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La vieja guardia de IU Madrid se niega a disolver la ejecutiva pese a la dimisión del líder regional

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Hace más de una semana que Eddy Sánchez, el coordinador regional de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), dimitió de su cargo, tras la victoria en las primarias abiertas de los diputados Tania Sánchez y Mauricio Valiente, candidatos para la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital. Y aún no hay un órgano que le sustituya. Las distintas familias de la federación madrileña se dieron una semana de plazo para pactar una dirección colegiada. Pero antes se descartó una opción avalada por el sector que respalda a Sánchez y Valiente: la disolución de la actual cúpula, por entender que esta emanó del líder saliente. El sector mayoritario, que se nuclea en torno a la vieja guardia, se opuso. 

Este martes, la Comisión Ejecutiva Regional (CER), el escalón de mando inferior, se veía las caras por primera vez desde las primarias del 30 de noviembre, en las que Sánchez y Valiente arrasaron en la urna de militantes y en la de simpatizantes. La victoria, inapelable, estaba llamada a abrir un tiempo nuevo en IU-CM, toda vez que quedaban aplastados los candidatos impulsados por la vieja guardia (formalmente, el colectivo llamado SomosIU): José Antonio Moreno y Raquel López. Ambos, de hecho, estaban respaldados por los actuales portavoces en la Asamblea y el Consistorio, Gregorio Gordo y Ángel Pérez. A la mañana siguiente, 1 de diciembre, Eddy Sánchez, presentó su dimisión, reconociendo "errores", "tensiones" y "conflictos" internos en su etapa de gestión, que arrancó en diciembre de 2012. IU-CM se quedaba, por tanto, descabezada. 

La ejecutiva regional tenía que decidir, por tanto, qué hacer. Una alternativa extrema habría sido convocar una asamblea extraordinaria, pero se consideraba suicida a poco más de cinco meses de las elecciones autonómicas y municipales de mayo. La vía más lógica era la de constituir una dirección colegiada, que no chocaba además con la trayectoria de la federación. Ya sucedió en 2008, cuando dimitió el entonces coordinador, Fernando Marín. Un sanedrín de siete personas asumió las riendas

Apoyo también de la tercera candidatura

El grupo que apoyó a Sánchez y Valiente en su camino a las primarias entendía, sin embargo, que primero debía disolverse la actual ejecutiva regional, nacida el pasado abril, para acomodarla a la nueva situación, en la que la candidatura ganadora se había demostrado como "la mayoría dentro de la organización", al haber ganado también entre la militancia.

El sector que apoyó a la tercera candidatura en liza, la de Julián Sánchez-Vizcaíno y Lali Vaquero, prefería ir directamente a una asamblea extrardinaria, como había reclamado en los últimos meses. Pero de forma inmediata creía conveniente la "remodelación de las tareas y del órgano ejecutivo para reiniciar con la participación de todos" el nuevo tiempo.

Este martes, la reunión de la ejecutiva, que dirigieron los secretarios del Área Interna y de Organización, Pepa Merín y Carlos Paíno, votó ese punto, la liquidación de la CER. Y se desechó. Por 10 a 6 votos. Entre los primeros, los miembros de SomosIU y de Izquierda Abierta (Libertad Martínez, Jesús Sáiz, Raúl Calle, Lidia Fernández, Yaiza García...). Los segundos, los apoyos de Sánchez y Valiente (Pepa Merín, Carmen Pérez Carballo, Miguel Ángel Gómez, Miguel Ángel García y Jorge García Castaño) y Carlos Gutiérrez, representante del tique de Sánchez-Vizcaíno y Vaquero. El argumento ofrecido para descartar la alternativa de la disolución de la ejecutiva, según contaron asistentes a la reunión, es que esta ya fue elegida en abril por el órgano superior, la Presidencia Regional, que responde proporcionalmente a los resultados de la asamblea que encumbró a Eddy Sánchez como coordinador. 

Gordo sigue de momento como portavoz

Apartada la idea de la disolución, quedaba sobre la mesa la solución querida por el sector mayoritario: conformar una comisión "de entre 7 y 10 personas que sustituya las funciones de la coordinación general", tal y como IU-CM escribió en un comunicado. Ese fue el "compromiso de acuerdo". "Esta comisión, que se plantea con carácter unitario, se cerrará el próximo 16 de diciembre, fecha en la que está prevista una reunión de la Presidencia Regional". Es decir, que de aquí al martes próximo los tres sectores (los defensores de las tres candidaturas, Sánchez-Valiente, Moreno-López y Vizcaíno-Vaquero) deberán pactar la configuración de esa comisión permanente plural. 

En el encuentro, no se planteó otro de los deseos del tándem ganador, que Tania Sánchez pase a ocupar la portavocía en la Cámara madrileña. Gordo no ha dejado el cargo, aunque dijo que no tendría problemas en ceder el puesto si así lo acordaba la cúpula. "Lo que parece claro es que la vieja guardia no está dispuesta a reconocer el resultado de las primarias", señalaba un miembro de la cúpula afín a la diputada. 

Asimismo, se eligió una delegación que representará a IU-CM en los órganos federales: Daniel Morcillo, coordinador de la Presidencia; Carlos Paíno, secretario de Organización, y Pepa Merín, responsable del Área Interna. Ellos llevarán la voz de IU-CM, por ejemplo, en la reunión de la Presidencia Federal de este domingo, 14 de diciembre, donde se resolverá definitivamente la depuración de responsabilidades políticas por el escándalo de las tarjetas black, por el que están señalados Ángel Pérez, Gregorio Gordo y Miguel Reneses, los tres excoordinadores regionales que ejercen hoy día algún cargo orgánico o institucional. Pérez y Gordo son los portavoces en el Ayuntamiento y la Asamblea, y Reneses es la mano derecha de Cayo Lara en la dirección federal. 

Hace más de una semana que Eddy Sánchez, el coordinador regional de Izquierda Unida-Comunidad de Madrid (IU-CM), dimitió de su cargo, tras la victoria en las primarias abiertas de los diputados Tania Sánchez y Mauricio Valiente, candidatos para la Comunidad y el Ayuntamiento de la capital. Y aún no hay un órgano que le sustituya. Las distintas familias de la federación madrileña se dieron una semana de plazo para pactar una dirección colegiada. Pero antes se descartó una opción avalada por el sector que respalda a Sánchez y Valiente: la disolución de la actual cúpula, por entender que esta emanó del líder saliente. El sector mayoritario, que se nuclea en torno a la vieja guardia, se opuso. 

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