La petición de ayuda tenía trampa. La Xunta, en vez de solicitar al Gobierno de España auxilio de medios humanos y materiales para recoger en el litoral los microplásticos vertidos por el carguero Toconao, que es lo que le había ofrecido el Ministerio para la Transición Ecológica, lo que quiere es que se utilicen medios aéreos y marítimos para tratar de localizar en el agua las bolsas que contienen los pellets que aún puedan estar flotando a la deriva.
La búsqueda de contaminación en el mar es una competencia exclusiva del Gobierno de España, que en el caso de este vertido ha venido realizando desde que el día 13 aparecieron los primeros microplásticos con salidas diarias de los medios aéreos y marítimos de Salvamento Marítimo. Pero sin éxito: “No se detecta nada en el mar y ningún barco de la flota pesquera gallega reporta información al respecto”, según la Delegación del Gobierno.
La práctica imposibilidad de localizar las bolsas en el agua —ninguna embarcación, pública o privada, las ha avistado desde que tuvo lugar el vertido—, ya fue reconocida por la Organización Marítima Internacional en un informe de febrero de 2013 sobre este tipo de sustancias e incluso por la Xunta, que en una carta que está remitiendo a los municipios afectados advierte de que “no resulta posible la retirada de este residuo en el mar, ya que no se encuentra en la superficie, por lo que estas labores deben ser acometidas una vez que alcanzan la costa”.
A pesar de ello, y en vez de pedir ayuda para retirar los microplásticos que ya han alcanzado la costa, la Xunta solo pide medios marítimos, aéreos y submarinos, la mayoría de los cuales Salvamento Marítimo ya está utilizando desde hace semanas. “Lo que queremos que se nos facilite”, explicó el responsable de Guardacostas de Galicia, Lino Sexto, tras la activación del nivel 2 del plan territorial de contingencias por contaminación marina accidental de Galicia, es la intervención de cuatro buques de Salvamento Marítimo, así como otros siete barcos de intervención rápida de la clase Salvamar.
Robots submarinos
Galicia reclama también que se movilice el avión CN 235-300 Rosalía de Castro, especializado en la detección de vertidos, y dos helicópteros Helimer de Salvamento Marítimo, así como el desplazamiento de robots submarinos hasta el lugar en el que se hundieron los contenedores, a la altura de Viana do Castelo (Portugal).
El Gobierno ya tiene preparados los medios para intervenir en la limpieza del vertido en las costas gallegas cuando sean requeridos, pero la Xunta no tiene intención de solicitarlos. Entretanto, el dispositivo del Gobierno de España ya está trabajando con total normalidad en la limpieza de las playas del Principado de Asturias, a petición del Gobierno de esta comunidad.
Al mismo tiempo que desprecia la ayuda en tierra del Ministerio de Transición Ecológica, la Xunta sigue insistiendo en su estrategia de minimizar las consecuencias del vertido. Si el lunes fue la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, la que dijo que hay peces que “pueden ingerirlo y otros no”, este miércoles fue el turno del conselleiro do Mar. Alfonso Villares llegó al extremo de decir que si alguien ingiere “accidentalmente” algún plástico no pasa nada porque “entran por donde entran y salen por donde salen”.
La realidad es muy distinta. La contaminación a causa del vertido de pellets va a ser tanto física como química y puede resultar muy dañina para la fauna oceánica, según varios expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) reunidos para analizar los acontecimientos.
La naviera limpia en Muros
En ausencia de medios por parte de la Xunta, los ayuntamientos tratan de resolver el problema por sus propios medios. El de Muros (A Coruña) ha cerrado con la aseguradora de la empresa armadora y con las entidades de voluntariado un plan de limpieza que comenzó a operar en las playas este miércoles. “Está todo organizado y hoy mismo (por ayer) a las 15.00 horas comenzaron los trabajos de limpieza en la playa Area Maior”, explicó al diario La Opinión de A Coruña la alcaldesa de la localidad, María Lago.
La compañía de seguros de Maersk, naviera del carguero con bandera de Liberia, se ha encargado de elegir a una empresa de limpieza que, a su vez, ha contratado a 18 trabajadores locales para efectuar los trabajos con la ayuda de los voluntarios.
Entretanto, el malestar en la sociedad gallega sigue creciendo y ya adopta la forma de convocatorias de protesta. Los primeros en movilizarse han sido los trabajadores de la televisión y la radio pública de Galicia, que han decidido protestar este jueves a las diez de la mañana a las puertas de la sede central de la CRTVG y de todos sus centros y delegaciones territoriales. El objetivo es denunciar la manipulación que, a su juicio, está ejerciendo la dirección del ente en las informaciones sobre el vertido de microplásticos.
Al mismo tiempo, las plataformas de defensa de las rías (PDRA y Plademar Muros-Noia), agrupaciones de marisqueo, cofradías, ecologistas y grupos de voluntarios reclamaron coordinación a la Xunta y el Gobierno central y anunciaron la convocatoria de una manifestación el domingo al mediodía en Santiago.
Convocatoria manifestación
“Frente a la situación creada por la llegada masiva de materiales plásticos a las costas gallegas y ante los potenciales riesgos para la salud, el medio ambiente, los colectivos firmantes queremos denunciar la tardanza y la dejadez de las administraciones en hacer frente a esta amenaza”, explicaron en un comunicado tras haber comparecido ante los medios de comunicación este miércoles en Carril (Pontevedra).
“Nuevamente, como ya había acontecido en la catástrofe del Prestige, tuvieron que ser los colectivos ciudadanos y las personas voluntarias las que, en ausencia de las instituciones”, salieran a las “playas a luchar contra esta marea plástica”.
Teresa Ribera pide a la Xunta que concrete qué medios necesita para limpiar el vertido de 'pellets'
La polémica sobre lo ocurrido ya ha alcanzado a Europa. El pleno del Parlamento Europeo debatirá el jueves de la próxima semana sobre el vertido a petición del grupo de Los Verdes en la Eurocámara. “Gracias a nuestra iniciativa, el pleno del Parlamento Europeo debatirá la catástrofe ecológica (del vertido de pellets de plástico) y su impacto en la polución marina y en los hábitats costeros. La UE debe intervenir para prevenir estos desastres”, publicó el grupo de Los Verdes en redes sociales.
Y la vía judicial avanza. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Noia (A Coruña) acordó incoar diligencias por la posible existencia de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. La titular de este juzgado recibió las actuaciones tras la denuncia interpuesta conjuntamente por la Fundación Montescola, Ecologistas en Acción y la Plataforma pola Defensa do Mar da Comarca Muros-Noia, que se ha acumulado a la que también presentó Podemos.
La jueza ha pedido a la Unidad del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil un informe en el que se consignen “los datos recabados en relación con la titularidad de la embarcación Toconao” desde la que supuestamente cayeron al mar los contenedores con las 26 toneladas de microplásticos. También ha pedido que se averigüen “las circunstancias en las que se produjo la pérdida de la carga, el contenido de dicha carga, la composición y posible toxicidad de los 'pellets' vertidos, así como el alcance del vertido y la delimitación del área afectada”.
La petición de ayuda tenía trampa. La Xunta, en vez de solicitar al Gobierno de España auxilio de medios humanos y materiales para recoger en el litoral los microplásticos vertidos por el carguero Toconao, que es lo que le había ofrecido el Ministerio para la Transición Ecológica, lo que quiere es que se utilicen medios aéreos y marítimos para tratar de localizar en el agua las bolsas que contienen los pellets que aún puedan estar flotando a la deriva.