Podemos
Podemos vuelve a las calles con manifestaciones en 46 ciudades
Podemos busca llevar a la práctica la estrategia de centrar su acción en la movilización social, el proyecto con el que Pablo Iglesias se impuso en Vistalegre II. Por ello, el partido morado ha convocado movilizaciones en un total de 46 ciudades de todo el territorio español, unas marchas en las que participarán movimientos sociales y colectivos de trabajadores y en las que Podemos exigirá el cumplimiento del artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el que recoge el derecho a un nivel de vida digno y a asistencia del Estado para conseguirlo.
Las movilizaciones están convocadas por la plataforma Vamos!, un espacio en el que se encuentran los pesos pesados del sector de Podemos más próximo a Iglesias –que ahora mismo se encuentran en los principales puestos de dirección del partido– y que está coordinado por el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil del partido morado, Rafael Mayoral. Desde que fue creado a finales del año pasado, Vamos! ya ha convocado algunas movilizaciones –como las que realizó ante las sedes de Gas Natural para denunciar la muerte de una anciana en Reus por pobreza energética–, pero las más de 40 marchas que se celebrarán este sábado son el llamamiento más ambicioso de la plataforma hasta la fecha.
Las manifestaciones no tendrán un único formato: en ciudades como Barcelona, Oviedo o Valencia se celebrarán concentraciones, mientras en lugares como Santiago de Compostela –la marcha a la que asistirá Mayoral– los asistentes llevarán a cabo un manifestación junto a otros convocantes. Podemos también ha convocado marchas en el extranjero: Iglesias y la portavoz en el Congreso, Irene Montero, por ejemplo, acudirán a la que tendrá lugar frente a la Puerta de Brandemburgo de Berlín (Alemania), pero también se realizarán actos en Noruega, Suiza y Reino Unido. No obstante, el lema de todos los eventos será "nadie sin derechos", y en todas las ciudades los dirigentes de Podemos buscan hacer visible su rechazo a "la trama corrupta", el concepto que desde hace unas semanas se ha adueñado del argumentario del partido.
A la manifestación de Madrid –el lugar donde Podemos cuenta con mayor implantación– acudirá el eurodiputado Miguel Urbán, secretario de Acción en el Parlamento Europeo. La marcha madrileña partirá de dos ubicaciones diferentes (el Retiro y la Glorieta de Quevedo) que tienen pensado converger en el barrio de Lavapiés, donde se celebrará el "acto central", según explica el correo electrónico que Podemos ha enviado a sus militantes madrileños. Ese acto, según afirma Mayoral en declaraciones a infoLibre, estará protagonizado por los colectivos sociales que están invitados a la marcha, como los trabajadores despedidos de Coca-Cola, los más de 200 operarios de Castellón Automotive afectados por un ERE o el Sindicato de Estudiantes.
La nueva estrategia de Podemos
Según apunta el dirigente, la idea que subyace tras las movilizaciones –y, en parte, también tras la propia plataforma Vamos!– es la de aprovechar el tirón mediático de Podemos para que sirva de altavoz a diferentes reivindicaciones sociales. "Queremos utilizar las concentraciones para difundir las luchas", señala Mayoral, que insiste en que las marchas de este sábado reflejan la concepción de Podemos como un "partido por imperativo legal".
El planteamiento de las movilizaciones va completamente en la línea de la hoja de ruta política con la que Iglesias se impuso en Vistalegre II, que apostaba por situar a Podemos como el brazo institucional de los movimientos sociales. En el dilema calle-instituciones polarizó el debate en el congreso, y los actos de este sábado son un fiel reflejo del triunfo de las tesis de Iglesias, que aspira a que las movilizaciones sirvan para poner el foco mediático sobre colectivos y movimientos con los que Podemos busca colaborar de manera continuada.
Pero las marchas también ofrecerán un buen termómetro del tirón de Podemos para convocar a sus simpatizantes en torno a la nueva estrategia del partido, en un momento en el que la movilización social pasa por una fase de estancamiento. Mayoral afirma que no quieren "organizar una gran movilización", sino "echar raíces", pero el éxito de convocatoria de las marchas también servirá para comprobar si comienza con buen pie la carrera por "implicar" a los ciudadanos en los conflictos sociales. El dirigente resume la estrategia en pocas palabras: "Toca predicar con el ejemplo, y no sólo decir 'ven aquí, que yo te arreglo los problemas', sino implicar a la gente, porque eso no lo mueve nadie".
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Errejón no asistirá
Mayoral se resiste a ofrecer una estimación de asistencia a las diferentes manifestaciones –"no va a primar tanto la masividad como la colectividad", se limita a señalar–, pero sí explica que Podemos busca que este tipo de actos le sirvan de "motor de arranque" para ganarse "la confianza" de movimientos y colectivos sociales. Las marchas no aspiran, por tanto, a congregar a los cientos de miles de personas que acudieron a la llamada Marcha del Cambio, la manifestación celebrada en Madrid el 31 de enero de 2015, sino iniciar un "trabajo de hormiguita", en palabras de Mayoral, que sirva a Podemos para estar presente en los conflictos laborales y sociales.
Sin embargo, no todas las corrientes de Podemos apoyan por igual las movilizaciones. El ala pablista es la principal promotora de esta iniciativa, y los anticapitalistas –que apoyan la estrategia de movilización social– estarán igualmente representados por dirigentes como Urbán. No obstante, la principal cabeza visible del errejonismo, el ex número dos Íñigo Errejón, no tiene previsto participar en ninguna de las marchas, una actitud que entronca con la que han mantenido tanto él como sus seguidores en las últimas semanas. Desde su derrota en Vistalegre, Errejón y los suyos han mantenido un perfil bajo y alejado del foco mediático, y no se han unido a la campaña pública contra "la trama" que el partido ha lanzado en las últimas semanas.