La violencia de género ha dejado en ocho años alrededor de unos 524 huérfanos, el 58,9% de ellos menores de edad, según los cálculos de Fundación Mujeres, la entidad que gestiona el Fondo de Becas Soledad Cazorla que acompaña a las familias que asumen la crianza de estos niños.
En la presentación del V Informe Anual del Fondo de Becas Soledad Cazorla, la entidad ha señalado que entre el 1 de enero de 2013 —año en que se comenzó a contabilizar a los huérfanos de esta lacra— y el 20 de mayo de 2021, son 309 los menores que han sufrido el asesinatos de sus madres consecuencia de la violencia de género y alrededor de 524 si se contabiliza a los mayores de edad. Sin embargo, han explicado, esta última cifra es una estimación, ya que los casos no se actualizan a menudo.
El promotor de los Fondos, Joaquín García Cazorla ha destacado, además, el trabajo que han tenido que realizar durante la pandemia del covid-19 para ayudar en mayor medida a aquellas que estuvieran en situación de especial vulnerabilidad, ha informado Europa Press.
El año pasado, ha indicado, se concedieron 30 becas, que han beneficiado a 17 familias, 25 menores y 3 mayores de edad, por 51.000 euros. Además, tras un acuerdo con Huawei, Carrefour y Telefónica, se consiguieron dos ordenadores y seis tablets de las que se beneficiaron siete familias en las que los niños no tenían recursos para seguir las clases online.
Del mismo modo, ha resaltado la labor de su asesoría jurídica, que pusieron en marcha hace dos años y que, entre 2019 y 2020, han resuelto 101 consultas, en su mayoría, para "obtener información y asistencia para la tramitación de expedientes", tanto para el incremento de la pensión, como para su solicitud.
Según ha explicado la presidenta de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, esta asesoría jurídica es la que les ha puesto sobre la mesa los principales problemas de estos jóvenes y sus familias y, ante ellos, la fundación han tomado la decisión de traducir estas reclamaciones en medidas legislativas que sean útiles.
Sobre la situación patrimonial
La entidad, ha indicado Soleto, quiere impulsar así dos iniciativas legilastivas: una para la mejora de la situación patrimonial que deriva de los asesinatos de las madres, que tiene que ver con "impedir la tributación indirecta en las transmisiones e bienes distintos del efectivo"; y otra centrada en el acceso de estos huérfanos a la liquidación del régimen económico matrimonial.
Soleto ha explicado que hay padres que no tienen liquidez para pagar a sus hijos la indemnización por responsabilidad civil tras el asesinato de la madre y deben pagarlo a través, por ejemplo, de la casa. Estas retribuciones requieren una tributación para el huérfano que no se pueden permitir y, por tanto, no pueden acceder a la indemnización. También existen problemas, ha indicado, cuando los herederos de las víctimas de la violencia de género quieren acceder a la liquidación del régimen económico matrimonial.
Del mismo modo, la entidad cree que es necesario realizar una nueva evaluación de la situación. La Fundación recuerda que en 2019 se realizó una modificación que elevó considerablemente las cuantías de esta pensión (de unos 200 euros a un mínimo de unos 700) al desvincular la misma a la cotización de la víctima.
Esto ha permitido, ha explicado García, que 75 niños mejoraran su situación anterior, ya sea porque se les aumentó la cuantía o porque optan a la pensión cuando antes no podían.
Aún hay huérfanos que se quedan fuera del fondo
Pero Soleto reconoce que, en la actualidad, están "preocupados" por la "tendencia descendente" en la aplicación de estas medidas. Según ha apuntado, "la mitad" de los huérfanos aún no han visto mejorada su situación y cree que hay que estudiar "cuáles son los que se quedan fuera" o qué "dificultades y obstáculos tienen las familias".
Desde Fundación Mujeres advierten también de los problemas que existen en familias que se plantean adoptar a estos menores y que no lo hacen porque su decisión impide al menor cobrar la pensión. Esta retirada de la prestación no tiene en cuenta la renta de las familias de acogida, por lo que la adopción puede llevar a esta "a una situación de pobreza extrema".
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Desde la entidad piden modificaciones para que los menores puedan conservar la pensión o alguna ayuda de algún tipo, de forma que las familias de rentas más bajas que quieran adoptar puedan hacerlo.
También existen problemas, ha explicado Soleto, cuando el padre del huérfano no es el agresor. En este sentido, Soleto ha reclamado un estudio de la situación ya que, en el caso de familias monoparentales, hay peligro de que se produzca una situación de desamparo.
En la rueda de prensa, la presidenta de la entidad ha indicado que estas propuestas ya se han presentado ante la Comisión de Seguimiento del Pacto contra la Violencia de Género del Congreso y que se han reunido con el PSOE para impulsar estos cambios.
La violencia de género ha dejado en ocho años alrededor de unos 524 huérfanos, el 58,9% de ellos menores de edad, según los cálculos de Fundación Mujeres, la entidad que gestiona el Fondo de Becas Soledad Cazorla que acompaña a las familias que asumen la crianza de estos niños.