito que indicaban que el 15 de mayo de 1987 Rosalía Iglesias Villar había comprado dos cuadros. También aportó un contrato de mediación para la venta de cuatro cuadros mecanografiados, de fecha 15 de noviembre de 2004; y un contrato de compraventa de cuatro cuadros mecanografiados, del 19 de enero de 2006.
Estos documentos son, relata el juez, los que resultan "controvertidos en cuanto a su realidad material y formal, en cuya obtención y confección debe presumirse de forma indiciaria la participación activa de Luis Bárcenas, y que dan lugar a la imputación del mismo y de su mujer Rosalía Iglesias de los delitos de falsificación de documentos mercantil, y en el caso de Bárcenas como cooperador necesario.
El juez Pablo Ruz califica como "especialmente significativo" para demostrar los supuestos intentos de Luis Bárcenas de encubrir a su mujer, Rosalía Iglesias Villar, el desplazamiento efectuado por el extesorero del PP desde España a Buenos Aires el 16 de junio de 2011, ciudad en la que permaneció solo 14 horas. Para el juez Bárcenas pudo volver con documentación, que después utilizó para tratar de que se mujer se librara del caso Gürtel.